Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 3 de diciembre de 2022.- El desalojo al campamento de familias indígenas triquis en bajos del Palacio de Gobierno de Oaxaca, en la capital, polarizó las opiniones de defensores de derechos humanos, entre ellos el del sacerdote Alejandro Solalinde, que da razón al gobierno de Salomón Jara.
Desde su cuenta de Twitter, la activista defensora de derechos de las mujeres y fotoperiodista, Frida Guerrera —quien vivió en Oaxaca un periodo—, se pronunció contra el operativo del nuevo gobierno emanado de Morena, luego de ser testigo desde hace 12 años del desplazamiento forzado por la violencia en San Juan Copala.
“Llevan doce años desplazados, los despojaron de sus casas, su tierra, muchos de estos niños ya crecieron. Hoy fueron desalojados nuevamente de lo único que tenían ahora en Oaxaca”, expresó la defensora, quien acompañó el mensaje de fotografías del desplazamiento en 2010.
Por el hecho, dirigido por el titular de la Secretaría de Gobierno de Oaxaca, Jesús Romero López, Frida Guerra publicó: “La violencia no es la vía. La primera acción que comete Salomón Jara es contra mujeres y niños triquis. El poder no se conquista reprimiendo”.
En su hilo de mensajes en Twitter la defensora, quien ha dado acompañamiento a las mujeres triquis, dio a conocer que justamente, con la llegada de Jara Cruz al gobierno de Oaxaca, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos informó el 2 de diciembre que se retiraba la medida cautelar para 135 habitantes de San Juan Copala, en la resolución 66/2022.
“Por lo menos hubieras dialogado con ellas y ellos antes de actuar tan vilmente. Jesús Romero, porro de Salomón”, sentenció.
Por su parte, el activista Joaquín Galván, de la región Mixe, también expresó su rechazo a la medida de Jara Cruz en su “primavera oaxaqueña”.
“De todos los actos de estado simbólicos con los que pudo haber iniciado Salomón Jara su administración en un estado donde el crimen organizado se adentra, donde el gobierno anterior deja legado de corrupción, escoge irse contra mujeres triquis. Prioridades de un gobierno misógino”, escribió.
Agregó que el tema “indígena solo sirve en las Guelaguetzas, el resto del año estorban los pasillos y dan mal vista al zócalo de la ciudad”.
LA OTRA CARA
El sacerdote y defensor de derechos humanos, Alejandro Solalinde, también fijó postura ante el suceso, pues ha sido parte de las mediciones, en las que señaló existen intereses donde sólo importa el dinero.
“Cuesta trabajo entender que un grupito, no un pueblo, ni una etnia como la Triqui, haya rechazado soluciones y acuerdos que ya habíamos construido, para optar por la extorsión y vivir del dinero de esas dádivas. El desalojo del gobernador Jara es una decisión de orden ya esperada”.
Continuó su mensaje y precisó que “los hermanos Triquis desalojados en la Ciudad de Oaxaca han rechazado todas las soluciones. Yo mismo fui mediador en su conflicto y cuando habíamos llegado a una solución, la rechazaron sus asesores políticos que, por años han vivido de esto. Quieren dinero, no solución”.
Por otra parte, este sábado, en su regreso a Oaxaca tras su viaje a Veracruz este viernes, el gobernador Salomón Jara justificó en redes sociales el desalojo.
“Esta mañana saludé a paisanas y paisanos en las afueras de Palacio de Gobierno, donde nos mostraron su alegría porque ya disfrutan de un Zócalo limpio, ordenado y pueden convivir en familia. Son los primeros días y Oaxaca ya está escribiendo su propia historia”, citó.
EXIGEN RETORNO Y DIÁLOGO
El Movimiento y Unificación de Lucha Triqui Independiente exigió al gobernador Salomón Jara iniciar un diálogo con las familias desplazadas para construir el retorno seguro a su territorio.
Condenó que Salomón Jara haya priorizado el desalojo antes de una mesa de diálogo, por lo que también llamó al federal a asumir responsabilidad y de manera inmediata se instalen las mesas de diálogo como parte del proceso de pacificación y reconciliación que hemos propuesto como organización- desde hace mucho, dicen- para su regreso.
Este sábado, de nueva cuenta un grupo de ellas reactivó sus protestas y retiró las vallas del acceso principal al Palacio; y cuando la secretaria de Bienestar, Laura Estrada, salía del recinto, la jalonearon e intentaron retenerla.
