Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 10 de julio de 2023.- Una vez más, tras el asesinato del periodista Luis Martín Sánchez, de “La Jornada” en Tepic, Nayarit, el gremio periodístico de Oaxaca alzó la voz para exigir al gobierno de México justicia y un alto a las agresiones contra los comunicadores.
Los trabajadores de medios informativos manifestaron su preocupación por el aumento a gran escala de la violencia contra este gremio en México, de la cual la entidad no es la excepción.
Desde la explanada del templo de Santo Domingo de Guzmán, los periodistas de la capital oaxaqueña y corresponsales de diversos medios nacionales también guardaron un minuto de silencio por Martín Sánchez.
El responsable de la agencia de noticias ZONA ROJA en Oaxaca, Ismael García, condenó los actos contra compañeros de Guerrero, Nayarit y Veracruz, donde el nivel de violencia es extremo, mientras que no existen garantías para que el gremio ejerza con libertad.
Antes de su asesinato, Luis Martín Sánchez fue reportado como desaparecido el pasado 5 de julio; a él también le robaron su equipo de trabajo en su oficina. En tanto que su cuerpo presentó huellas de tortura.
Mientras que, en Nayarit, recordó que sigue desaparecido el periodista Osiris Maldonado de la Paz, visto por última vez el 3 de julio en Tepic. También desapareció Jonathan Lora Ramírez, presuntamente por parte de un grupo armado; apareció con vida el sábado pasado.
En la población de Nanchital, Veracruz, el 6 de julio desapareció el fotoperiodista Juan Carlos Hinojosa Viveros y en Chilpancingo, Guerrero, la noche del pasado viernes sujetos desconocidos ingresaron a robar al domicilio del reportero Alberto Gómez. En esa ciudad suman al menos otros siete casos similares, denunció el Sindicato Nacional de Redactores de Prensa.
El periodista Pedro Matías, corresponsal de “Proceso”, alertó a la sociedad que con estos actos contra los medios de comunicación se está silenciando a la sociedad y cuando eso pase los derechos de la ciudadanía no podrán ser escuchados.
“No queremos que el país termine silenciado, el llamado es para que la sociedad sea empática y también exija el cese a las agresiones a los periodistas. Esto es una luz roja que dice ‘sociedad despierta’”, apuntó.
Por su parte el fotoperiodista y corresponsal de “La Jornada”, Arturo Pérez, recordó también a los colegas asesinados Miroslava Breach y Javier Valdez en 2017. Por ellos y otros compañeros exigió justicia con castigo no sólo para los autores materiales, también para los intelectuales de los crímenes.
EN OAXACA
Las agresiones en Oaxaca contra los periodistas se registran hasta por parte de los servidores públicos, como fue el caso del reportero Jesús Cruz, del portal “Oaxaca Hoy”, a quien un elemento de la Policía Estatal lo amenazó con detenerlos, sin motivo.
Ocurrió el pasado 7 de julio durante un operativo policiaco en la agencia de San Martín Mexicapam, de la ciudad de Oaxaca, cuando el uniformado trató de intimidar y acusar, sin fundamento, de volar un dron en una zona acordonada.
Sobre el hecho, Ismael García señaló que es reprobable que el gobierno de Oaxaca no fije posicionamientos formales al respecto, ignorando, aparentemente, la situación.
El periodista insistió en que es imprescindible la muestra del respeto a su labor, a sus derechos. “No pedimos convenios, y los haya o no, no debería haber agresiones a los compañeros”, señaló.
En la región del Istmo de Tehuantepec también hubo una manifestación pacífica de trabajadores de medios informativos, también para exigir respeto a la prensa y a la libertad de expresión.
Este año también se han registrado agresiones contra otros reporteros, como el caso de la periodista oaxaqueña Carina García, que en abril denunció al asesor político del ayuntamiento de Villa de Mitla, Doroteo García, alias “El Morro”, por emprender una campaña de odio en su contra por ejercer su labor.
Ese mismo mes, el reportero Alain Albarrán Granados, reportero de la estación de radio Poderosa 100.5 F.M. y corresponsal del diario el Imparcial de Oaxaca, fue golpeado brutalmente.
Por ambos casos, con denuncias formales en la Fiscalía de Oaxaca, no existe justicia.
