Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 9 de enero de 2021.- La incesante violencia feminicida en Oaxaca alcanzó a las niñas y adolescentes, de quienes se registra un alto nivel de crímenes en las regiones de la Mixteca, Costa, Cuenca y Valles Centrales, de acuerdo a Grupo de Estudios sobre la mujer “Rosario Castellanos”.
Según el banco de datos de la asociación civil, en los últimos cinco años en la entidad se han cometido 582 asesinatos violentos de mujeres, de los cuales al menos 58 fueron de menores de edad, es decir, el 10%.
En estas zonas de Oaxaca se concentra el 69 por ciento de los feminicidios infantiles, detalló GES Mujer, quien en su reporte expuso que el 21 por ciento de los hechos se registraron en municipios de la Mixteca, el 17 por ciento en la Costa y Cuenca del Papaloapan y el 14 por ciento en la zona centro del estado.
Pero la cifra de estos hechos podría ser mayor, por lo que la asociación defensora urgió a las autoridades y versos organismos a realizar un mapeo de los delitos cometidos en contra de las niñas y las adolescentes, tanto de feminicidios como de homicidios culposos, pues a la falta de protocolos podría quedar oculta una violencia feminicida.
GES Mujer exige a las autoridades del estado los protocolos especializados en la investigación del delito de feminicidio, el cual debe atender la violencia feminicida de las niñas y adolescentes, con enfoque de género contemple la condición de edad, pues urge visibilizar esta problemática a fin de generar acciones de alto impacto para su prevención, atención y erradicación.
El Grupo de Estudios ha detectado que lamentablemente el 24 por ciento de los feminicidios infantiles se cometieron en casa, lo que confirma que los niveles de violencia en el hogar crecen en frecuencia y letalidad cuando no se identifican y detienen a tiempo.
Además de esta creciente violencia hacia las niñas, se reportó que sus asesinatos se cometieron en un 53 por ciento con el uso de armas de fuego.
Ante esta situación, GES Mujer señaló que esta realidad deja en evidencia la falta de control de armas de fuego y carencia en la investigación para determinar el tipo de armas utilizadas.
En tanto que otras formas violentas e inhumanas de acabar con sus vidas fue por golpes, arma punzocortante y degollamiento en un nueve por ciento de los casos; por asfixia o estrangulamiento un ocho por ciento.