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Opinión. Haikus en el corredor de la muerte

por Agencia Zona Roja

Diego Enrique Osorno*

Tengo en mis manos el libro “Haikus en el corredor de la muerte”, publicado por Hiperión. También leo la carta que el pasado 15 de marzo enviaron los colectivos de familias buscadoras de todo el país a la presidenta Claudia Sheinbaum, a raíz del hallazgo del Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco en el rancho de Teuchitlán.

La antología de poemas cortos hecha por Elena Gallegos y Seiko Ota, recoge los últimos pensamientos y emociones escritos en 17 sílabas por presos condenados a la pena capital, que es legal en Japón, como de facto se aplica también en México, por grupos armados estatales o coludidos con el Estado.

A lo largo de esta densa noche de insomnio atroz, los dos textos se entrecruzan.

***

Cuando me callo,

la pared empieza a sonar.

Tarde primaveral.

Kooyoo

(ejecutado a los 28 años)

Usted sabe que el campo de exterminio de Teuchitlán no es un evento aislado, la desaparición forzada de personas es un horror que se remonta a la Guerra Sucia, que continuó en el largo periodo neoliberal y se agudizó en el momento en que Felipe Calderón declara la guerra contra las drogas; desde luego que no comenzó en su administración, ni en la de su antecesor, pero tampoco se contuvo entonces ni se contiene ahora. Por el contrario, el fenómeno se generaliza y el dolor se multiplica en todos los estados de la república y alcanza a muchos sectores sociales.

***

Como yo,

imprudente y pobre.

Mosca invernal.

Fuuru

(ejecutado a los 27 años)

***

Usted debe saber que somos nosotras, las familias, quienes ante la omisión del Estado hemos asumido la responsabilidad y la carga de la búsqueda, ya sea en hospitales u oficinas forenses, en redes sociales y bajo la tierra, y que hemos llegado a muchos rincones en los que pensamos podríamos encontrar a los nuestros.

***

Nombre de mi hijo,

lo escribo y borro,

noche larga.

Hoomei

(ejecutado a los 39 años)

***

Queremos que sepa, Presidenta, que no queremos perder definitivamente la esperanza en encontrar a nuestros familiares, incluidos a los 43 normalistas de Ayotzinapa, ni en que la verdad y la justicia se abran paso, por eso le decimos que ha llegado la hora de que usted nos mire de frente y asuma con nosotros la responsabilidad de buscar a los desaparecidos y parar las desapariciones.

***

Este cuerpo hecho

recuerdo de mi madre,

más está en otoño.

Kosan

(ejecutado a los 26 años)

***

Usted, como presidenta de la República, debe ya reconocer la existencia de la grave crisis de desapariciones, misma que se materializa en los hallazgos de campos de exterminio, hornos crematorios y fosas clandestinas; una maquinaria de muerte que recuerda lo peor de la historia de la humanidad, donde los muertos y los desaparecidos se cuentan por cientos de miles.

***

Si no hubiera nacido…

pienso.

Noche larga.

Kooshoo

(ejecutado a los 28 años)

***

Sancione a los servidores públicos que han permitido por omisión o aquiescencia, el horror que se destapó en Teuchitlán.

***

Si no hay sueños.

ni el árbol puede erguirse

en la nieve.

Gyuuho

(ejecutado a los 54 años)

***

Presidenta, que no la engañen ni se engañe; no pertenecemos a ningún partido político, ni tenemos otras banderas que no sean la verdad, la justicia y la presentación de nuestros seres queridos con vida.

***

Hacia el último momento

sandalias frías

vuelvo a calzarme.

Ryuusuishi

(ejecutado a los 25 años)

*Escritor y periodista.

@DiegoEOsorno

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