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Opinión. El Monte de Piedad y la guerra por la dirigencia de burócratas

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca, Oax., a 28 de octubre de 2024.- Este lunes inicia el quinto día de paro de labores de trabajadores sindicalizados en la Dirección del Monte de Piedad, que comenzó en la oficina matriz y se ha extendido a todas las sucursales.

El pretexto era menor, supuestas demandas laborales, ademas de denuncias de acoso, pero el desdén del director Omar Julián Julián tiene ahora al Gobierno del Estado en un brete.

El funcionario, por cierto carga tras de sí ya al menos tres denuncias de acoso laboral, en dos sucursales de la capital y en otro en Ciudad Ixtepec.

El más sonado fue el de Magda Liliana Altamirano Calderón, quien desde hace más de un año acusó también acoso sexual pero no logró justicia en Oaxaca; se tuvo que ir a la Ciudad de México para llevar su protesta y para refugiarse.

Pero el conflicto sindical en el Monte de Piedad no es más que también el inicio de una guerra entre burócratas por la sucesión en el Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca, mejor conocido como STPEIDCEO.

Y justamente el Monte de Piedad es uno de los bastiones de Juan Rafael Rosas Herrera, priista que se niega a dejar el poder sindical y, por supuesto, a las millonarias prebendas que de ello se desprende.

CAJA CHICA

Hay que considerar, desde luego, el alto valor monetario y los pingües negocios que se realizan en el Monte de Piedad no sólo ahora en el sexenio morenista —pese a que se grita a los cuatro vientos que hay honestidad y que no hay corrupción—, sino en anteriores sexenios, con mayor medida los priistas.

Porque es una institución prendaria que, aún con tasas de crédito a bajo costo, genera múltiples movimientos financieros.

De hecho, es de las instituciones más socorridas por la población en general, pues realmente representa una opción crediticia menos costosa que en otras casas de empeño.

Pero ese noble fin no impide que los negocios crezcan al amparo de los funcionarios, el titular e incluso los empleados de base; cuando estas partes funcionan de mutuo acuerdo, no hay conflicto.

Pero cuando se pelean las ganancias, como sucede ahora, en el Monte de Piedad solamente hay conflictos, como en estos días.

Supuestamente la dirección habría descubierto un acto de corrupción por parte de algunos empleados sindicalizados —versión vertida desde la dirección—, pero tampoco hay denuncias formales; no hay nombres, no hay datos precisos.

Por supuesto que pudiera ser el caso, pero tan simple es presentar la denuncia y que las autoridades investiguen.

Hasta donde se sabe, según fuentes del Monte de Piedad, por el momento no se ha actuado de manera legal; la Secretaría de Honestidad, con tan poco personal, no ha logrado llegar a la institución y optaría por no hacerlo, al seguir representando una caja chica del gobierno y de los funcionarios.

Lo que sí debería proceder desde hace muchos meses es la separación del cargo de Omar Julián Julián, por múltiples señalamientos, el más grave de ellos del caso de Magda Liliana, que según dijo, sufrió acoso sexual y laboral, además de despido injustificado de la gerencia ubicada en la calle 20 de Noviembre de la capital.

Si no tiene razón, ¿entonces por qué no se ha hecho público, o por qué no se ha contrademandado? Y ahora aparecen otros dos casos, en una sucursal del norte de la ciudad y otro en el municipio de Ciudad Ixtepec.

Y claro, si se quiere acabar con la corrupción en el Monte de Piedad, se debiera empezar por correr a todos los funcionarios; colocar realmente a gente conocedora y honesta, y luego revisar los cargos de decisión que se han otorgado a empleados de base, bajo acuerdo mutuo.

LA SUCESIÓN

Decimos que esta problemática no es más que el inicio de la guerra por la sucesión en el sindicato de burócratas pues el Monte de Piedad es un bastión de seguidores de Juan Rafael Rosas Herrera.

El actual regidor priista en el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez ha mantenido diversas actividades, sin dar a conocer el origen del financiamiento, movilizando a trabajadores sindicalizados por cualquier pretexto.

Calendas, fiestas, regalos del Día de Reyes y cualquier otra ocasión propicia las ha utilizado el otrora poderoso dirigente sindical.

Por cierto, las supuestas Investigaciones por la venta de plazas laborales en el sexenio anterior que presidió Alejandro Murat no tienen avances; se hablaba de por lo menos mil casos, pero ninguno se ha revocado. 

Y, claro, para nada se ha tocado a Rosas Herrera, quien ufano ha logrado tomarse fotografías con el gobernador morenista Salomón Jara, para aparentar respaldo.

También con Noé Jara Cruz, embajador plenipotenciario del mandatario, sin cartera ni cargo, quien justamente es el que busca arrebatar el poder a Juan Rafael Rosas… negociando con él para que se vaya impune.

Uno de sus arietes es Julián Estrada, que en absoluto cuenta con el respaldo mayoritario en el sindicato y lleva varios fracasos en su interés por llegar a la dirigencia.

Otro operador de grupos de burócratas es Amador Jara Cruz, quien también a nombre del gobernador hace amarres con otros grupos de trabajadores. Tampoco tiene un cargo oficial para involucrarse en esta tarea, que compete al sindicato y gobierno, como en muchas otras.

Mientras tanto, Pedro Castillejos Villalobos simula que ya se peleó con Juan Rafael Rosas Herrera y que ahora es partidario de la llamada Cuarta Transformación, con tal de lograr seguir en la ubre presupuestal e intentar imponer a sus allegados.

La elección es en diciembre y por eso desde ya comienzan las luchas sindicales que indudablemente impactará en las actividades administrativas.

Una de las grandes preguntas es: ¿por qué los hermanos Jara Cruz están involucrados totalmente en la sucesión en lugar de las instancias sindicales y de gobierno?

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