Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, a 27 de septiembre de 2022.- Una nave espacial de la NASA embistió un asteroide ayer a una velocidad vertiginosa, en un ensayo general sin precedente para el día en que una roca amenace a la Tierra.
El golpe galáctico ocurrió en un asteroide inofensivo a 9.6 millones de kilómetros de distancia, con la nave espacial llamada “Dart”, que chocó contra la roca a 22 mil 500 kilómetros por hora. Los científicos esperaban que el impacto creara un cráter, lanzara corrientes de rocas y tierra al espacio y, lo más importante, alterara la órbita del asteroide.
“¡Tenemos impacto!”, anunció Elena Adams, del control de la misión, saltando arriba y abajo y empujando sus brazos hacia el cielo.
Telescopios en el mundo y en el espacio apuntaron al mismo punto del cielo para captar el espectáculo. Aunque el impacto fue obvio de inmediato (la señal de radio de “Dart” cesó abruptamente), pasarán días o incluso semanas para determinar cuánto cambió la trayectoria del asteroide.
“Ahora es cuando comienza la ciencia”, afirmó Lori Glaze, directora de la división de ciencia planetaria de la NASA. “Ahora vamos a ver de verdad cuán efectivos fuimos”.
La misión, de 325 millones de dólares, fue el primer intento de cambiar la posición de un asteroide o cualquier otro objeto natural en el espacio.
“Qué cosa tan asombrosa. Nunca habíamos tenido esa capacidad”, agregó Glaze.
Por la mañana, Bill Nelson, administrador de la NASA, le recordó a la gente a través de Twitter que “esto no es la trama de una película”. En un video pregrabado, añadió: “Todos lo hemos visto en películas como Armageddon, pero hay mucho en juego en la vida real”.
El momento del impacto, a 11 millones de kilómetros de la Tierra, pudo seguirse en directo en el canal de la NASA.
El Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Laurel, Maryland, diseñó y dirigió la ambiciosa misión de la NASA.
Sin embargo, como ocurre con muchas otras, el esfuerzo requiere la experiencia de varios centros de la agencia estadunidense. En el caso del Laboratorio de Propulsión a Chorro, en el sur de California, es para navegación, ubicación precisa del objetivo, ciencia de asteroides y comunicaciones de la Tierra a la nave espacial.
El objetivo fue el satélite del asteroide “Didymos”, de 780 metros de diámetro, llamado “Dimorphos”, de 160 metros de diámetro. Los dos están a sólo un kilómetro de distancia.
“Didymos”, en griego gemelo, es de giro rápido que arrojó el material que formó el socio menor.
“Dart”, no más grande que un automóvil, despegó en noviembre de California.
“Estamos cambiando el movimiento de un cuerpo celeste natural en el espacio, la humanidad nunca había hecho esto antes”, afirmó Tom Statler, científico jefe de la misión. “Es algo sacado de los libros de ciencia ficción y de los episodios de Viaje a las estrellas de cuando era niño. Ahora es real”.
Por otro lado, la cámara integrada en la nave, llamada Draco, tomará una imagen por segundo. Las que capte llegarán a la Tierra con un retraso de unos 45 segundos.
Para alcanzar un objetivo, la nave se dirigió de forma autónoma durante las últimas cuatro horas, como un misil autoguiado. Apuntó primero a “Didymos”.
El pequeño asteroide, del cual nunca se han visto imágenes, inicialmente no apareció más grande que un píxel, antes de llenar el campo visual, hasta que se produjo el silencio de radio después de la explosión.
Según lo previsto, tres minutos después, un satélite del tamaño de una caja de zapatos, llamado Liciacube y lanzado por “Dart” hace unos días, pasaría a unos 55 kilómetros del asteroide para captar imágenes de la colisión
El evento también fue observado por el Hubble y el James Webb, que deberían poder detectar una brillante nube de polvo.
Todo esto debería permitir comprender mejor la composición de “Dimorphos”, representativo de una población de asteroides bastante comunes, y, por tanto, medir el efecto que esta técnica, denominada impacto cinético, puede tener sobre ellos.
(Información de agencias internacionales en “La Jornada”)