Yuridiana Sosa/Zona Roja
Oaxaca de Juárez, Oax., 15 de julio de 2022.- Viernes frío, viernes lluvioso en Santa Maria Tlahuitoltepec.
Tarde triste para los habitantes de esta comunidad de la Sierra Norte, para despedir a Jozué, quien murió junto con otros tres oaxaqueños a bordo de un tráiler, el pasado 27 de junio en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
Música sacra, rezos, flores, mujeres ataviadas con su rebozo con la cabeza cubierta; hombres de rostro triste, despidieron al joven en la iglesia local.
Un ataúd azul, acompañado de múltiples coronas y cientos de vecinos, con el repique de campanas, ingresó al iglesia para dar el último adiós al hombre que un día decidió buscar el “sueño americano” y encontró la muerte.
LAS FATALIDADES
En la Sierra Norte, Mixteca y Cuenca de Oaxaca se llora por los paisanos que murieron en San Antonio, Texas, en busca de una mejor vida para sus familiares.
El luto y dolor de las cuatro familias se siente en cada una de sus comunidades de origen, a las que volvieron sin vida, en las que se les recordará.
Cada recibimiento de los cuerpos y su despedida fue distinto.
A Jozué Díaz, oriundo de Santa María Tlahuitoltepec Mixe, en la Sierra Norte, lo recibieron la madrugada del jueves con música de banda, mientras en la cocina de la casa de sus padres había gran movimiento para esperar con alimento a familiares y amigos.
El frío intenso envolvió el velorio de Jozué; pero no era ese frío el que mantenía a ratos quietos a los asistentes, era más bien ese frío en el cuerpo por su partida, mientras que en el silencio de sus seres queridos la banda no dejaba de tocar a pie de su ataúd, donde su foto permaneció.
Jozué era taxista con ingresos que no alcanzaban a cubrir las necesidades ni los sueños en familia, misma que hoy llora su irreparable pérdida.
Este viernes su pueblo ayuuk lo despide conforme a sus costumbres. Desde la iglesia de Tlahuitoltepec también se preparó su despedida, entre música y flores; entre el llanto y dolor.
EN TUXTEPEC
A San Juan Bautista Tuxtepec, en la región de la Cuenca al norte de Oaxaca, llegó el cuerpo de Mariano Santiago Hipólito la mañana del jueves.
En su humilde vivienda la familia, su esposa Luz Estrella Cuevas y sus dos hijos lo recibieron como nunca imaginaron volverlo a ver. Seres queridos y amigos, tampoco lo asimilaban.
El padre de familia, originario del municipio chinanteco de San Felipe Usila, también quería una mejor vida para su familia, pues como albañil no ganaba lo suficiente. A veces, no había ni trabajo.
La esperanza de que estuviera vivo se acabó, así como la larga espera para recibirlo.
Bajo una carpa afuera de un amplio patio sus seres queridos se reunieron.
Dentro de la vivienda que compartía con otros familiares, su cuerpo fue velado en la intimidad. Lo más lejos de cámaras, como un deseo de la familia tras varios días en el foco de la atención pública.
Para su sepelio este viernes las autoridades municipales ofrecieron la condonación de un espacio en el panteón donde Mariano tendrá su última morada.
Mariano viajó de Tuxtepec a Estados Unidos junto con su hermano Bigaí, quien fue uno de los sobrevivientes y hospitalizados tras encontrarse en un delicado estado de salud al ser localizado al interior de la caja de un tráiler el pasado 27 de junio en la frontera de San Antonio Texas.
EN LA MIXTECA
También acompañado por familiares y amigos había partido de Cerro Verde en San Miguel Huatutla, en la Mixteca, Javier Flores, pero quien también falleció en su intento de trabajar en Estados Unidos.
Junto con Javier se localizó en el tráiler a su primo José Luis, sobreviviente del suceso y a su vecino Marco Antonio Velasco, quien también murió.
Durante este jueves sus cuerpos también fueron velados en sus comunidades. En el caso de Javier, ese mismo día se realizó la misa de cuerpo presente desde una humilde capilla enclavada en los verdes paisajes de la localidad.
Su familia Javier también pidió reservas para su duelo.