Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, 19 de julio de 2021.- NSO Group, la empresa israelí acusada de suministrar software Pegasus, para uso de espionaje, y que fue utilizado en México durante la administración de Enrique Peña Nieto, fue vinculada a la divulgación de una lista de 50 mil teléfonos celulares de activistas, periodistas, ejecutivos de empresas y políticos de todo el mundo, según informes difundidos este domingo, entre ellos el The Washington Post y The Guardian.
El NSO Group de Israel y su malware Pegasus han estado en los titulares al menos desde 2016, cuando investigadores lo acusaron de ayudar a espiar a un disidente en Emiratos Árabes Unidos y cuando el gobierno de México fue utilizando este software contra periodistas y políticos.
Pegasus saltó a las portadas de los medios de comunicación por primera vez en 2016, cuando el prestigioso Citizen Lab de la Universidad de Toronto descubrió vulnerabilidades en el iOS, el sistema operativo móvil de Apple.
El alcance del uso de Pegasus fue informado por The Washington Post, The Guardian, Le Monde y otros medios de comunicación que colaboraron en una investigación sobre una fuga de datos.
La filtración concierne a más de 50 mil números de teléfonos inteligentes que se cree que han sido identificados como pertenecientes a personas de interés por los clientes de NSO desde 2016, dijeron las publicaciones.
The Washington Post señaló que la lista fue compartida con los medios de comunicación por Forbidden Stories, una organización periodística sin fines de lucro basada en París, y Amnistía Internacional.
El periódico indicó que se desconoce la cantidad total de teléfonos atacados o vigilados. En la lista figuran números de periodistas de medios de todo el mundo, como la Agence France-Presse (AFP), The Wall Street Journal, CNN, The New York Times, Al Jazeera, France 24, Radio Free Europe, Mediapart, El País, The Associated Press (AP), Le Monde, Bloomberg, The Economist, Reuters y Voice of America, dijo The Guardian.
El uso del software para hackear los teléfonos de los reporteros de Al Jazeera y de un periodista marroquí había sido informado anteriormente por Citizen Lab, un centro de investigación de la Universidad de Toronto, y Amnistía Internacional.
La investigación revela que Pegasus intentó infiltrar el teléfono Android de Hanan Elatr, la que fuera una de las esposas de Khashoggi, justo seis meses antes de su asesinato por un escuadrón saudí dentro de la embajada en Turquía en 2018. No se sabe si esos intentos de espionaje tuvieron éxito. Incluye asimismo el número del periodista independiente mexicano Cecilio Pineda Brito, que luego fue asesinado en un lavado de autos en Ciudad Altamirano, Guerrero.
Su teléfono nunca fue hallado y no está claro si fue pirateado. The Washington Post dijo que los números en la lista no están atribuidos, pero los medios de comunicación que participan en el proyecto pudieron identificar a más de mil personas de más de 50 países.
Entre ellos se encontraban varios miembros de familias reales árabes, al menos 65 ejecutivos de empresas, 85 activistas de derechos humanos, 189 periodistas y más de 600 políticos y funcionarios gubernamentales, incluidos jefes de Estado y de gobierno y ministros.
Según los reportes, muchos números de la lista estaban concentrados en 10 países: Azerbaiyán, Bahréin, Hungría, India, Kazajistán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Pegasus, señala el informe, es una herramienta altamente invasiva que puede encender la cámara y el micrófono del teléfono de una persona objetivo, así como acceder a los datos del dispositivo, convirtiendo efectivamente a un teléfono en un espía de bolsillo. En algunos casos, se puede instalar sin necesidad de engañar al usuario para que realice una descarga.
Por el momento, han podido confirmar que 37 sí fueron infiltrados, aunque fuera por solo unos segundos. En un comunicado difundido este domingo, NSO dijo que el informe de Forbidden Stories está «repleto de suposiciones erróneas y teorías no corroboradas», y amenazó con entablar una demanda por difamación contra la organización.
«Como NSO ha dicho anteriormente, nuestra tecnología no está de ninguna manera relacionada con el atroz asesinato de Jamal Khashoggi», dijo la compañía. «Nos gustaría enfatizar que NSO vende sus tecnologías únicamente a agencias policiales y de inteligencia de determinados gobiernos con el único propósito de salvar vidas mediante la prevención del crimen y los actos terroristas», observó.
En 2019, unas mil 400 personas, entre ellas varios políticos catalanes, fueron víctimas del espionaje de Pegasus, que aprovechó una vulnerabilidad de WhatsApp para infiltrarse en los teléfonos.
Citizen Lab informó en diciembre que los dispositivos móviles de más de tres decenas de periodistas de la red Al Jazeera de Qatar habían sido atacados por Pegasus. Amnistía Internacional comunicó a su vez en junio del año pasado que las autoridades marroquíes utilizaron el malware de NSO para insertar software espía en el teléfono celular de Omar Radi, un periodista condenado por una publicación en las redes sociales.
En ese momento, NSO dijo a la agencia AFP que estaba «profundamente preocupada por las acusaciones» y que estaba revisando la información. Fundado en 2010 por los israelíes Shalev Hulio y Omri Lavie, NSO tiene su sede en el centro israelí de alta tecnología de Herzliya, cerca de Tel Aviv, y afirma que emplea a cientos de personas en Israel y en todo el mundo.
(Información de agencias internacionales y “Milenio”)