Verónica Villalvazo (Frida Guerrera)
Joseline Vianey Vite Reséndiz nació el 29 de diciembre de 1994. “La Beba”, como la llamaban sus papás, tenía 25 años. La primera hija de José Luis y Jacqueline, una hija amorosa, una hermana protectora, y una mamá que, se esmeraba por darle lo necesario, a sus dos pequeños de, seis y cuatro años.
En el año 2010, cuando estudiaba, en el CCH Azcapotzalco, Joseline, conoció a Dylan, con quien, tres años después, se casaría.
Su relación se desarrolló en medio de altibajos. Pese a sus problemas, Joseline se esforzaba por salir adelante como pareja.
El día 3 de julio del 2019, fue la última vez que sus padres la vieron. Dejó a los niños a su cuidado para irse a trabajar, más tarde Dylan pasó a recogerlos. El día cinco, Dylan llamó al padre de Joseline, para pedirle que pasara por los niños, pues su mamá estaba trabajando; sin embargo, ese día ya no los recogió.
Ante la ausencia de ambos, el sábado seis, la familia de Joseline, intuyó que algo estaba mal, por lo que, acudieron a buscarlos a su domicilio: el hermano menor de Jos ingresó a la casa, fue quien la encontró sin vida en su recámara. Desde aquel día se desconoce el paradero de Dylan.
Hoy, José Luis, redacta unas líneas para su hija, quien siempre será su pequeña Jos, a quien a diario recuerda, con la firmeza de seguir, buscando a aquel, que, sin miramientos, asesinó a Jos, dejó en la orfandad a sus pequeños, que son los que hacen que, día a día, Jaqueline se ponga de pie.
Querida Joselin Vianey
Hija: hace ya más de cinco años que te fuiste, y el tiempo sigue pasando en la eternidad, pero en mi mente, y en mi corazón, se detuvo, desde ese momento, en que te vi, ya inerte y sin vida en la morgue.
Cada día que pasa, te sigo extrañando. Anhelo esos momentos en que llegabas a casa, con una sonrisa pícara, la cual era porque ya traías en mente, o ya habías realizado alguna travesura.
Cuando te acostabas junto a mí, para acariciarme y decirme, papito te quiero mucho, táctica que utilizabas cuando querías pedirme algo, cuando te acercabas a mí para platicarme tus ideas, tus planes, y algunos de tus problemas, cuando querías un consejo o ayuda. Porque siempre sabias que. ahí estaba yo, para alentarte o ayudarte.
Extraño tanto, esos momentos de alegrías, de convivencias y hasta esos momentos de, tristeza efímera y momentánea, que pasamos que, ya no volverán.
Hoy cerca de llegar a una Navidad más y a celebrarte un cumpleaños más. Ya no existe el ánimo, ni la alegría, pues eso concluyó, cuando tú te fuiste.
Pues nosotros, tu familia, también morimos, en ese momento; ahora únicamente se pone un árbol en la Navidad, para mantener viva la ilusión de esos dos pequeños hermosos, que nos dejaste, y se compra un pastel, porque ellos sienten, que sólo de esa forma, te veneran y, mantienen vivo tu recuerdo.
Hija: quiero que sepas que, donde quiera que estés, te amamos, y te amaremos por toda la eternidad; que siempre vivirás en nuestro corazón, y en nuestros recuerdos. Tu mamá, tus hermanos, tus hijos, y yo.
Que la llama de la luz, el amor, y el recuerdo que nos une, se mantenga siempre encendida. Así sea.
Llega la noche, el día, llueve, haga calor, frío, José Luis, no deja de buscarlo, porque debe pagar por lo que hizo a toda su familia. Porque todos caen, y Dylan, tendrá que rendir cuentas, de lo que realmente sucedió, aquel, 3 de julio, en el lugar que, debería de ser el más seguro, para todos nosotros.
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Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo de una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio: búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
P.D. Cada uno de los textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las víctimas. Porque sólo somos, la extensión de su grito de justicia.
@FridaGuerrera
@vocesDLAusencia