Diego Enrique Osorno*
Hoy hace seis años en Jonacatepec, Samir Flores Soberanes, protestaba frente a Hugo Eric Flores, cuyo cargo era el de delegado del gobierno federal en Morelos, aunque sobre todo tenía el encargo de sacar adelante el cuestionado Proyecto Integral Morelos (PIM).
Diez días antes, el presidente Andrés Manuel López Obrador había visitado la región para impulsar un gasoducto y la termoeléctrica en Huexca. En esa ocasión, el mandatario descalificó a los activistas que se oponían al PIM por la contaminación y explotación del agua.
Al día siguiente de la protesta directa de Samir en contra de Hugo Eric Flores, el locutor y activista fue víctima de un asesinato por encargo afuera de su casa en Amilcingo, de acuerdo con las investigaciones que se han podido hacer hasta la fecha, en medio de un turbio escenario en el que se ligan indistintos intereses económicos, criminales y políticos.
El funcionario encargado por López Obrador en Morelos ya había demostrado capacidad para operar de forma oscura encomiendas presidenciales, cuando llevó a cabo una campaña a través del CIDE y la Suprema Corte para exonerar a paramilitares de Acteal. De fondo, el interés no era otro que lavar culpas a Ernesto Zedillo por su responsabilidad en la masacre.
Tras el crimen de Samir, han ido revelándose estos años jugosos negocios alrededor de la CFE en la zona, pactos de poder y traiciones mercantiles entre los grupos políticos-criminales que han puesto sus colmillos sobre los recursos de Morelos, usando siglas o nombres como CJNG, PES, Guerreros Unidos, Morena y/o Tlahuica.
La estrategia de terror y despojo aplicada no es exclusivamente morelense. Solo en ese año, 2019, otros 18 guardianes de la tierra y el medio ambiente fueron asesinados en el país, mientras que cincuenta más sufrieron agresiones directas por su activismo.
En cambio, premiado por sus servicios a la patria y a la cuarta transformación, como diputado federal de Morena, Hugo Eric Flores tiene hoy nuevo encargo: preside la Sección Instructora de la Cámara de Diputados.
“Samir fue asesinado por el narcoestado que niega Claudia Sheinbaum que exista, pero que millones en México lo vemos y lo sufrimos”, dicen el CNI y el EZLN en el pronunciamiento de unas jornadas globales de protesta iniciadas estos días por el asesinato del activista de Morelos.
*Escritor y periodista.
@DiegoEOsorno