Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 13 de agosto de 2019.- Hace más de una semana que en los pasillos de la Casa de la Cultura Oaxaqueña se rumoraba el recorte presupuestal, que afectaría directamente al personal que ahí labora y que brinda los cursos y talleres de pintura, música, danza, entre otras disciplinas a niñas, niños y jóvenes de la entidad.
La falta de presupuesto para 96 trabajadoras y trabajadores de la institución se hizo realidad y desde el pasado jueves la plantilla laboral activa inicio una protesta pacífica a las afueras del recinto con más de 48 años de existencia en la capital oaxaqueña.
Para Salvador Reyes, instructor al interior de la Casa de la Cultura, es grave que una institución que forma parte de la identidad oaxaqueña esté pasando por esta crisis, lejos de lo que sucede con los grandes espectáculos que el gobierno quiere vender como culturales y a los cuales se les ha invertido millones de pesos.
“La Casa de la Cultura es un centro de formación que da las primeras herramientas sobre las artes a niñas, niños y jóvenes, se trata de un recinto donde se ha depositado el alma mater de todo lo que forma parte de nuestra tradición, todo aquello que explica la existencia de Oaxaca”, explica.
Detalla que el estudio de las artes regularmente es caro ya que se le dedica mucho tiempo, sin embargo, al interior de la institución oaxaqueña los precios de los talleres y cursos son de lo más accesibles para las y los oaxaqueños, por lo que su desaparición, independiente de significar una violación al derecho de acceso a la cultura, también significaría un daño a las familias de escasos recursos que no podrán acceder a una expresión artística.
“El cierre es inminente ante el despido del personal que da vida a la Casa de la Cultura, las autoridades no ven que la institución contribuye a garantizar el derecho a la cultura, si se pierde esto se pierde nuestra propia identidad”, puntualiza.
Reitera que el grupo de manifestantes no sólo pide respeto a su trabajo, sino también el respeto que se merece la cultura de Oaxaca que es celebrada en muchas partes del mundo y minimizada por las autoridades locales.
SIN ACERCAMIENTOS
Por su parte Alma Edith Quiroz León, maestra de danza al interior de la Casa de la Cultura, lamenta el recorte presupuestal, pero sobre todo que este se traduzca en el cierre de la institución al no contar con personal que realice las actividades dirigidas a niñas, niños, adolescentes y toda la población en general.
Explica que a más de cinco días de protesta no hay acercamiento de las autoridades con el personal, pese a las declaraciones que se han vertido en algunos medios de comunicación por parte de la titular de la secretaria de las Culturas y las Artes, Adriana Aguilar, que asegura la institución no desaparecerá.
“No hemos tenido ninguna respuesta aún, estamos abiertos al diálogo, hay algunas declaraciones de la titular de la Seculta, quien olvida que no pertenecemos al ámbito estatal, incluso minimiza nuestra protesta diciendo que somos unos cuantos, pero en realidad somos todos el personal afectado”, señala.
Agradece el respaldo de la población que, sabedora de la relevancia que tiene el recinto, se ha solidarizado con las y los maestros para exigir la continuidad de la institución y el respeto a su personal.
YA HAY RECURSOS
Por su parte el director de la Casa de la Cultura Oaxaqueña, Guillermo García Manzano, reconoció la falta de presupuesto para continuar con las actividades que se realizan al interior de la institución, pero dijo se ha solicitado el respaldo del gobierno estatal para realizar garantizar el pago de nómina.
En este sentido, negó que la institución esté en riesgo de cerrar y por el contrario dijo se consiguió un aumento de presupuesto de dos millones 800 mil pesos
“No se va a cerrar, ni desaparece, ni mucho menos se traslada, como en fechas pasadas circuló en diversos medios de comunicación, los salarios de las y los trabajadores están garantizados de aquí a diciembre”, dijo.
REALIZAN MARCHA
Poco después de esas declaraciones, trabajadores administrativos y de talleres, así como padres de familia y alumnos, realizaron una marcha desde la sede de la Casa de la Cultura, en la calle Colón esquina con González Ortega, hacia la sede de la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Durante la manifestación, gritaron consignas en contra de las autoridades encabezadas por el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, por no valorar la cultura y el aporte de esa institución.
Tras ello una comisión se reunión con funcionarios de la Junta, para plantear una medida legal que les permita tener un empleo seguro y no solamente por honorarios, como ha ocurrido desde hace décadas.
