Diego Enrique Osorno*
“Desde el Corazón de la tierra donde nació, creció y se reproduce la digna rabia”, tras dos días de reuniones, los participantes del Encuentro Internacional El Sur Resiste, elaboraron un pronunciamiento dirigido a la Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), al Congreso Nacional Indígena (CNI) y a la sociedad en general, en el cual resumen las “calamidades” que encontraron durante la Caravana que realizaron del 25 de abril al 4 de mayo.
Los “pueblos rebeldes de las geografías del Sur-Sureste” y las “redes solidarias de resistencia y rebeldía planetaria”, recorrieron “los territorios afectados por los megaproyectos militares interconectados, el tren mal llamado Maya y el Corredor Interoceánico”, partiendo de la comunidad de El Progreso, en Pijijiapan, por la costa de Chiapas, hasta cruzar luego el Istmo de Tehuantepec, desde la comunidad binniza de Puente Madera, en San Blas Atempa, Oaxaca, hasta la comunidad nahua de Oteapan, en Veracruz. De ahí siguieron a la península de Yucatán, atravesando Tabasco y Campeche, para continuar luego la ruta por Quintana Roo y volver de nueva cuenta a Chiapas, donde celebraron y se congregaron en el Caracol Jacinto Canek/Cideci.
“En toda esta travesía, nuestros corazones, sentires y pensares se abrieron a la escucha y la observación de los múltiples dolores y destrozos provocados por la voracidad del gran capitalismo mundial que en cuerpo propio palpamos a través del constante hostigamiento a nuestra caravana por parte de los cuerpos policíacos y militares del Estado Mexicano”, plantean en el documento divulgado en www.elsurresiste.org.
Desde su perspectiva, el sur-sureste mexicano está padeciendo reacomodos geopolíticos mundiales en los cuales los grandes capitales occidentales y orientales han acelerado una “nueva etapa de guerra de colonización, disputándose los territorios de nuestro planeta, destruyendo la madre naturaleza, despojando, explotando y expulsando a los pueblos y asesinando y desapareciendo a quienes se oponen a ellos, constatamos la complicidad de los Estados y del crimen organizado en sus variadas modalidades todas ellas sanguinarias”.
“El corredor interoceánico -explican- ha sido lugar de tránsito desde tiempos ancestrales de las rutas comerciales de los pueblos, pero en tiempos de la colonia y de la dictadura de Porfirio Díaz, así como durante los gobiernos del siglo XX y XXI han intentado apropiarse de él sin conseguirlo, esto por la resistencia histórica de los pueblos de la región”.
Cuestionan al gobierno federal actual “que se autonombra de la Cuarta Transformación pero no es diferente, ya que contempla la modernización de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, la construcción de una autopista y la modernización de la vía férrea para trenes de carga que no solo conectará los dos puertos sino que también lo hará con el tren que llaman Maya en la Península de Yucatán”.
“Por eso decimos que el Corredor Interoceánico, el tren mal llamado Maya y el Proyecto Integral Morelos en el centro del país son parte de una red de interconexión y suministro de energía para las corporaciones que operarán en el sur del país y Centroamérica, la mayoría de ellas de capital privado y extranjero”.
DESASTRES “NATURALES”
Una parte del diagnóstico del pronunciamiento comienza por resaltar que “se instalará una línea de alta tensión y la ampliación del gasoducto del Istmo que pretenden conectar con la nueva tubería marítima que traerá el gas fracking de Texas hasta nuestras tierras. Este proyecto se construirá a lo largo del litoral veracruzano, en la cercanía del sistema arrecifal, desde Tuxpan hasta Coatzacoalcos y con otro ramal marítimo hasta la nueva refinería Dos Bocas también parte de este megaproyecto”.
“Esta infraestructura refleja la profundización de un modelo, basado en la extracción de hidrocarburos fósiles, que durante el siglo XX aceleró, de manera nunca antes vista, los indicadores de contaminación y del calentamiento global, reforzado por energías supuestamente limpias en manos del gran capital extranjero que no representa ninguna transición energética justa para los pueblos”.
Otra de las anotaciones que resaltan de su recorrido es que “la Caravana presenció la devastación de la selva para abrir paso a las vías del tren, cientos de kilómetros y millones de árboles talados ahí donde antes caminaba el venado y el jaguar. Los flujos de la sagrada agua están siendo modificados con consecuencias catastróficas para los pueblos a los que nombrarán en un futuro como desastres naturales”.
Y de manera destacada enfilan su crítica al Tren Maya. “La construcción de ese tren, viene acompañada de la instalación de 21 estaciones y zonas de desarrollo turístico, parques eólicos y fotovoltaicos, termoeléctricas, cerveceras, granjas de cerdos, cultivos de palma, soja y otros monocultivos, así como grandes desarrollos inmobiliarios, complejos hoteleros, centros comerciales, casinos, restaurantes y todo lo necesario para las grandes masas de turistas que se espera arriben a la península, provocando el despojo, el extractivismo voraz y la destrucción de las formas de vida de los pueblos mayas”.
Sobre la implementación de estos megaproyectos oficiales, “tanto en la península como en el Istmo, mediante la desinformación y las falsas promesas de bienestar ligado al manejo engañoso de conceptos como el progreso y el desarrollo donde los programas sociales han jugado un papel fundamental, por miedo a la violencia, a la separación de la comunidad y a la posible perdida de los programas sociales, muchas personas callan y no se organizan, aún sabiendo y viendo la violencia creciente y la destrucción de los territorios”.
“Pero son cada día más evidentes los males que llegan con estos megaproyectos de muerte. Todas estas infraestructuras representan el despojo de nuestros territorios para beneficio de los grandes capitales como parte de un proyecto operado por las fuerzas armadas de México, Ejército, Marina y Guardia Nacional en coordinación con los cuerpos policíacos y migratorios y en contubernio con los carteles de la delincuencia organizada y la consecuente expansión de las economías criminales capitalistas y patriarcales”.
(Continuará…)
*Escritor y periodista.
@DiegoEOsorno