Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, a 15 de febrero de 2023.- Las elecciones del próximo junio son vistas como una antesala de lo que podría venir para el proceso 2024 en diversos rubros, incluida la violencia contra políticos.
La alternancia política en el Estado de México podría generar conflictos entre militantes rivales, ya que existe la amenaza de que ciertos grupos políticos fijos pierdan los beneficios que, por décadas, les ha brindado el uso irregular de recursos públicos, consideraron especialistas en la materia.
El Estado de México renovará el domingo 4 de junio su gubernatura, por la que compiten Juan Zepeda, por Movimiento Ciudadano (MC); Alejandra del Moral, de la coalición PAN, PRI y PRD y Delfina Gómez, de Morena, PT y PVEM.
En días pasados, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de México dio a conocer que por inseguridad y violencia, 33 municipios del Edomex son considerados de riesgo de cara a las elecciones, de los cuales 17, son catalogados como de riesgo alto ante la incidencia delictiva municipal, la existencia de conflictos interpartidistas; la presencia de grupos de choque y antecedentes de conflictos político-electorales.
Rubén Salazar, director de la consultora de riesgos y violencia política Etellekt destacó que, aunque el indicador de agresiones contra políticos del Edomex ha transcurrido sin hechos de violencia significativos, existe el riesgo de que se presenten enfrentamientos, incluso armados, entre grupos de militantes de partidos rivales durante el proceso electoral. Sobre todo, en regiones de la denominada zona de tierra caliente.
ÁNIMOS EXTREMOS
El experto advirtió que, con la posibilidad de la alternancia política en el Edomex, los ánimos entre los militantes pueden ser extremos.
“La elección implica la posibilidad de que el PRI pierda una entidad donde no ha habido alternancia, y donde muchos grupos viven del erario público o de los apoyos que emanan del gobierno central, los que puedan perder, quedando desplazados políticamente y del presupuesto.
“Esto caldea los ánimos en todas las regiones, pero donde más se pueden explotar, incluso a través de enfrentamientos armados, es en la región sureña del Edomex, entre militantes de los partidos que se ven en desventaja ante la desesperación que implica perder un poder y el control de los recursos”, subrayó el experto.
Si bien hay poca probabilidad de agresiones contra candidatos, el analista añadió que sí podría haber violencia contra operadores políticos de los distintos partidos que están compitiendo, ya que son los encargados de dirigir la maquinaria electoral y en procesos pasados no han quedado libres de estas agresiones lo cual, lamentó, no se investiga.
CRIMEN ORGANIZADO
German Pérez Fernández del Castillo, académico y coordinador del seminario de estudios políticos y electorales de la UNAM, señaló que el proceso electoral del Edomex, como en cualquier otro, la influencia del crimen organizado podría estar presente y llegar a ser obvia.
Sin embargo, lamentó que las amenazas contra políticos pueden hacer que no se denuncien las agresiones.
Por ello, consideró que uno de los problemas más importantes a resolver, en materia de violencia en elecciones, es la posible intervención de la delincuencia, pues puede ser realmente definitoria para el rumbo de un estado o incluso el país.
Asimismo, el politólogo subrayó los riesgos que genera una posible alternancia en el Edomex, sobre todo al presentarse en la entidad lo que parecieran dos elecciones; una a nivel federal y otra a estatal.
“Hay intereses económicos de grupos ajenos a los políticos. En el Edomex hay una proclividad hacia Morena (…) Tenemos una intervención tanto de funcionarios públicos como de militantes de partidos disfrazados de funcionarios.
“Y también, en el Estado de México, el PRI jugará su papel, y no sabemos todavía la reacción del electorado frente a estas acciones”, concluyó.
FRACTURA EN COAHUILA
Coahuila se alista para llevar a cabo lo que será su elección más competitiva en los últimos años, y aunque se estima que la violencia física o armada no será tan marcada en este proceso electoral, es de esperarse una serie de acciones de tipo campaña negra, señalaron expertos.
El próximo 4 de junio, la entidad renovará su gubernatura así como 25 diputaciones locales, con Ricardo Mejía Berdeja (PT), Manolo Jiménez Salinas, de la alianza Va por México (PRI, PAN y PRD), y Armando Guadiana Tijerina, de Morena, como los principales candidatos al gobierno local.
Esta elección se ve enmarcada por la fractura entre los partidos PT y Morena, luego de que Mejía Berdeja se quejó por no ser electo como el candidato de Morena, tras lo cual decidió ser el abanderado del Partido del Trabajo.
“En Coahuila, al no haber elecciones municipales la violencia es menor y es muy poco probable que haya eventos de violencia, sobre todo física o agresiones que atenten contra la integridad de los candidatos, pero sí es probable que ocurra una serie de actos de violencia como intervención de comunicaciones contra candidatos, actos de espionaje o violencia contra operadores”, sostuvo Rubén Salazar, director de la consultora Etellekt.
El experto en análisis de riesgos electorales destacó que, al hablar de violencia política en Coahuila, se puede señalar que será un proceso electoral donde la política se vivirá de manera áspera, principalmente por la elección de Mejía Berdeja y las fricciones que generó su candidatura.
(Información de “El Economista”)
