Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 15 de agosto de 2021.- Ciclistas y ambientalistas, así como colonos, intensificaron este domingo sus acciones para rechazar el ecocidio que se pretende hacer en la avenida Símbolos Patrios, en la zona conurbada de la capital de Oaxaca, por una obra de ampliación de la vialidad.
Por la mañana, un grupo de ciclistas efectuó una rodada del jardín “Antonia Labastida” de la ciudad hacia dicha vialidad, e hicieron una parada en la jurisdicción de San Antonio de la Cal, colindante con Santa Cruz Xoxocotlán.
En sus bicicletas llevaban letreros como “Alto al ecocidio” y “Más árboles, menos autos”, para expresar de manera pacífica su inconformidad
De acuerdo con uno de los manifestantes, las medidas de la avenida no permiten ocho carriles, salvo que se derriben árboles y desaparezcan los camellones.
Pero además, la obra no concuerda con la Agenda 20-30, que habla de ciudades sustentables, que preservan el ambiente, con la finalidad de amortiguar el cambio climático.
“Hay un sentir muy fuerte de los colonos, pues ellos sembraron los árboles; no se está tomando en cuenta el entorno social. No se toma en cuenta al peatón sino solamente al vehículo”, expuso David Morales.
Por su parte el pintor y activista Markoa Vásquez, dijo que son varios vecinos, de Santa Cruz Xoxocotlán y de San Antonio de la Cal, quienes se oponen al derribo de árboles, pues al atentar contra el medio ambiente es atentar contra la vida humana.
Lamentó asimismo que en esta obra, que emprende la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial (Sinfra), ni siquiera tenga considerado un carril especial para la bicicleta.
“No es un proyecto incluyente; no nos oponemos a la obra, no nos oponemos al desarrollo, pero en definitivo tienen que replantear el proyecto para evitar el ecocidio”, dijo el ambientalista.
Momentos antes, en el crucero de dicha vialidad, entronque con La Experimental, San Antonio de la Cal, un grupo de colonos, con pancartas en mano, también manifestó su rechazo al derribo de árboles que, según grupos ecologistas, serían al menos mil 500 ejemplares los que se tirarán.