Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 5 de octubre de 2022.- La transición del gobierno en Oaxaca empezó hoy desde la banqueta, afuera de Palacio de Gobierno.
La muestra de los múltiples problemas por heredar estaba ahí, tangente, viva, palpable, minutos antes del aviso oficial de la instalación de la mesa de entrega- recepción, encabezada por el gobernador actual, Alejandro Murat y el electo, Salomón Jara Cruz.
Manifestantes que exigen desde hace 33 días la libertad de familiares retenidos en la región Cuenca, hasta con huelga de hambre, evidenciaron la tersa transición de las admiraciones del PRI a Morena, envuelta en la simulación de atención y la promesa de ayuda, pero hasta su llegada, aunque eso implique la privación ilegal de la libertad por casi dos meses más.
PROMETE 4T APOYOS
Como nunca, el secretario General de Gobierno, Francisco García López, salió de Palacio de Gobierno, por la puerta lateral de la calle de Bustamante, donde se encontraban los manifestantes para atenderlos.
Van 33 días del problema, 15 mesas de diálogo, tres reuniones en San Pedro Ozumacín de Ayotzintepec, la comunidad donde se registra la retención, y no hay solución.
“La Segego no ha fallado. El problema es interno, la Segego no ha fallado”, dice con malestar disimulado el secretario frente a la prensa.
Encara a los familiares y habitantes de Santiago Progreso, Valle Nacional, con quienes intercambió puntos de una minuta de acuerdos que no se han cumplido por ninguna parte.
Pero sostiene que la solución no está en manos de la dependencia que dirige, sino entre los habitantes de ambas poblaciones.
LLEGA JARA
Minutos después, el gobernador electo, Salomón Jara Cruz, llegó acompañado de una numerosa comitiva.
El morenista arribó prometiendo atención, pero cuando tome el poder, por ahora no puede hacer, solo saludar de mano uno a uno y desearles suerte con una seña de pulgar arriba.
Los manifestantes detrás de una lona que sostenían dieron la mano a Jara Cruz; como si estuvieran en valla recibiéndolo.
Enseguida, saltó García López y le informó a Jara que a los manifestantes ya los están atendiendo.
—De todas maneras, cuando yo entre, yo los voy a ayudar” —dijo gustoso el mandatario electo mientras toma del hombro a un ciudadano, como en señal de empatía.
—Pero queremos ahorita, ya van 33 días —se escuchó el reclamo de una mujer.
—Nada más que los atienda el gobierno actual, sí es importante que los atiendan -responde Jara Cruz y se da la media vuelta para dirigirse al acceso principal al Palacio, frente al zócalo.
Pero apenas redireccionó su camino, otra queja llegó. Ahora del empresario restaurantero Isaac Cruz, a quien los Servicios de Salud de Oaxaca debe cuatro millones de pesos por proveeduría de alimentos.
“Yo no sé nada. No puedo decirte nada, apenas voy llegando”, responde Jara Cruz al empresario local sin detener el paso y sin mirarlo, solo escuchando.
Sobre el panorama que ve y que recibirá de Murat Hinojosa, Jara Cruz no quiso hablar antes del inicio formal de la mesa de transición.
Se limita en expresar sus deseos de “que se entreguen bien las cosas”, “luego le aviso”, manifestó ante la prensa.
Y mientras tanto, los manifestantes de Santiago Progreso se quedaron como siempre, escuchados pero sin solución.