Inicio Minuto a Minuto Hija de Martínez Soriano también fue detenida y torturada en movimiento estudiantil 

Hija de Martínez Soriano también fue detenida y torturada en movimiento estudiantil 

por Agencia Zona Roja

Yuridiana Sosa/Zona

Oaxaca de Juárez, Oax., a 29 de abril de 2023.- Recordar los crueles momentos que vivió le siguen costando lágrimas. Fue atada de pies y manos; vendada de ojos y boca, sumergida en tambos con agua y toques eléctricos.

Eso fue parte de lo que Maribel Martínez Pérez, hija del activista luchador social Felipe Martínez Soriano, sufrió durante su detención apoyar el Movimiento Democrático Universitario en Oaxaca.

La mujer de 64 años de edad, médica de profesión, relató en el marco del “Informe de La Comisión para el Acceso a la Verdad de la Guerra Sucia sobre su ingreso a cuarteles de la VIII Región Militar y XXVIII Zona, de Santa María Ixcotel” parte de los hechos de los que fue víctima a manos de elementos policiales a cargo de Miguel Nazar Haro, en ese entonces titular de la antigua Dirección Federal de Seguridad.

Ella era activista, apoyaba el movimiento y junto con sus hermanos ayudaban a los universitarios a encontrar refugios para ponerse a salvo de la fuerza pública.

HECHOS

Con apenas 17 años, el 14 de diciembre de 1976, la adolescente fue privada de su libertad ilegalmente. Ese día comenzó una pesadilla viviente de cuatro días, pero que marcó su vida.

Aquel día, alrededor de las 18:00 horas, fue interceptada por tres patrullas cuando viajaba en su vehículo por frente a la iglesia de Trinidad de las Huertas en la capital del estado. Desde el primer instante hubo violencia, la tomaron de los cabellos y a jaloneos la subieron a una patrulla.

En ese entonces, su padre, líder del movimiento e integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre y del Partido Revolucionario Obrero Campesino “Unión del Pueblo” (PROCUP), era perseguido y se encontraba en la Ciudad de México denunciando la escalada militar en la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), a la que habían llegado unos cinco mil efectivos.

“Se buscaba una universidad justa, democrática, científica, pero costó muchas represiones, cárcel, persecuciones, tortura y hasta exilio”, indicó la sobreviviente.

Recuerda que la llevaron al cuartel de la Policía Estatal, donde ahora es el cuartel de Bomberos, ahí la colgaron, le jalaron pies y manos, pero no le vendaron los ojos, eso le permitió reconocer a Wilfrido Castro quien comandaba a las policías federales en Oaxaca y a Miguel Nazar Haro de la Dirección Federal de Seguridad, quien se enojó por permitirle visibilidad.

¿QUÉ PASÓ?

De inmediato comenzó el violento interrogatorio de hechos que ella desconocía. “¿Qué pasó?” le repitieron, pero ella desconocía a qué hechos se referían, mientras también la acusaban de repartir propaganda subversiva a los universitarios y decir quién se la daban.

Martínez Pérez no era esa persona, ella sólo se dedicaba a ayudar a los universitarios con la intención de que no sufrieran las violaciones policiales.

Los actos de tortura continuaron hasta el 18 de diciembre, lapso en el que en dos ocasiones la sacaron de la base de detención para llevarla a otro sitio, aparentemente aislado al aire libre.

Fueron dos ocasiones, en la noche, en la que la ataron de pies y manos, le vendaron ojos y boca; la subieron a un carro; recuerda que luego de unos 10 minutos en carretera tomaron un breve camino de terracería. Una vez ahí, la sumergen de cabeza en un tambo con agua, después le dan toques.

Recordar el hecho quiebra a Maribel Martínez durante su relato.

Mientras ella sufría tortura, su madre inició una campaña de difusión para localizarla, a tal punto que lograron liberarla, pero bajo un procedimiento igualmente arbitrario.

La adolescente fue llevada a la UABJO, donde le hicieron un careo y le exigieron la reconstrucción de hechos ante autoridades y policías, después trasladada a Ixcotel, donde vio a decenas de presos políticos, pero a diferencia de ellos, Martínez Pérez quedó en libertad.

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