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Opinión. “Nos obliga el capitalismo”

por Agencia Zona Roja

Diego Enrique Osorno*

Ximena es una joven zapatista cho’ol del norte de Chiapas que también fue elegida por los pueblos originarios rebeldes para formar parte del Escuadrón 4-2-1 del EZLN que viaja en La Montaña rumbo a Europa.

A unos diez días de iniciar la travesía marítima, tenemos una primera entrevista en la que comparte algunas de sus impresiones iniciales.

“Nos sentimos comprometidos —explica— de hacer el trabajo porque vamos a representar a nuestros pueblos, o sea, no estamos diciendo de un pueblo, sino de todos los pueblos zapatistas: la voz de ellos se va hacia nosotros y eso vamos a representar. Nosotros nos sentimos comprometidos de hacer ese trabajo por nuestros pueblos”.

¿Qué sientes con esa responsabilidad que te dieron los pueblos?

Nosotros estamos decididos a hacer el trabajo y cuando decimos que estamos decididos, lo estamos con todo lo que vaya a pasar, tenemos claro eso. Y el pueblo también está con mucho ánimo de este trabajo que se está haciendo, porque sabemos igual que es la necesidad la que nos obliga a hacer este trabajo. Nos obliga el capitalismo y todo lo que está pasando a nivel mundial, porque pasa no solo a nosotros.

Y lo que vaya a pasar luego no solo nos va a tocar a nosotros, sino que nos va a arrasar a todos, ahí no se está distinguiendo si al zapatismo le va a tocar o no le va a tocar solo, sino que es a todos, por eso, igual el pueblo está con mucho ánimo de este trabajo que se está haciendo.

¿Cómo sentiste la salida de Isla Mujeres, en medio de tanta bulla de prensa y luego con el cordonazo de aire que movía fuerte el barco?

Yo me sentí normal, tengo entendido que tengo que cumplir mi trabajo que me han encomendado hacer, entonces, yo me sentí con mucho ánimo de hacer ese trabajo y de empezar el viaje, sabiendo que sí va a haber unos momentos en que íbamos a sentir mareos y todo eso, pero yo me sentí normal, comprometida de hacer el trabajo.

Me impresiona que pese a que nunca antes habían navegado en mar, no parecían tener estragos muy duros en la salida. Se ven muy unidos como Escuadrón, en el que por cierto, la mayoría son mujeres…

Bueno, para nosotros, los siete que estamos acá somos como una familia. Es como que estamos en nuestra casa y nos sentimos como familia, porque somos compañeros, nos conocemos y somos compañeros.

Y pues sí, venimos mas compañeras, pero también, porque nosotras como compañeras igual hemos hecho allá encuentros grandes de mujeres que han llegado de varios países y nos sentimos comprometidas de ir a escuchar igual a otras mujeres, de buscar tener esa unidad, de que ellas nos escuchen a nosotras y nosotras a ellas. Por eso vamos a ir a compartir y también porque igual en los encuentros que hemos hecho, también les hemos dicho que aquí estamos como mujeres zapatistas, que no están solas ellas como mujeres, entonces, por eso en el viaje vamos varias mujeres.

Y también, cada mujer tenemos diferentes dialectos, lenguas, cada quien, pues, tiene su forma de hablar, eso para nosotros representa mucho, porque aunque seamos de diferentes lenguas o dialectos, como le entiendan, pero sí hay uno donde nos comunicamos todas que es el español, la castilla, entonces, con esa palabra nos podemos entender, aunque algunas llevamos varias lenguas, pero para nosotros este es un compromiso a donde vamos.

Aquí estamos como mujeres zapatistas y por eso se decidió hacer este trabajo, de viajar mujeres y compañeros y una compañera.

¿Puedes platicar un poco de las semillas de la autonomía que han ido construyendo en sus territorios y que van a compartir allá?

Bueno, sí, el trabajo que llevamos es compartir nuestra lucha, el cómo nos hemos venido organizando durante los años también, pero igual en los trabajos no todo es perfecto, porque aunque sí pareciera muy bonito, también hay errores y ahí nos corregimos, discutimos, nos criticamos, autocriticamos para ver cuál es la cosa buena y cuál es la cosa mala, entonces… para ir a dejar esa semilla ya se va a ver en los hechos el cómo se va a hacer, ya a ellos les tocaría escoger… nosotros vamos a compartir lo que hemos hecho: el trabajo, como lo hemos hecho… Es como llevar un montón de semilla y ya a ellos les tocaría escoger cuál está buena y cuál es la mala; ya quedaría de su parte para ellos, para los hermanos y hermanas de allá.

¿Puedes platicar un poco la forma en la que viven su autonomía?

Bueno, pues la autonomía son varias ramas en las que está la salud, la educación, la justicia…

¿Cómo es en la salud?

En la salud ya tenemos nuestros promotores y promotoras, que ya están en la práctica, entonces, en la práctica decimos que ya están en los pueblos, en los municipios, en la zona y ya se está haciendo esa práctica, pero dentro de esa práctica, no es porque tenemos un manual donde dice que así lo vamos a hacer. Como decía, proponemos de que se haga así, pero ya en los hechos se ve si está bien o está mal, ahí lo corregimos y así ha venido también igual en la educación y en las diferentes áreas…

Para tener ese trabajo de la salud también hay algunos hermanos que nos han ayudado, que nos comparten cómo es el medicamento de patente, cómo se puede usar.

Desde un principio se nombraron a compañeros para que aprendan patente, entonces, esos compañeros aprendieron y ya a esos compañeros ahora les toca compartir a los otros nuevos. Nosotros les llamamos promotores, porque son nuevos y van a empezar a capacitarse, mientras que los que ya saben, ya son como formadores… entonces, esos hermanos nos han ayudado en eso, pero también, como decimos, de la salud hay lo que es de patente y hay lo que es de la medicina herbolaria. De la herbolaria, esos son de nuestros abuelos, que saben de las plantas, o sea, que si esta planta cura esta enfermedad y se ha comprobado, entonces, eso igual se está practicando en los pueblos, de por sí.

¿Y en la educación?

Pues en la educación, ahí los compañeros empezamos desde antes. Empezaron a practicar ellos dando clase de lo que sabían, empezaron a compartir y también empezaron a enseñar a los niños cuando no había maestros, pues ya el pueblo empezó a organizarse, se empezó a organizar para nombrar quién va a enseñar, quién va a dar clase a los niños.

Ya viendo eso en la práctica, se vio de que hay compañeros que pueden hacer ese trabajo y esos compañeros empezaron a nombrar a otros promotores, promotoras, y ya son capacitados de los primeros promotores, que ya se hicieron formadores y son los que van a dar capacitación a los nuevos promotores. La educación empezó así en nuestros pueblos, porque la misma necesidad nos obligó a hacer ese trabajo. 

*Escritor y periodista.

@DiegoEOsorno

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