Inicio COLUMNA Opinión. Drogas, México y EU: ¿quién tiene la razón?

Opinión. Drogas, México y EU: ¿quién tiene la razón?

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., a 13 de marzo de 2023.- Un hecho criminal que involucró a cuatro norteamericanos, dos de ellos asesinados, reveló que el gobierno de México sabe a la perfección cómo opera el crimen organizado y quiénes son.

Aunque lo niegue el Presidente Andrés Manuel López Obrador; aunque diga que los “conservadores” lo critican por estar haciendo bien su trabajo, en el actual sexenio que llama de la “Cuarta transformación”, los grupos delictivos reinan con absoluta impunidad.

Se extienden aceleradamente día tras día; se inmiscuyen en decisiones de gobierno; tienen autoridades federales, estatales y municipales a su alcance y a su mando.

Son intocables, prácticamente; tienen negocios que han convertido en lícitos, para “lavar” los cientos o miles de millones de pesos o dólares que obtienen de ganancias por la venta de drogas y por múltiples actividades ilícitas. 

Pero nadie los toca. Ni los priistas ni los panistas ni ahora los morenistas. La “transformación” de México es una farsa y una clara muestra es el “narcoestado” que vive el país, pese a o con el aval de las autoridades.

LA CRISIS

El pasado 3 de marzo, cuatro norteamericanos de Carolina del Norte, tres de ellos con antecedentes penales, ingresaron a México, supuestamente a comprar medicinas, según la versión oficial mexicana; a realizarse una cirugía estética, según la versión estadounidense.

Llegaron a Matamoros, Tamaulipas y pocas horas después, a la luz del día, fueron perseguidos y luego interceptados por un grupo criminal, que baleó a algunos de ellos y los secuestró.

Por cierto, en ese tiroteo murió una mexicana, Arely Pablo, de la que nadie se acuerda ni exige justicia.

El grupo criminal los llevó a un refugio donde los mantuvo plagiados y no fue sino hasta dos días después en que el gobierno de Estados Unidos reaccionó y reclamó al de México por sus ciudadanos.

Presionados, por este hecho, el gobierno de México se activó; el lunes uno de los principales funcionarios del gabinete de Andrés Manuel López Obrador hizo llamadas telefónicas, mientras se activaban operativos policiacos.

Alguien en una “llamada anónima” dio la localización de los secuestrados y fueron por ellos, el 7 de marzo; hallaron a dos sin vida, un ileso y otro herido.

Y como si fuera por arte de magia, un líder del Cártel del Golfo ordenó al día siguiente que se entregaran los seis responsables del plagio y ejecución; los fueron a tirar vivos a la calle, en una camioneta, para que los recogiera la autoridad.

Incluso, el cártel ofreció disculpas e identificó a los captores como “Los Escorpiones”, a quienes no ejecutó sólo para dar argumento a la autoridad estatal y federal de que sí habría justicia:

“Hemos decidido entregar a los involucrados y responsables directos en los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia decisión e indisciplina”, difundió el Cártel del Golfo, para “contribuir” con la autoridad.

¿Quién y por qué y cómo los obligaron a ceder, primero para dar con el paradero de los norteamericanos, y luego para entregar a los probables autores del plagio y asesinatos?

EL AMAGO NORTEAMERICANO

Hasta ahora poco se sabe de Shaeed Woodard y Zindell Brown, quienes fueron hallados sin vida en el ejido “Tecolote” de Matamoros, como tampoco de los sobrevivientes Eric Williams y Latavia McGee.

Pero desde el lunes 6 de marzo, el gobierno de Estados Unidos alzó la voz y desde la Casa Blanca tildó este tipo de ataques de “inaceptables”, lo que originó un mayor nerviosismo en el gobierno de López Obrador.

Además, ofrecía una recompensa de 50 mil dólares para quien proporcionara información de sus ciudadanos.

Incluso, aunque México no lo quiera aceptar, Estados Unidos ya había enviado a agentes de diversas corporaciones, entre ellas el FBI, para realizar sus indagatorias y es muy probable que también hayan participado en el rescato de los plagiados.

Tras la localización, los estadounidenses continúan las pesquisas e incluso abrieron un sitio de internet para recabar más información, www.fbi.gov/brownsville.

Ese fue el marco para el inicio de la andanada de un grupo de legisladores norteamericanos, principalmente del Partido Republicano, para insistir en su exigencia de que los cárteles de la droga sean considerados terroristas.

Con ello podrían incursionar con sus grupos de élite e incluso el Ejército a territorio mexicano para acabar con las mafias.

LA DISCULPA MEXICANA

La disculpa mexicana no llegó desde el gobierno por el caso de los norteamericanos, sino desde el Cártel del Golfo.

Y oficialmente, México, preocupado, lanzó su perorata desde la tribuna presidencial conocida como “mañanera”, en que el Presidente insistió que todo está bien y que no hay conflicto con las autoridades del país vecino.

Sin embargo eso no fue lo que se vio a media semana en que altos funcionarios de Estados Unidos llegaron a México y se reunieron con López Obrador en privado por varias horas.

El de Matamoros sólo es un episodio de la impunidad conque reinan los cárteles en México y un claro ejemplo de ello ocurrió en el 2019, el primer año de gobierno del mandatario, en que le ordenaron liberar a Ovidio Guzmán.

Fue reaprendido a inicios de este año, pero desde este país se han puesto múltiples obstáculos para evitar que el hijo de “El Chapo” Guzmán sea extraditado.

Como polémico fue el caso en que durante un viaje a Sinaloa, Andrés Manuel López Obrador saludó con toda amabilidad a la madre de Guzmán Loaera.

Como extraño el que el gobierno de México no haya intervenido en absoluto para poner más pruebas en contra de Genaro García Luna, sentenciado por varios delitos, entre ellos narcotráfico.

Y únicamente justifique y argumente que fue cobijado por el entonces presidente Felipe Calderón, del PAN, contra quien ha lanzado una andanada política.

¿Y LA CULPA?

Estados Unidos reclama y recrimina el daño a las drogas contra sus ciudadanos, principalmente ahora por el mortal fentanilo.

Pero no se ve por ningún lado ninguna acción preventiva para evitar el alto consumo de drogas en todas sus entidades; mucho menos se sabe de la detención de capos nortemericanos de la mafia.

Es sencillo: ¿por qué llega tanta droga al vecino país?, pues por la gran cantidad de consumidores; tanta que ya es prácticamente normal que desde las escuelas del nivel básico se inicien en el consumo de estupefacientes.

¿Por qué tantas muertes por fentanilo? Porque los norteamericanos están ávidos de probar nuevas experiencias en las drogas; porque la marihuana y la cocaína, tan comunes hasta en el mundo empresarial, ya no les satisface.

¿Es la culpa toda de México por enviarles droga a raudales y proteger a los cárteles? De ninguna manera. La culpa es de todos, desde la sociedad hasta las autoridades de ambas naciones y de muchas naciones. Quizá sea hora de voltear a nuestra casa, para bajo que valores educamos a nuestros hijos y qué sociedad estamos creando.

Claro, sin dejar de señalar ni evidenciar la grave corrupción que permean en México y en Estados Unidos a causa de los estupefacientes.

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