Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 12 de marzo de 2023.- Rompieron vidrios de puertas y balcones; quemaron llantas; lanzaron cohetones al interior del Palacio de Gobierno; tiraron piedras, rompieron lámparas; ahuyentaron a la policía… y al final se fueron triunfantes e impunes.
“¡Vámonos! ¡Qué feo es este pinche estado! Nos dijeron que nos íbamos a divertir y que había seguridad y ¡miren! ¡Vamos, corran!”.
El grito de una de tantas familias de turistas que como cientos de personas, llenaban el zócalo y disfrutaban de la música y de una jornada dominical aparentemente tranquila.
Pero esa endeble paz se rompió a eso de las seis de la tarde. Unos 200 egresados normalistas llegaron con furia al Palacio de Gobierno y comenzaron a quemar llantas, a romper los vidrios con piedras lanzadas con horquetas y a gritar consignas.
“¡Liberen a nuestro compañero o quemamos todo! ¡Si no nos dejan libre van a conocer nuestra rabia!”.
El motivo: la detención, presuntamente por un elemento de la Policía Municipal de Oaxaca de Juárez, de un normalista en inmediaciones del campamento que tienen dede hace mes y medio en la calle de Armenta y López y Guerrero, a una cuadra del zócalo.
Nadie para responder. Ni un funcionario en la zona. Gritos y más cohetes contra el inmueble. Las llantas ardían, el humo negro invadía todo el Centro Histórico, al igual que el miedo.
Los restaurantes y demás comercios, a punto de cerrar las cortinas para evitar daños. Más piedras, más cohetones, quema de llantas y madera en la principal.
Luego la corretiza, a las calles de Bustamante; luego a Trujano y Flores Magón.
El motivo, la llegada de una patrulla, que fue ahuyentada por los normalistas a eso de las 18:30. Corrieron los policías y los normalistas agarraron el primer camión que pasó por 20 de Noviembre, para llevarlo al zócalo.
Tensión a cada rato. Corredizas a los extremos del Palacio. Policías de nuevo a eso de las siete de la noche. Ahora con equipo antimotines y listos para entrar en acción.
Hasta esa hora llegó Édgar Gandarillas, funcionario de la Secretaría de Gobierno que encabeza Jesús Romero López. Intentó que se retirara la policía.
“No, háblenle al secretario de Seguridad; yo no me puedo retirar si no recibo órdenes de él”, respondió el elemento de la UPOE de la Policía Estatal, Rogelio López Escamilla, quien se inició como guardia de seguridad de Ulises Ruiz, y es cercano a José Manuel Vera Salinas, quien lo trajo a Oaxaca.
Gandarillas tomaba el teléfono; llamaba; la tensión crecían. Al otro extremo de Trujano, esquina Flores Magón, los normalistas listos para enfrentar a policías; palos, piedras y cohetes de por medio.
Por fin vino la orden. A las 19:11 horas la policía volvió tras los pasos; en seguida, concedieron la petición de los normalistas: liberaron al detenido, supuestamente denunciado por una mujer que habría sido agredida.
A esa hora los comercios, como el restaurante “Bar Jardín”, ya lucían vacíos; la gente seguía huyendo, en previsión de lo peor.
Pero no. A las 19:15 horas la tensión bajó. “No es una situación que tuvo que ver con los normalistas; fue un incidente aislado que los normalistas malinterpretaron. No hay ninguna intención por parte del gobierno estatal, de la Secretaría de Seguridad Pública para reprimir su movimiento. Fue un malentendido que mañana será aclarado”, defendió el funcionario de la Secretaría de Gobierno.
-Hasta cuándo van a permitir a los normalistas estas movilizaciones.
-Eh… está… la información se la tienen que dar las autoridades correspondientes, yo no puedo darles esa información.
-¿Fue liberada la persona?
-Eh… mañana se dará información en la “mañanera” respecto a eso. Fue una confusión. Una confusión nada más.
Una confusión en la que el gobierno de Salomón Jara Cruz terminó doblegado ante la ola vandálica de los normalistas.
“Pinche ma… y cómo a los triquis y a los de Xiacuí sí les echaron a la policía y los desalojaron y con los normalistas no puedan. ¡Para eso me gustaban!”, masculló un ciudadano irritado que pasaba en la zona.
