Yuridiana Sosa/ Zona Roja
Oaxaca de Juárez, Oax., 31 de marzo de 2022.-El inigualable caldo de piedra, de San Felipe Usila, en la Cuenca del Papaloapan, robó la atención de la empresa de entretenimiento Netflix, quien visitó este municipio indígena chinanteco para grabar su cultura y tradición.
De acuerdo con el perfil “Región del Alto Papaloapan Oaxaca México”, dedicado a la difusión de la cultura en esta región de Oaxaca, en días pasados llegó a Usila el equipo de esta compañía internacional para realizar un trabajo especial sobre este platillo, único en México.
El caldo de piedra fue declarado Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Oaxaca, en abril del 2021 por el Congreso del Estado.
Los trabajos por parte de Netflix también fueron mostrados por la familia del Rancho “Don Jil”, donde se realizó la grabación, que apuntó que desde varios años no sólo se han concentrado en prepararlo, si no se dieron a la tarea de investigar con los abuelos y personas de edad avanzada de la comunidad para descubrir y escribir el proceso que ha tenido el famoso platillo.
“Estamos haciendo esta labor cultural de dejar plasmado en la práctica y en letras la historia que guarda el Caldo de Piedra en tierra chinanteca. Próximamente se hará extensa esta labor como debe de ser con la responsabilidad y el compromiso de siempre”, difundió la familia en un mensaje con imágenes sobre la grabación.
La preparación del caldo de piedra es a orilla del río, es todo un ritual por cumplir al pie de la letra para alcanzar la exquisitez; una cocina improvisada a pie de las aguas del río Grande, en la Cuenca, ocupando piedras calientes para la cocción, despierta la curiosidad.
La tradicional comida es única de la etnia chinanteca, en lo alto del Papaloapan, donde San Felipe Usila guarda con honor la receta que ha pasado de generación en generación, con el recuerdo de que era en momentos de la pesca cuando realizan este platillo que al paso del tiempo se volvió en un manjar de importantes celebraciones.
Pescado o camarón son los mariscos comunes que se ocupan, atrapados hace muchos años del propio río.
La selección de piedras es importante, las cuales son calentadas en leña para después depositarlas en la jícara que sirve como olla y plato; es al calor de las piedras que los mariscos se cuecen y el sabor de los ingredientes se funden en la vasija natural. Tomate, cebolla, ajo, sal y epazote son parte de la fiesta del sabor.