Yuridiana Sosa/ Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 6 de septiembre de 2022.- Un viaje común a la capital del estado se convirtió en pesadilla para ocho pasajeros de una camioneta tipo Urvan, que, al ser arrastrada por la corriente de un río, tuvieron que saltar para sobrevivir y después, rezar para ser rescatados.
La madrugada del 31 de agosto, Elías Martínez Pérez junto con otros siete hombres y mujeres que regresaba de Santa Catarina Juquila a la capital, a bordo de en una camioneta cerrada de la línea “La Divina Concepción”, enfrentaron la muerte, pero también, la omisión del 911 para ayudarlos y hasta ahora de la omisión de la empresa responsable de los hechos.
Al paso por la comunidad de El Trapiche, del municipio de Santa Cruz Mixtepec, en el distrito de Zimatlán, en los Valles Centrales, la unidad fue arrastrada por la corriente del río a su paso por un camino alterno ante el colapso del puente vehicular.
El sueño de los feligreses que regresaban de su visita a la Virgen de Juquila y de otras diligencias de trabajo se interrumpió cuando la unidad ya no pudo avanzar, mientras la corriente del agua amenazaba con un desastre.
En conferencia de prensa hoy, desde el zócalo de la capital, dos de los sobrevivientes relataron su terrible experiencia, en la que destacaron diferentes irregularidades y anunciaron que presentarán una denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra la línea de transporte.
Así como llamaron a la Secretaría de Movilidad o instancias correspondientes a revisar los permisos y seguros de viajero de las líneas de transporte que circulan en esta modalidad en la entidad, señaló el abogado y víctima del hecho, Elías Martínez Pérez.
DE MILAGRO
Dentro de la unidad el caos se apoderó en un abrir y cerrar de ojos al darse cuenta de su condición. La camioneta estaba por ser arrastrada por la intensa corriente y el agua empezaba a filtrarse.
Elías recuerda que el chofer de la unidad no se movía de su lugar y solo estaba preocupado por la unidad. Por lo que fueron los mismos pasajeros que se organizaron para salir por la puerta del conductor, a quien le pidieron moverse.
Con el agua a la cintura, los primeros en salir y ya con el agua al cuello, los últimos en abandonar la unidad, lograron cruzar la corriente y ponerse a salvo en la ribera del lugar.
El chofer fue el último en salir. Para ninguno hubo oportunidad de salvar sus pertenencias.
Desde el teléfono de una de las pasajeras, que no sufrió daños por alguna razón, llamaron a 911 para pedir ayuda, pero al lugar sólo llegó dos horas después un policía de El Trapiche, quien buscaba una camioneta.
Mojados, sucios, aún en estado de shock, respondieron al policía que eran ellos los ocupantes del vehículo que había sido arrastrado por el río.
Elías apenas puede creer que están vivos, pero atribuye que estar en ese momento para ayudar era parte de su destino, pues esa corrida que salió a las 8:30 de Juquila ya la había perdido y logró alcanzarla.