Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 27 de julio de 2021.- “Se siente padrísimo, me siento agradecida con Dios, me siento afortunada, me siento bendecida, se siente muy bonito”.
Son las palabras de Erika Bermeo, empresaria oaxaqueña y propietaria del establecimiento “Oaxaca Glamour y Estilo”, ubicado en la Ciudad de México, de donde salió la cinta con bordado istmeño utilizada para los uniformes que portó la delegación mexicana en la inauguración de los Juegos Olímpicos Tokio2020.
De acuerdo con publicaciones en medios digitales como Facebook, la empresaria relató que un día cualquiera del año 2019, previo a la pandemia, abrió su tienda y le compraron una tira bordada, la primera que utilizó Industrias Adverbs y High Life México para el prototipo de diseño que compitió en las redes sociales con otros dos más.
Aunque al momento de realizar la venta le informaron que iban de Industrias Adverbs, ella desconocía quiénes eran y la vendió como a cualquier otro cliente, sin pedir demasiadas explicaciones, únicamente agradeciendo la compra.
Posteriormente, como buena oaxaqueña, ella misma compartió en sus redes sociales la publicación en la que se pedían votos para el uniforme con bordado istmeño, sin saber que se trataba de su diseño, situación que le fue informada por la empresa quien le advirtió de una posible compra en caso de ganar.
Sin creerlo de primera cuenta, tuvo que descargar la imagen y hacerle zoom para comprobar que se trataba de la cinta bordada que, previamente, había sido adquirida en su negocio.
De ahí que alertó a Anita, la artesana que trabaja con ella, para iniciar con la producción de más tiras, pues una corazonada le decía que el diseño oaxaqueño ganaría.
Aunque reconoce que no elaboraron el lote completo, ya que era imposible que una sola persona realizará el bordado artesanal, a mano y con aguja en tan poco tiempo, si logró vender buena parte del material que se utilizó para la vestimenta con la que desfilaron las y los atletas mexicanos, el pasado 23 de julio.
Incluso refiere que lloró al ver la transmisión de la inauguración de los Juegos Olímpicos puesto que esos bordados fueron hechos con mucho amor y se vendieron en su tienda.
“Si lloré, es una emoción muy grande porque sufrimos tanto, no sólo yo sino muchos artesanos de toda la República con el tema de la pandemia, pero no nos dimos por vencidos. Y de repente ver que parte de tu trabajo está del otro lado del mundo y que lo están viendo en todo el planeta es algo que jamás me imagine ni espere”, manifestó.
Aunque para Erika es muy importante aclarar que ella no borda, si hace todo el trabajo previo y posterior, es decir fue la encargada de hacer el diseño de la cinta, comprar los hilos y la tela, realizar los cortes que después proporcionó a Anita para el bordado y posteriormente fue la encargada de realizar la venta.
Por todo lo anterior tiene un profundo agradecimiento con la empresa que diseño los uniformes, que además le permitió tomarse una fotografía con el uniforme y promocionarlo en sus redes sociales, a sabiendas que sería un gran impulso para su negocio, en medio de la pandemia.
“Si han llegado más clientes y me han hecho más pedidos en línea. Estoy muy agradecida con Dios”, concluyó.