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Denuncian que arquitecto portugués “moderniza” Casa de la Cultura de Juchitán

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 31 de julio de 2021.- Un arquitecto de origen portugués rehabilita la emblemática Casa de la Cultura de Juchitán de Zaragoza bajo conceptos “modernizadores” y sin respetar la construcción antigua y tradicional.

Así lo denunció un grupo de activistas, especialistas, abogados y escritores, al exigir que el Instituto de Antropología e Historia (INAH) frene los trabajos en la institución fundada en 1972 por el artista plástico Francisco Toledo.

En una carta pública dirigida a autoridades estatales y federales, refieren que Casa de la Cultura de Juchitán, por múltiples razones, históricas, culturales y sociopolíticas, es un edificio emblemático no sólo para la población juchiteca sino también para el medio artístico y cultural nacional con fama y reconocimiento, local, estatal y más allá de estas fronteras.

Fue fundada en 1972 por Toledo con una visión poco común en las instituciones culturales para propiciar, en una región lejana al centro del país, la recreación de la cultura local y la difusión de valores universales, así como estimular el desarrollo de nuevos creadores artísticos.

“Estos propósitos, a pesar de altibajos, no siempre imputables a la propia Casa de la Cultura, han sido cumplidos con creces y con un agregado muy importante: a lo largo de su historia ha sido asumida y disfrutada a plenitud por el pueblo sin distingos de condición económica ni de alguna otra”, señalan.

Exponen que como en pocos sitios de difusión cultural de nuestro país, en ella se daban cita lo mismo pintores que campesinos, lo mismo músicos que trabajadores, lo mismo poetas que estudiantes o mujeres orgullosamente ataviadas con flores y trajes regionales, niñas y niños, jóvenes y adultos, todas y todos con un fin común: solazarse de la cultura propia, disfrutar y conocer otras manifestaciones culturales.

Antes este antiguo edificio albergó un cuartel militar y una escuela secundaria donde pasaron varias generaciones de alumnos que aún recuerdan con el afecto y añoranza que dejan esas épocas en la memoria afectiva.

Reseñan que en 1995 tuvo una primera restauración y algunas modificaciones, como ubicar el acceso principal junto a la entrada a la iglesia y la adecuación de un auditorio, respetando en general las características arquitectónicas y recuperando materiales y oficios ya un tanto olvidados, proyecto que fue previamente presentado al maestro Toledo en respeto y consideración a su autoridad moral.

“Esa restauración en cierto modo generó una revaloración de la arquitectura tradicional en la población influenciada ya por una visión modernista trastocando valores culturales propios”, detallan en la carta pública.

Posteriormente, en 2010 fue objeto de otra restauración importante con intervención en las cubiertas, acabados, instalaciones y modernización del auditorio, igualmente en términos generales se respetó la arquitectura y elementos originales.

EL DAÑO

No obstante, hoy la Casa de la Cultura está siendo objeto de otra restauración, está vez por los daños ocasionados por los sismos en 2017, “pero con cierta sorpresa, no agradable a buena parte de la población juchiteca interesada en su patrimonio edificado, se observa que en la restauración del por muchas razones querido edificio, este ha sido modificado de manera importante, al menos en lo que se logra ver en imágenes difundidas en internet”.

Exponen que en las declaraciones y explicaciones públicas del titular de Enlace y Seguimiento de Proyectos Culturales del ayuntamiento de Juchitán, Michel Pineda, se argumenta que los cambios, muy visibles estética y arquitectónicamente, “son por cuestiones técnicas, al no resistir las originales columnas de tabique el efecto de los sismos mencionados.

Asimismo, “obedecen a un proyecto estético del arquitecto portugués Joao Boto Caeiro”.

Los cambios consistentes en sustituir las originales columnas o pilares de ladrillo plenamente identificadas simbólicamente con la arquitectura del edificio se han sustituido por una idea moderna y radicalmente diferente con piezas de madera (comúnmente conocidas como planchas) que si bien son propias de la región, su uso y funcionalidad en las casas tradicionales es muy ajeno al empleado en el proyecto del arquitecto Joao con justificaciones, más qué técnicas, subjetivas para alterar la arquitectura del edificio tan importante para la población por su simbolismo.

“Lamentablemente se está imponiendo el gusto estético del reconocido y respetable arquitecto, pero en este caso con una valoración que no considera la memoria histórica, social y afectiva del pueblo y también el gusto estético juchiteco y de sus artistas que en primera y última instancia son quienes le han dado a lo largo de su existencia valor y vida a esta Casa de la Cultura y por lo tanto debe tomarse en cuenta su opinión”, agregan.

Por lo anterior, los firmantes del documento demandan al INAH como institución de gobierno, responsable de salvaguardar el patrimonio cultural de la nación y en este caso del pueblo juchiteco, sea restituidas los emblemáticos pilares en respeto a la arquitectura original del edificio.

La carta la firman el rquitecto Gerardo Degyves Ramírez, el ingeniero Alfonso Torres Morgan, el ingeniero Víctor ángel Toledo; el artista plástico Miguel Ángel Charis Ruiz, la periodista Guadalupe Ríos, el poeta Víctor Terán, el fotógrafo Marciano Valencia, el antropólogo Emilio López Jiménez; el abogado César Pineda Castillo y el politólogo Abel Toledo Gómez.

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