Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 14 de septiembre de 2019.- Bromista siempre, a Pedro Piñón Rustrián lo despidieron como le habría gustado: entre anécdotas y aplausos.
“Lo conocimos en la década de los 70, a todo le quitaba lo solemne; lo trágico lo convertía en cómico. Siempre estaba con mucho humor, con mucha simpatía, jamás lo vi expresarse mal de nadie”, contó Carlos Cervantes.
Fue en la sede de la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO), en la capital del estado, donde se le rindió hoy un homenaje, con la presencia de una urna y sus restos, así como de su hermano Arturo Piñón, entre otros familiares.
Una treintena de sus viejos colegas le rindió un segundo reconocimiento, ahora tras su deceso ocurrido ayer viernes.
Maricruz Martínez y Antonio Gutiérrez Sumano, dirigentes del gremio, presidieron la reunión, en que se pasó pase de lista de los socios, entre ellos el periodista acaecido. “¡Pedro Piñón Rustrián! ¡Presente! ¡Pedro Piñón Rustrián! ¡Presente! ¡Pedro Piñón Rustrián! ¡Presente!”.
Originario de Santo Domingo Tehuanteoec, Pedro Piñón fue editor y por muchos años columnista en el diario “El Extra de Oaxaca”.
Colaboró, entre otros, en “El Fogonazo”, “El Informador de Oaxaca”, “El Sol de Oaxaca”, y durante dos años en “Noticias, Voz e Imagen de Oaxaca”.
“Antes de ser parte del comité directivo, me habló Pedro; me dijo, échale ganas, y Toño, es el momento de la reconciliación; si acaso se dieron agravios, hay que olvidarlos, borrarlos, hay que hacer de la Asociación lo que fue el sueño de hace muchos años”.
Esa fue su recomendación que dio a Gutiérrez Sumano, al rememoró éste a Piñón; en seguida, convocó a tomar en cuenta la recomendación de Pedro Piñón, a reivindicar el ejercicio periodístico y a fortalecer la unidad en la APO.
Fernando Mimiaga, uno de los amigos del fallecido periodista, narró también varios pasajes y una frase que los distinguía: “la juventud actúa, la revolución avanza”.
El caricaturista Mario Robles habló de las más de cuatro décadas de conocer a Pedro Piñón, que lo recibió en el periodismo el 17 de junio de 1981.
Cuando se renovó la dirigencia de la APO, “me habla y me dice: este es el momento de la reconciliación Mario, tienes que convocar a todos los compañeros porque tenemos que unir”, narró que le dijo el periodista. Tras ello, declamó un poema de Elías Nandino.
Luego vinieron las guardias de honor ante la urna del finado, autor por muchos años de la columna “Correspondencia privada”, que firmaba como “Palmiro Palmas”.
Tras ello, se colocó su fotografía en el muro de honor, como socio fundador de la Asociación de Periodistas de Oaxaca, y de nuevo sus restos fueron despedidos con aplausos.