Diego Enrique Osorno*
El Corredor Interoceánico, el Tren Maya, el Proyecto Integral Morelos y el Aeropuerto de Santa Lucía forman parte de un mismo megaproyecto territorial para reordenar, dentro de México, las fronteras de Norteamérica con el resto del continente, expuso Carlos González, representante del Congreso Nacional Indígena (CNI), durante su intervención en el panel con el que comenzó el Encuentro Internacional celebrado tras el fin de la Caravana El Sur Resiste.
En el auditorio principal del Cideci/Caracol Jacinto Canek, de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el delegado estimó que el sistema capitalista está viviendo una profunda crisis agudizada por la pandemia. “Hablamos de un mundo previo a la pandemia y un mundo post-pandemia. La pandemia explotó la crisis del sistema capitalista: desempleo, inflación, crisis de redes de alimentación y una nueva recesión en Estados Unidos”.
González consideró lo que sucede como una crisis civilizatoria a nivel mundial. “Y esta crisis nos obliga a tener la entereza de buscar algo no pequeño: la destrucción de ese sistema patriarcal y capitalista. No podemos ya proponer políticas, propuestas de gobierno o reformas legislativas que se queden a la mitad. No nos sirven medidas a medias. Necesitamos compromiso, porque lo que está en juego es la vida”.
Ante la situación, consideró que los dos principales faros de resistencia que existen en la actualidad son el movimiento feminista y la lucha de las comunidades indígenas. “Hay que reconocer dos luces de esperanza actual: la lucha de las mujeres en todas sus formas, aunque a los hombres nos preocupe que rompan vidrios y rayen monumentos, cosas insignificantes frente a la violencia que viven; la otra luz es la luz de los pueblos originarios que luchan por defender el territorio… hay que alimentar estas dos luces, hacerlas crecer y juntarlas”, estimó.
En un comunicado emitido también en www.elsurresiste.org por el grupo de delegados caravanistas del CNI, añadieron que “la desinformación y el resultado de estas estrategias de violencia capitalista y patriarcal, de sometimiento, represión, despojo, explotación y desprecio, han generado un desarme en el sentir mas profundo de los seres humanos que habitan este sureste mexicano, pues una gran parte de la población acepta estos megaproyectos de muerte como una opción de vida y conformismo. Han llegado a aceptar que tendrán trabajo, fuentes de ingreso, integración al “desarrollo”, cuando en realidad, seguirán siendo peones, mano de obra barata y sirvientes del capitalismo”.
DISPUTA EU-CHINA
Por su parte, la economista Ana Esther Ceceña, quien también participó en la mesa inaugural del encuentro, revisó la situación global a partir de la disputa entre Estados Unidos y China. “Está en juego ver quién se queda con el poder de este mundo, marca las reglas del juego y define la forma de vida”.
Como parte de este reacomodo y pugna geopolítica, el sureste mexicano se ha vuelto un territorio clave para los intereses estadunidenses. “Una pieza clave para Estados Unidos es el reacomodo de Norteamérica y la unión de estas zonas. Cada vez será más fuerte el intento de control por estos territorios por la amenaza de China y estas alianzas. Se agudiza en el ámbito económico — buscan más suministros de productividad, territorio, cultura…”.
La investigadora consideró que la región se ha vuelto fundamental para la estrategia de defensa del gobierno de EU, que además está buscando garantizar que las empresas de su país puedan tener posibilidades y garantías de inversión a lo largo de este territorio.
Otra cosa que resaltó como uno de los efectos de dicha dinámica global es el proceso de aniquilamiento cultural puesto en marcha para garantizar el flujo del capital. “Hay también una estrategia de despojo de todo lo simbólico, lo espiritual, lo cultural; un ejemplo es toda esta destrucción de tesoros arqueológicos en la ruta de estos trenes, la retroexcavadora los rompe, los destruye y los que no, se los llevan, los roban. Todo esto que se encuentra es historia y está siendo destruida en aras de un progreso que no es tal”.
Tras describir su visión actual, pidió a los caravanistas y demás participantes del encuentro no agobiarse, sino entender lo que sucede y alistar estrategias. “Preguntarnos, ¿cómo planteamos estas disputas por territorios entre poderes?, ¿cómo defendemos nuestras vidas, formas y modos? y ¿qué es lo que tiene que prevalecer? Las preguntas son cómo reconstruir el territorio, cómo reconstruir nuestra cultura y forma de vida sin dejar de reconocer las raíces, la historia y la geografía a donde pertenecemos”.
MUJER, VIDA Y LIBERTAD
Dilda, representante del Movimiento de Mujeres del Kurdistán, relató la experiencia del Confederalismo Democrático impulsado por el pueblo kurdo como forma de autorganización ante el modelo de Estado-Nación, mediante el cual se ha ido consolidando un sistema autónomo que tiene como punto de partida la liberación de las mujeres.
“Para nosotras es fundamental la relación entre la Madre Tierra y Madre Mujer. Con esa relación íntima entre mujeres y la naturaleza, buscamos destruir la forma de pensar masculina dominante. Luchar con nosotros mismos para transformarnos y quitar ese sistema de dominación del hombre. Nuestro lema es ‘Mujer, Vida y Libertad’”, compartió.
“Necesitamos unir sabidurías, esperanzas, sueños, experiencias de pueblos, mujeres y disidencias que luchan contra el sistema. Defender la revolución de Kurdistán es defender la revolución de las mujeres”.
Continuará…
*Escritor y periodista.
@DiegoEOsorno
