Redacción/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 22 de noviembre de 2019.- Este sábado, la galería Latin American Masters (LAM) de Santa Mónica, California, Estados Unidos de Norteamérica, abre sus puertas a la exposición “Fire & Earth”, del reconocido artista plástico Francisco Toledo.
Para William Sheehy el trabajo del oaxaqueño (Juchitán, Oaxaca, 17 de julio de 1940-5 de septiembre de 2019) es uno de los más complejos y variados si se habla de arte latinoamericano; “no es cultura rápida, es cultura que se fue alimentando de la historia”, expresa el director de LAM.
Curada por Trine Ellitsgaard, la exposición muestra por primera vez en Estados Unidos la obra en cerámica de Toledo, quien había expuesto en dicho país, gráfica y pintura.
Parte de las piezas que se podrán admirar abordan uno de los temas más graves en México, la violencia y desaparición de personas.
Sheehy expone que en Latinoamérica ha habido grandes artistas, sin embargo, “para mí Toledo es uno de los últimos realmente grandes artistas.
“Mucho de lo que me interesa del arte de Latinoamérica es el diálogo entre lo ancestral y lo moderno, y eso es muy interesante porque el arte resuena de una manera atemporal, esto quiere decir que está fuera del tiempo, puede hablar de un momento histórico, pero en realidad va más allá y eso me parece muy emocionante eso no se ve muy seguido”.
Espera que con el paso del tiempo se pueda regresar a un mundo en donde el arte no sea sólo para gente rica o para especular en las subastas en Nueva York (o en cualquier otro lado) y “que deje de tratarse del dinero para volver a enfocarse en el concepto, la estética y el espíritu humano”.
“Tengo la esperanza de que cada vez más gente tendrá la oportunidad de ver el arte latinoamericano. Muchas de las instituciones van a necesitar tener piezas importantes de arte latino porque la demografía del mundo está cambiando y según el mundo va dejando de ser eurocéntrico, muchas de las figuras relevantes en la cultura tendrán más y más presión para ser más incluyentes”, comenta Sheehy.
El entrevistado platica que ha visto la obra de Toledo durante más de 40 años y aún no lo ha visto todo.
“Como suele suceder con cualquier gran artista, nunca se puede llegar al fondo y eso es muy emocionante. No puedo predecir el futuro, pero me gusta pensar que de alguna manera pequeña he contribuido a hacer que su obra tenga un mayor alcance con el público, obviamente nunca hubiera podido hacer nada de eso sin el apoyo del artista”.
Al hablar de “Fire & Earth”, William Sheehy dice que es una oportunidad interesante de poder ver a un artista singular que es famoso por su pintura y sus grabados, “considero que entre los artistas más importantes, Francisco tenía un gran talento como escultor y trabajando en tres dimensiones ya que cuenta con la riqueza de las superficies que normalmente asociamos con la pintura, combinado con un uso muy imaginativo de los materiales”.
Detalla que las piezas en la exposición no son solamente cerámica, también combinan madera, hoja de oro, pigmentos, grabado, todo en la misma pieza lo cual va muy en la línea de lo que fue Toledo como artista.
“En la exposición también podemos observar diferentes aspectos del lenguaje que Toledo desarrolló como una manera de transmitir una forma de ver el mundo que realmente se trataba sobre la conexión entre los seres vivos y diferentes medios”.
William Sheehy agrega que la exposición no hubiera sido posible sin el apoyo de la familia del maestro Toledo a quien considera uno de los más grandes artistas de todos los tiempos, “es un privilegio poder haber estado en este planeta al mismo tiempo que él”.
La relación de Sheehy con Toledo se remonta a la retrospectiva que el artista hizo de su obra en el Museo de Arte Moderno de México en 1980.
“Estaba tan impresionado con la exposición, nunca había visto a nadie trabajar como Francisco, con tantos materiales, con tanto talento y con una profunda conexión con la naturaleza, con la estética de la naturaleza, los colores, las texturas, sin pasar por alto la manera en la que producía aquellos elementos en conjunto, como una manera de hablar sobre el mundo de los humanos y conectar ambos mundos”.
En 1987 Sheehy abrió su galería, siguió la carrera del artista juchiteco y mantuvo contacto con él, pero fue hasta el año 2000 cuando Toledo, junto con su esposa Trine Ellitsgaard y dos de sus hijos, Sara y Benjamín, vivió durante un año en Santa Mónica, lo que permitió que el galerista lo conociera mejor.