Adrián Ortiz Romero Cuevas*
Desde hace algunas semanas han ocurrido manifestaciones de presuntas trabajadoras de la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la entidad, denunciando actos de acoso e intimidación en contra de varios funcionarios de ese mismo organismo. Detrás de dichas acusaciones y protestas, en realidad se encierra una cadena de posibles actos de corrupción, cuya responsabilidad podría recaer precisamente en algunas de las personas que protestan —y que alientan dichas acciones—, y que son directamente proporcionales al tamaño de los quebrantos que se investigan al interior de la citada delegación federal.
En efecto, durante los primeros 40 días del presente año se han realizado por lo menos tres acciones de protesta a las afueras de las oficinas delegacionales del IMSS en la capital oaxaqueña. Las supuestas denunciantes —aunque a la mayoría de ellas nadie nunca las ha visto laborando en la dependencia— han asegurado que funcionarios del Instituto han cometido en su contra actos de hostigamiento, intimidación e incluso acoso de diversos tipos.
La razón de las denuncias tiene mucho de fondo. Pues a la par de que éstas han ocurrido, al interior del órgano interno de control y demás instancias investigan una serie de irregularidades que habrían cometido precisamente algunas de las personas que están intentando guarecerse bajo la figura del acoso para desviar la atención de otros temas.
¿Qué intentan? Primero, enmascarar lo que en realidad ocurre al interior de la delegación; y segundo, tratar de abrir un margen de negociación para que cesen las manifestaciones y los señalamientos de acoso a cambio de que los funcionarios señalados, den carpetazo a las investigaciones que se realizan para deslindar responsabilidades —administrativas y penales— en contra de varios funcionarios y ex funcionarios del IMSS entre las que se encuentran algunas personas que atizan las protestas.
CORTINA DE HUMO
En concreto, y de acuerdo con información que es conocida al interior de la propia institución, todo esto no parece ser sino una especie de cortina de humo para desviar la atención a las investigaciones que se siguen por el robo de un equipo de ultrasonido con un valor de 1.8 millones de pesos, durante la gestión de quien ahora tiene la calidad de ex encargada de la Coordinación de Abastecimiento y Equipamiento de la delegación del IMSS en Oaxaca
Dicha funcionaria —ahora ya separada de su responsabilidad en la Coordinación de Abasto—, presuntamente está ligada al Movimiento Unificador de Lucha Triqui, a través de su esposo, quien también es funcionario del IMSS y que dependía jerárquicamente de ella, tendría acusaciones por parte de personal sindicalizado de presentar anomalías en la elaboración de inventarios, así como estar vinculada al Sindicato Libre de Estibadores, que precisamente durante su gestión en la Coordinación de Abastecimiento, apareció entre el personal de bodegas, y se dedicó a cobrar derecho de piso a proveedores transportistas del IMSS.
Sin embargo, al interior de la propia Delegación, se tiene conocimiento e investigaciones en curso, respecto a que la omisión más grande fue haber asignado un proceso de compra por más de 30 millones de pesos —por la vía de la adjudicación directa, lo cual hizo la operación fácilmente detectable por rebasar los montos generalmente asignados a través de dicho mecanismo de contratación, y por ende ser una operación atípica e irregular por superar además los umbrales establecidos en la ley—, a una funcionaria que no tenía facultades para dicho acto, y que fue rescindida de su cargo a finales del año pasado, precisamente por usurpar funciones como compradora y asignar fallos sin estar facultada para ello. Dicha persona, es otra de las manifestantes en los supuestos señalamientos de intimidación y acoso en contra de los directivos de la Delegación.
Incluso, se sabe que las mismas denunciantes habrían buscado el apoyo de la Diputada Concepción Rueda, ex delegada del IMSS, para presentar un punto de Acuerdo que le de inmunidad ante las investigaciones en su contra, el cual no prosperó.
Al final, parece que el nerviosismo de las ex funcionarias del IMSS que ahora se dicen inconformes, radica en el hecho de que ya existen denuncias penales presentadas ante la Fiscalía General de la República por su responsabilidad y omisión en su encargo como Encargada de la Coordinación de Abastecimiento; y porque seguramente estarían recibiendo fuertes presiones de los proveedores a los que les compraron irregularmente con sobreprecios y, dadas las investigaciones y procedimientos administrativos iniciados a dichas adquisiciones, probablemente siguen sin poder cobrar los montos por los bienes suministrados.
EPITAFIO
Tal parece que Morena no va a dejar piedra sobre piedra en su intención de sepultar a los candidatos al Senado y a las diputaciones federales de la alianza PAN-PRI-PRD en Oaxaca.
Lamentablemente los propios partidos opositores cavaron su tumba: en la entidad, ni juntos ni por separado han logrado hacerle competencia a Morena y sus aliados, solos o coaligados.
Y con esas demostraciones de voracidad, agandalle y divisionismo que han demostrado reinar entre los tricolores, panistas y perredistas, parece que están haciendo todo para consolidar el llamado Plan C —lograr la mayoría calificada en las dos cámaras legislativas federales— del presidente López Obrador. De pena ajena.
*Periodista y abogado.
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