Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 24 de octubre de 2024.- Los montones de basura ya llegaron al Andador Turístico de la capital de Oaxaca.
Montones de desechos fueron vertidos este mediodía en una esquina del templo Sangre de Cristo, en Alcalá y M. Bravo, mientras que a la mitad de ese paso peatonal había más bolsas.
En tanto, el edil Francisco Martínez Neri optó por poner a los empleados de confianza del ayuntamiento a apoyar en las tareas de concientizar a la población a la separación de basura.
De la bella Verde antequera queda el recuerdo frente a montones de basura; lejos está de la meta de una “ciudad educadora” con la que soñaba el edil capitalino surgido del Partido Morena.
El cierre del basurero municipal en Villa de Zaachila, el pasado 8 de octubre, frustró dicho proyecto para el primer año de gobierno, aunque la clausura no fue ni repentina, ni sorpresiva; se veía venir desde hace varios años, meses; se planeó, se reprogramó, la fecha llegó y se cumplió. La bomba estalló.
Basura revuelta en bolsas de nylon que casi siempre son rotas o abiertas por los perros callejeros o personas en situación de calle.
La separación ordenada de la basura no es posible frente a un obsoleto sistema de recolección, en el que al final la ciudadanía que logra cumplir ha denunciado que es vano.
De a poco el Centro Histórico se fue inundando de basura, de un fétido olor; casi ningún espacio se salva de ser punto de basura, que ni la propia capilla de Sangre de Cristo se libra.
Los peatones en la zona histórica sortean los derechos que se encuentran a lo largo del andador Macedonio Alcalá.
Las multas de hasta más de nueve mil pesos contra quien sea sorprendido tirando basura dejaron de ser una amenaza; cualquiera, a cualquier hora del día, arroja los desechos en la vía pública.
Pero el punto más crítico se ubica a lo largo del periférico, en inmediación de la Central de Abasto.
Los montículos de desechos, y olores, ya forman parte de la escena urbana cotidiana, a la que se adapta la propia sociedad.
Para los ciudadanos en situación de calle el nuevo vertedero en vía pública es un nuevo mundo por explorar, ya sea para la pepena o como dormitorio, o área recreativa.
Son varios metros de camellón los que se encuentran colmados de basura, lo que al mismo tiempo ya despertó el enojo de los vecinos de esa zona comercial, pues las enfermedades y plagas de fauna nociva están a la puerta de sus casas.
Es el caso de los colonos de la Artículo 123, que colindan con la calle de Galeana y en la que un pequeño tiradero crece a diario, y los puestos de comida o bebidas permanecen.
Ante esa situación, los vecinos no descartan una nueva protesta contra el ayuntamiento que dirige Martínez Neri por la incapacidad para resolver el problema de la basura, de conseguir un terreno que habilite como nuevo relleno sanitario.
