Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 9 de febrero de 2024.- Durante seis meses, Elena Marini y su hija Anna LuzM., de 10 años de edad, han sido víctimas de una serie de violaciones a sus derechos de parte de autoridades judiciales de Oaxaca, las cuales permitieron de forma abusiva e ilegal la separación de madre e hija.
En conferencia de prensa, la madre y abuela de la menor, Renata Silvestres, acompañada por organizaciones civiles en defensa de las mujeres, denunciaron los hechos por los que sufren de violencia vicaria y alienación parental cometidos por el padre biológico de la menor, Francisco León Pacheco.
Entre las violaciones más graves se encuentra la detención ilegal y aparentemente planeada de la madre para quitarle a su hija, quien fue llevada al albergue del DIF y el pasado 7 de febrero entregada bajo procesos fuera de la ley al padre biológico, quien no cuenta con ningún registro oficial que lo reconozca como padre.
“La paternidad sólo fue un instrumento para hacernos daño y estoy muy decepcionada de cómo nos ha tratado el sistema judicial aquí, yo confié”, dijo la madre.
LOS HECHOS
La señora Elena Marina, de origen italiano, señaló que desde el embarazo de su hija se separó de León Pacheco al percatarse de ser una persona violenta, por lo que regresó a su país de origen donde nació su hija, quien sólo lleva el apellido materno, haciéndose cargo en la totalidad de la crianza de Anna Luz.
Hace aproximadamente un año, en comunicación nuevamente, la madre accedió a que se conocieran y conviviera padre e hija, por lo que regresó a Oaxaca, donde hace poco más de una década atrás conoció a Francisco por asuntos labores con una asociación.
Pero la pesadilla comenzó hace unos seis meses. La mujer narró que el padre, con todo un plan, se aprovechó de un momento de debilidad de su parte, lo que la llevó a ser detenida de forma ilegal por ocho horas en el cuartel de San Bartolo Coyotepec.
Ante su arresto la menor fue llevada al albergue del DIF del estado, para nunca más volver a estar con ella.
Aunque en la fiscalía se reconoció su arresto ilegal, del cual no ofreció detalles sobre el supuesto delito, y le prometieron que le devolverían a su hija.
Sin embargo, el padre -de quien no conocen se dedique a un trabajo pero que su familia cuenta con poder económicos- se presentó a la Fiscalía de Oaxaca con todo un cuerpo de abogados del despacho de Jorge Franco, para quedarse con la menor.
PROCESOS
Parte de las graves violaciones, indican los organismos defensores, fue bajo posible complicidad de jueces.
En octubre pasado, el Séptimo Juzgado de lo familiar entregaría a la menor a su padre, pero la niña se opuso y fue regresada al DIF. Días después, cuando hubiera tocado el encuentro con la madre, Anna Luz no fue llevada al juzgado, mientras que en diciembre, para también definir la entrega de la niña en el Tercer Juzgado de lo familiar, la audiencia no se llevó a cabo.
La situación empeoró con una medida de restricción entregada el 16 de diciembre por señalamientos de afirmaciones fantasiosas de parte del padre biológico.
Sin notificaciones previas para la madre, se llevaron a cabo audiencias para que la madre no estuviera presente.
El Juzgado Primero de lo Familiar, en audiencia de las 21:00 horas, definió que Anna fuera entregada a Francisco el pasado 7 de febrero, a lo que el DIF procedió; ambas autoridades violando los principios de protección al menos.
Elena aseguró que en diversas ocasiones la menor expresó no querer quedarse con Francisco y su deseo de estar con su madre y regresar a su país. Pero nunca fue escuchada.
OTRAS VIOLACIONES
La menor dejó de ser llevada a sus terapias como parte del proceso de apoyo psicológico por parte del Instituto Municipal de la Mujer, pues en las dos únicas ocasiones que asistió manifestó situaciones que no convenía al padre.
Elena expresó que en una supuesta entrega de su hija, el Juzgado Primero de lo familiar le requirió el pasaporte de su hija; ella lo entregó, pero la entrega no se llevó a cabo y le bloquearon y secuestraron el documento internacional.
Por lo que, tras la entrega de la niña al padre, temen que la saquen del país.
“Mi hija lloró desde el primer momento que no separaron y decía mamá yo pensé que esas personas nos iban a ayudar, no a separar…Primero pensamos que era un malentendido, pero después creemos que fue todo un plan y la voluntad de la niña no ha sido escuchada y su voluntad es estar conmigo”, señaló Elena.
Las organizaciones que acompaña en este caso manifestaron un abandono total de las autoridades italianas.
Ellas intentaron hacer contacto con el cónsul, pero no ha habido sensibilidad de la embajada para poder escuchar y hacer ver que la situación requería de una intervención diplomática con el gobierno mexicano por estas irregularidades y violaciones a los derechos de la niña y la madre.