Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 22 de agosto de 2022.- ¿Qué tienen en común Guanajuato, Jalisco, Baja California, Colima y Veracruz? Que son entidades donde el crimen organizado se ha enraizado.
Pero también, durante la semana pasada, fueron escenarios de violencia al extremo por parte de las organizaciones criminales que cada día, lamentablemente, consolidan su fuerza en el país.
“Narcoterrorismo”, para unos; “narcopropaganda” para otros, lo cierto es que México se torna cada vez más sangriento y lo vimos la semana pasada con incendio de vehículos particulares, autobuses, tiendas de autoservicio y hasta patrullas, como fue el caso más reciente, en Veracruz.
El Presidente de la República sólo vio propaganda de sus adversarios políticos; los habitantes de las entidades afectadas vivieron el terror; y las escenas se asemejan cada vez más a actos de terrorismo.
“El armamento que poseen los cárteles de narcotráfico es suficiente para hablar de terrorismo”, dijo a “El Financiero” Yuriria Rodríguez Castro, doctora en ciencias penales y política criminal y experta en temas de terrorismo.
“La madre academia aporta tres definiciones de terrorismo. La primera es ‘dominación por el terror’; le sigue ‘sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror’ y, por último, ‘actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos’. Cualquiera de esas definiciones sirve para calificar los hechos de los últimos días”, expuso a su vez el escritor y periodista Humberto Musacchio.
¿Qué tan lejos está Oaxaca de vivir esos escenarios que, le guste o no a Andrés Manuel López Obrador, se extiende con rapidez en toda la república mexicana?
¿Y OAXACA?
De acuerdo con cifras oficiales emitidas la semana pasada, la entidad está en el noveno sitio de los estados más seguros en el país, según detalló la Secretaría de Seguridad Pública, con datos nacionales.
Apenas el pasado domingo, ZONA ROJA presentó información sobre el tema con base en el reporte mensual del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional del Seguridad Pública, a partir de datos que envían las fiscalías o procuradurías estatales:
“En julio, Oaxaca registró 89 víctimas de homicidio doloso, así como 65 carpetas de investigaciones abiertas.
“El informe detalló que, en comparación con el mes de junio de este año, el número de víctimas subió en un 29 por ciento, colocando a la entidad oaxaqueña en quinto lugar, por debajo de Chiapas, con un 35.5 por ciento; Morelos, 40.8 por ciento; Coahuila, 62.5 por ciento y, en primer lugar, Yucatán con el 100 por ciento.
“Pero Oaxaca sobresalió por el alza del 48.3 por ciento en víctimas de asesinatos, en comparación de julio de 2021, ocupando el segundo lugar en México, solo por debajo de Durango, con un incremento del 57.1 por ciento.
“En incidencia de delitos, Oaxaca registró tres mil 551 en julio de este año, posicionándose en el sitio 16 de la lista nacional”.
La embajada de Estados Unidos por su parte tiene a Oaxaca en semáforo verde para sus turistas, que significa “incrementar su precaución”, en caso de visitar la entidad.
En las última semanas, justamente tras las elecciones de gobernador y a medida que se acerca el fin de sexenio, se comenzó a incrementar la ejecución de personas, aunque las zonas siguen focalizadas.
Obvio que corresponde en primera instancia a los municipios efectuar acciones de prevención y disuasión en materia de seguridad, pero varios no lo hacen. La Costa, por ejemplo, todo mundo está ciego y la droga pasa tranquilamente hacia el centro y norte del país.
Casualidad o no, las fallas se siguen presentando en ayuntamientos gobernados por el Partido Morena.
¿QUÉ HARÁ JARA?
El resto no es minúsculo para Salomón Jara Cruz, pues está en juego la tranquilidad del estado.
Primero porque, aunque no debiera, tendría que negociar la distribución de la plaza Oaxaca con los cárteles del narcotráfico de manufactura nacional.
Al terminar el sexenio de Alejandro Murat, se concluye la tregua o posible acuerdo, o ambos, con las bandas delictivas que controlan el tráfico de estupefacientes, principalmente cocaína que proviene de Sudamérica vía marítima.
Múltiples voces -de manera pública y privada- han señalado que es José Manuel Vera Salinas quien mantenía ese tipo de tratos y que ahora ante el inicio del nuevo sexenio, el escenario y los actores cambian.
Esa es una de las muchas razones por las cuales cada fin de sexenio se incrementa el asesinato de personas en zonas con incidencia de drogas.
Pero la primera preocupación de Jara Cruz debería ser la inseguridad que priva en gobiernos emanados de Morena, como Salina Cruz, Tehuantepec, Juchitán, Matías Romero, los Petapa, Pochutla, Pinotepa Nacional, por poner unos cuantos ejemplos.
El segundo, a quién pondrá como titular de la Secretaría de Seguridad Pública; hay voces que le insisten en que tendrá que ser un mando que le envíe la Federación, ya sea de la Marina o de la Sedena, aunque probado está que fuereños no pueden con el cargo en la entidad.
Por lo pronto, de acuerdo con fuentes internas de ambos lados, quien inició con el proceso de entrega-recepción es Nino Morales, de no tan buenos antecedentes en la región del Istmo de Tehuantepec.
Pero también las fuentes precisan que no será el dirigente del FUCO -desde ahora con intenso proselitismo en medios, ya sea por las giras con el gobernador electo o por su fundación- el responsable de la SSPO.
Y en el caso de Jara, ha revelado vía sus redes sociales en dos ocasiones a quién podría perfilar en el cargo y uno de ellos es Jaciel Vásquez Castro, a quien presentó como “experto” en seguridad.
Pero de inmediato vinieron los recordatorios a quien fue director de la Agencia Estatal de Investigaciones en el sexenio de Gabino Cué, donde se asegura que tiene una carpeta de investigación abierta, y luego a su paso por Puebla, donde se le señala de formar parte de “El cártel de los Oaxacos”, sin precisar si se refieren al tema del narcotráfico.
Jara dio a conocer también una reunión con Karina Barón e Hilda Yaneli Cedillo, con quienes habló “sobre los retos en materia de seguridad”; la primera, por supuesto, con un gris desempeño en la coordinación territorial para la paz en Oaxaca.
Sí, es cierto, la violencia criminal se extiende por todo el país y Oaxaca no es una isla; por el contrario, es ruta privilegiada del narcotráfico y del tráfico de personas. ¿Apostará Jara por optar por acuerdos con criminales? O de verdad tiene ganas de hacer algo diferente por los oaxaqueños.