Inicio Minuto a Minuto En auditorio “Guelaguetza” repleto, ordenan al Obispo Auxiliar de Oaxaca

En auditorio “Guelaguetza” repleto, ordenan al Obispo Auxiliar de Oaxaca

por Agencia Zona Roja

Por Willy L. Torres/Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., a 23 de agosto de 2024.- Cuando el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos preguntó públicamente a Luis Alfonso Tut Tun, si quería “ser siempre bondadoso y comprensivo con los pobres, con los inmigrantes y con todos los necesitados”, el clérigo maya no dudó en responder: ¡Sí, quiero!

Así, a las 12 horas con 47 minutos de este jueves, todo estaba consumado. Luis Alfonso Tut Tun ya era obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, luego de su ordenación episcopal que encabezó el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos, en una imponente ceremonia eclesiástica realizada en el auditorio “Guelaguetza”, en la ciudad de Oaxaca.

Entonces sonó la chirimía y el teponaxtle, que acompañaron con la banda de música de viento la típica misa oaxaqueña, y el nuevo obispo se unió en efusivos abrazos con sus hermanos obispos y arzobispos, varios de ellos llegados de Europa, como Italia y Croacia.

Presente el representante del Papa Francisco en México, Monseñor Joseph Spiteri.

Luis Alfonso estaba sonriente. De una modesta parroquia de Santa Inés, en el municipio de Akit, Yucatán, daba un salto gigantesco a una entidad como Oaxaca, con una población mayoritariamente católica, pero donde también avanzan las sectas protestantes debido a  una deficiente evangelización por falta de clérigos.

IGLESIA INCLUYENTE

“Increíble; que linda misa”, dice María Canché quien ataviada con un huipil maya, ha viajado desde Akil, Yucatán, para acompañar a su paisano, Luis Alfonso, quien este día ha sido ungido como apóstol de la Iglesia católica.

“Desde niño fue aplicado; ya mostraba su santidad”, agrega.

En el altar ha sido colocado un Jesús clavado en la  cruz, en su doloroso rictus de muerte. Hay múltiples flores blancas y dos imponentes cirios. Sobre el ambiente se tiende de un velo de incienso, mientras su olor característico inunda el ambiente a santidad.

Cada detalle ha sido cuidado por los organizadores en donde sobresalen los signos de la inclusión, Así, una pareja de jóvenes realiza una transmisión simultánea del lenguaje de señas; una niña invidente lee el Evangelio, en su primera lectura en Braile, mientras que una indígena Chatina lo hace en una segunda lectura, en su idioma materno. La misa fue acompañada por una banda de música de viento. La chirimía y el teponaxtle hicieron vibrar a los presentes, mientas que en el contorno del auditorio “Guelaguetza”, decenas de hombres sostenían entre sus manos los estandartes de las diversas cofradías. La Iglesia católica demostraba así su poderío, pues miles de personas de las 8 regiones de la entidad hacían presencia.

¡VIVA CRISTO REY!

Hubo un momento en que se hizo el silencio. Entonces, en el fondo del auditorio Guelaguetza se escuchó un imponente grito que retumbó tres veces: ¡Viva Cristo Rey! 

Luego habló el actual arzobispo de Jalapa, Veracruz, Jorge Carlos Patrón Wong, quien recordó los primeros pasos de Luis Alfonso Tut Tun por el seminario de Yucatán. Le pidió aprender del arzobispo Pedro Vázquez,  así como de los oaxaqueños a quienes definió como “grandes en la fe y gigantes en el amor”, al tiempo que le pidió “ser un pastor en favor de la unidad”.

LIBRE DE INDIVIDUALISMOS

El nuevo obispo auxiliar, dijo a su vez que realizará una gestión libre de individualismos y autoreferencialidades para bien de la iglesia mexicana, al tiempo que externó su respeto al gobernador del estado y a las autoridades civiles que ayudaron  a esta celebración para ser ordenado obispo auxiliar “en donde Dios nunca muere”.

Se le quebró la voz al recordar a su madre, doña Conchita, fallecida hace unos años. “Gracias mamá por una atitrus abierta  y un corazón acogedor”.

Finalmente, pidió  a los oaxaqueños le abran la puerta como enviado del Señor. “La Providencia Divina nos ha llamado a compartir el camino y la vida de la fe;  habiendo llegado a Oaxaca desde la tierra del mayab les quiero decir que me abran las puertas como un hermano no solo como una autoridad eclesiástica; caminemos juntos, cuidándonos unos a otros demostrando con la  vida antes que con las palabras que somos una comunidad que los discípulos y misioneros de Cristo”, sostuvo.

A las 14 horas cn 28 minutos la ceremonia eclesiástica había concluido. Más de tres horas en donde los católicos volvieron a hermanarse, mientras sonriente Luis Alfonso celebraba su ordenación episcopal, abrazando a sus paisanas y paisanos que siempre han estado con él, en las buenas y en las malas. Después se concretó a admirar la Guelaguetza.

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