Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 5 de diciembre de 2022.- Doce asesinatos, entre ellos dos probables feminicidios y el de una autoridad; confrontación con el magisterio de la Sección 22; cese de un primer funcionario; marchas y bloqueos por doquier; discurso contradictorio y la polémica por la contratación de un argentino como asesor en medios de comunicación.
Ese es el arranque del sexenio de Salomón Jara Cruz, que inició el 1 de diciembre, tras relevar al priista Alejandro Murat Hinojosa; además ha comenzado a llenar de priistas y de cubrir de nepotismo al gabinete.
Ufano, criticó durante la campaña política —aunque se cuidó de no mencionar directamente el nombre de Alejandro Murat o de José Murat— la corrupción, el dispendio, el saqueo y el arribo de una docena de mexiquenses para gobernar la entidad en el sexenio priista.
Y, en ese contexto, Jara Cruz ofreció honestidad, nada de amiguismos o compadrazgos, pero sobre todo seleccionar a oaxaqueños para conformar su gabinete, discurso que quedó rebasado por la realidad oficial, en menos de una semana.
Evidentemente que al iniciar un gobierno, del nivel que sea, no se van a acabar de la noche a la mañana todos los problemas de una sociedad, mucho menos la inseguridad; sin embargo, en el caso del gobernante actual, ha habido una total falta de estrategia y de política interna.
LÍO MAGISTERIAL
El 26 de marzo en un restaurante de Los Ángeles, California, Jara Cruz asistió como candidato a la gubernatura a una reunión con oaxaqueños radicados en Estados Unidos.
De acuerdo con un video que se difundió, ahí hizo comentarios despectivos sobre el magisterio estatal, a acusarlos de cometer un crimen al ofrecer a la niñez una formación académica de las más atrasadas.
Dijo que tienen derecho a defender sus demandas pero también están obligados a ofrecer una educación de calidad, lo cual no suceden, por lo que Oaxaca tiene uno de los más bajos niveles educativos.
“Es un crimen tener a nuestros hijos, a nuestros nietos, a los que vienen atrós, con una mala educación, con una formación académica de las más atrasadas”, dijo entonces.
En esas fechas no hubo reproches ni indignación por parte de la Sección 22, habida cuenta de que Eloy López Hernández estaba totalmente ausente de la lucha sindical.
Sin embargo, tras la elección el 27 de noviembre del nuevo comité ejecutivo seccional, con Yenny Arely Pérez, resurgió la lucha y se dejó a un lado el oficialismo; tras ello hubo una marcha en que surgieron los primeros reclamos.
El 1 de diciembre marcharon, por primera vez de manera masiva después de muchos años de pasividad, en el marco de la toma de protesta del mandatario, e intensificaron sus reclamos hacia Jara Cruz.
Al día siguiente, emitieron un comunicado para exigir al gobernador no designará a Alejandro Tejada por considerarlo un represor de los maestros en el 2006.
Pero Salomón Jara los retó e hizo el nombramiento, lo cual no augura nada positivo para la relación entre ambas partes, sobre todo por la falta de operadores políticos que allanen acuerdos.
CONTRADICCIONES
Por otro lado, el gobernante habló y criticó continuamente el que Alejandro Murat gobernara Oaxaca con mexiquenses y se había comprometido a que los integrantes del gabinete serían oaxaqueños.
Pero ocultó que desde su campaña política tenía dos asesores ajenos a la entidad, uno político, José Antonio Rueda Márquez, y otro mediático, René González.
Al primero ya formalizó como jefe de gabinete y el segundo ya fue exhibido desde el propio gobierno, hartos de que un argentino amenace a los secretarios con cesarlos si no acatan los “lineamientos” que impone en materia de comunicación.
De hecho, resultado del exceso de poder del argentino fue el primer cese, en la persona de William Bautista, que hace apenas un mes había sido elogiado por Jara Cruz como un fiel colaborador… aunque pésimo comunicador.
Contradicciones hay muchas; del dicho al hecho ha habido mucho trecho y están también las designaciones de ex funcionarios en sexenios anteriores.
Jara había dicho que no habría ni muratistas ni gabinistas ni ulisistas y el primer caso fue el de Netzahualcóyotl Salvatierra; siguieron el priista y muralista Emilio de Leo y varios más, que han servido a otros sexenios y muchos de los cuales tienen la casaca priista, como el ulisista Jesús Romero López.
PLEITO TRIQUI
El 2 de noviembre por la madrugada hubo un desalojo, después de 12 años, del corredor exterior del Palacio de Gobierno, del que se habían apoderado indígenas triquis de Copala que habían contado con medidas cautelares por parte de la CIDH.
Días antes se retiraron pacíficamente otras organizaciones como UACOL y “Sol Rojo”, con lo cual quedó totalmente despejado el zócalo y el Palacio, además de una parte de la calle Flores Magón.
Supuestamente hubo acuerdos y, aunque todo fue pacífico, comenzaron los reclamos por parte de dos grupos, el de Reina Martínez y el de Lorena Merino, esta última más agresiva con su gente, al grado de retener e intentar ya golpear a dos funcionarios, entre ellos la secretaria de Bienestar.
Las protestas seguirán este lunes y no hay, de nuevo, operación política y, para colmo, para atizar la animadversión, el gobernador Jara Cruz estuvo este domingo en un acto masivo con el MULT-PUP, en la zona triqui, antagónicos de los triquis desalojados.
No hay absolutamente gobernabilidad y política interna, pues en los primeros cuatro días, las movilizaciones y bloqueos han estado al igual que en el sexenio del priista Alejandro Murat.
Bloqueo durante dos días de la carretera al Istmo por parte de Santa María El Tule; bloqueo por dos días en San Mateo Río Hondo; protestas y reclamos por todos días y la incapacidad de Jesús Romero López es cada vez más notoria.
PRIMAVERA ROJA
Como notoria es la nula estrategia de seguridad que traen dos personas ajenas al estado, como son el secretario de Seguridad, Iván García, y el jefe de la Policía Estatal, Gerardo Robles Lara, marinos recomendados a Karina Barón por parte de José Manuel Vera Salinas.
Doce crímenes en cuatro días, entre ellos un probable feminicidio y una autoridad auxiliar en Matías Romero. Ejecuciones al triple, como en el caso de Pochutla, y no se ve a la policía actuar más que para cuidar el zócalo al por mayor como si ahí se fueran a presentar el crimen organizado.
Claro, en los asesinatos, está la incapacidad también de las autoridades municipales, como el caso de Pochutla, Juchitán y de Salina Cruz (morenistas, por cierto), por mencionar algunos, que han sido pasivos ante la delincuencia.
Como dijimos al principio, evidentemente que de la noche a la mañana no se acabarán los problemas del estado, mucho menos los de la pobreza ancestral.
Pero los primeros cuatro días han demostrado que el gobernador morenista inició sin estrategia, sin operadores políticos, sin enlaces con el magisterio y con excesivas contradicciones entre su discurso y la realidad.
Evidentemente que los asesores fallan, pues no conocen el estado, como es el caso de Rueda Márquez y el argentino René Palacios, con otra pifia hoy, al invitar selectivamente a una conferencia de prensa.
Claro que es apenas el inicio y hay que esperar; hay que dar el beneficio de la duda al nuevo gobernador.
Pero si no adapta su discurso de candidato a los hechos como titular del Poder Ejecutivo, pues nada más todo seguirá igual, o peor.
