Ismael García M./Zona Roja.
Foto: Especial
Oaxaca de Juárez, Oax., 15 de octubre de 2019.- “En Oaxaca hay permiso para matar mujeres, lo han gritado otras víctimas, hoy nada puedo hacer para contradecir esos dichos”.
Así recriminó la diputada por el Partido Morena, Elisa Zepeda Lagunas, la liberación la madrugada de hoy de Miguel Ángel Peralta, quien estuvo acusado de homicidio e intento de homicidio, y había sido sentenciado a 50 años de prisión.
En un comunicado, la ex presidenta municipal de Eloxochitlán de Flores Magón responsabilizó al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, de su integridad física y la de su familia.
Asimismo, a la magistrada presidenta del Tribunal de Justicia de Oaxaca, María Eugenia Villanueva Abraján, y al juez Modesto Isaías Santiago “del peligro que correo mi vida y la de mi familia; poco le importamos a ellos”.
Zepeda Lagunas y su familia fueron víctimas de una agresión armada en diciembre de 2014, con saldo de dos personas fallecidas, varias lesionadas, además de incendio de vehículos, casas y comercios.
Aquí su comunicado completo:
Frente a mis ojos la justicia se desvanece en Oaxaca, estos mismos ojos que vieron el asesinato de Gustavo Estrada y de mi hermano Manuel Zepeda en diciembre del 2014 en Eloxochitlán de Flores Magón.
La libertad de Miguel Ángel Peralta, quien golpeó a mi madre y a mí al grado de darnos por muertas, y asesinó a Gustavo Estrada y Manuel Zepeda, representa un agravio, un insulto y un desaliento para las mujeres de Oaxaca que luchan porque la violencia feminicida no camine de la mano de la impunidad.
“En Oaxaca hay permiso para matar mujeres”, lo han gritado otras víctimas, hoy nada puedo hacer para contradecir esos dichos.
Miguel Peralta había sido sentenciado a 50 años por el asesinato de dos hombres indígenas de Eloxochitlán y el intento de darme muerte a mí y a mi madre, hoy dormirá en casa, como si nadie hubiera muerto, como si la sangre que derramó fuera insuficiente para nuestro sistema de justicia; como si la agresión hacia mi familia y hacia los habitantes de Eloxochitlán nunca hubieran existido.
Hoy la justicia se doblega frente a las mentiras, frente al odio, al cacicazgo, frente a los que se creen dueños de la historia comunitaria y del silencio de las familias indígenas que durante años han sido despojadas de sus tierras e incluso de su dignidad y de sus vidas.
Las instituciones se enmudecen frente a los gritos de justicia y castigo para quien hubiera sido el feminicida de mi madre y el mío si el apoyo de mi comunidad no hubiera llegado para llevarnos al hospital.
Muchos fueron los ataques mediáticos que acompañaron a la mentira de Miguel Ángel Peralta, es increíble ver como medios de comunicación de alcance nacional se prestaron a la criminalización de las víctimas para descolocar de la opinión pública los asesinatos e intentos de feminicidios cometidos por Miguel Ángel Peralta.
Pregonaron que era “un joven antropólogo”, como si una carrera universitaria limpiaran la sangre que trae y traerá siempre en sus manos.
No dijeron que Miguel Ángel Peralta y todos los que atacaron y mataron son los que se dicen anarquistas, los mismos que recibieron con flores al tirano Ulises Ruiz en pleno 2006, quienes han placeado por Eloxochitlán a personajes del PRI, los que saquearon a la comunidad en el trienio de Jaime Betanzos.
Hago responsable al Gobernador del Estado; a la Magistrada Presidenta del Tribunal de Justicia de Oaxaca, María Eugenia Villanueva; al juez Modesto Isaías Santiago del peligro que correo mi vida y la de mi familia; poco le importamos a ellos.