Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 30 de octubre de 2023.- El boyante negocio particular que significa la Feria Internacional del Libro de Oaxaca desnudó por completo el fracaso de Víctor Vásquez Castillejos, mejor conocido como Víctor Cata, al frente de la Secretaría de las Culturas.
Diez meses bastaron para terminar de confirmar que no necesariamente un excelente currículum personal en el ámbito cultural garantizan un ejercicio igual de efectivo en la función pública y ejemplos hay muchos, a nivel estatal y nacional.
Largo sería enumerar los casos de exitosos deportistas o profesionistas o artistas que han resultado un fiasco en cuanto asumen una responsabilidad en el servicio público.
Y Víctor Cata aceptó asumir un compromiso, una responsabilidad, en materia de cultura, a sabiendas que por décadas ha sido una institución vilipendiada desde el Poder Ejecutivo, pues a nadie le ha interesado invertir en materia cultural, porque simplemente no genera votos.
En el colmo, Cata aceptó también como pago de favores políticos que a su hermano, René Vásquez Castillejos, le dieran un cargo público en el gobierno de Salomón Jara, y quien ahora desde esa institución se promueve para buscar un puesto de elección popular en su natal Juchitán.
DE LO MEJOR
Pero vayamos por partes. Víctor Cata tiene un gran prestigio y una excelente carrera profesional desde el ámbito particular y desde la sociedad civil. Un destacado lingüista y escritor que ha puesto en alto el zapoteco.
De acuerdo con la Enciclopedia de la Literatura en México, es:
“Escritor, historiador, traductor y lingüista zapoteco. Licenciado en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México y Maestro en Lingüística Indoamericana por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
“Autor de más de cinco libros. Ha sido becario del Fondo Nacional de las Culturas y las Artes 2005-2006; del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias 2007-2008; y del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2014-2016. En 2012, tuvo una estancia de investigación y análisis de la lengua zapoteca en el Museo de Historia Natural de los Estados Unidos. En 2015, recibió la medalla ‘Andrés Henestrosa’, otorgada por la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca y la LXII Legislatura del Congreso del Estado, debido a su valiosa aportación al rescate de la lengua zapoteca y a la educación de los pueblos indígenas.
“En colectivo con Natalia Toledo ha impulsado el proyecto ‘El Camino de la Iguana’, taller itinerante que ha recorrido comunidades indígenas de la región del Istmo de Tehuantepec, impulsando el rescate de la lengua zapoteca a partir de la lecto-escritura y la literatura”.
A LAS COMPLICACIONES
Como largo sería enumerar la serie de dificultades que ha tenido Víctor Cata al frente de la Secretaría de las Culturas y las Artes, al enfrentar a la burocracia en pleno y no saber dominar este monstruo que frena cualquier iniciativa.
En primer lugar, aceptó que le impusieran a personas de la Ciudad de México (como Valeria Sumano Ramírez), sin absoluto conocimiento de la cultura oaxaqueña, en cargos relevantes.
En segundo, no ha logrado consolidar un equipo de trabajo eficiente y efectivo; rechazó trabajar como Nathanael Lorenzo Hernández, un reconocido activista cultural, compositor y músico, que tuvo que emigrar al Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública.
Tercero, ha peleado con todos y por todos. Por ejemplo, se confrontó y corrió a los trabajadores del Taller de Artes Plásticas “Rufino Tamayo”, pese a la antigüedad que tenían en la enseñanza; y al final tuvo que recular en algunos casos, pues la crisis crecía.
También fue denunciado desde la Banda de Música del Estado por intentar ceses; la institución atraviesa graves carencias, no tiene apoyos ni siquiera para los conciertos dominicales, una antigua tradición en la capital, y por lo cual sus presentaciones son esporádicas.
Tuvo además una larga protesta, de más de una semana, por parte de sindicalizados, quienes le tomaron el edificio para presionar a que respetara los derechos laborales; al final cedió de nuevo.
O crisis en que ha optado por hacerse a un lado, como por ejemplo, en el tema del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, tuvo que ser el consejero Jurídico, Geovany Vásquez quien intervino para
Ello sin contar los escándalos en que se ha visto involucrado, como lo ha reseñado el portal “Estado 20”, en que ha elegido restaurantes de renombre para festejar sus “logros”. Como el de Lila Downs, quien la recomendó en el cargo.
Y EL COLMO
La cereza del pastel fue dejar en manos del empresario Guillermo Quijas, a petición de Alfredo Harp, la organización de la edición número 43 de este supuesto encuentro literario.
Quijas ha recibido en los últimos años, desde que se ha encargado de la organización, cuantiosas cantidades de dinero, federal, estatal y municipal, para la organización de la FILO, sin detallar públicamente la manera en que ha gastado el dinero del erario.
Tan sólo este año, el gobernador Salomón Jara confirmó que la administración estatal aportó tres millones de pesos, mientras que el ayuntamiento que preside Francisco Martínez Neri, alrededor de 400 mil pesos; aún falta por desglosar el dinero federal.
De todos es conocido que las únicas librerías y editoriales que abarcan la mayoría de los locales de la Feria son de Quijas, que se ha convertido en un boyante editor y empresario.
En sexenios priistas o de cualquier color, ha recibido sumas cuantiosas, mientras la calidad de los invitados va en decadencia. Este año el declive se confirmó con la escasa asistencia de visitantes y hubo que llevar por la mañana, todos los días, a estudiantes para crecer la afluencia.
Para reducir los costos de las contrataciones, de acuerdo con testimonios de los trabajadores, Quijas ocupa a todo su personal para toda clase de actividades, por el mismo pago de empleados.
Y Víctor Cata no movió un ápice ni chistó en la organización de la primera Feria del Libro en la “primavera oaxaqueña”; a lo mucho, pudo imponer algunas conferencias de funcionarios, nada relacionados con la literatura.
Indudablemente que fue un tino la designación de Víctor Cata al frente de la Secretaría de las Culturas, pero su prestigio y preparación profesional en poco ha ayudado a hacer algo diferente, algo nuevo, para bien del sector.
Y no hay esperanzas de que la situación mejore, pues arguye falta de capacidad presupuestal, como lo ha hecho la mayoría de ex titulares.
Este año le asignaron a la Seculta 244 millones 123 mil 420 pesos, pero la gran mayoría se destina para pagos de la burocracia y hay un mínimo de margen para gastos operativos… como mínima es la intención de Víctor Cata para hacer algo distinto por la cultura oaxaqueña.