Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 24 de marzo de 2025.- Diversos acontecimientos de violencia han puesto en entredicho las cifras oficiales respecto al descenso del índice delictivo en Oaxaca.
Apenas este domingo se registró un enfrentamiento con saldo de al menos cinco personas fallecidas por disparos de arma de fuego, en la zona de los Coatlanes, región Sierra Sur.
La víspera, dos personas fueron ejecutadas a balazos en Salina Cruz y otra más en Santo Domingo Tehuantepec; el viernes 20 de marzo, previo a la visita de la Presidenta Claudia Sheinbaum, sumaron cinco personas ultimadas a balazos, entre ellas una mujer
La semana pasada también, un secuestrado a la luz del día, a la vista de policías y de ciudadanos, en Ocotlán de Morelos, mientras que en Tehuantepec fue asesinada una mujer.
La semana fatal inició el lunes 17 en Puerto Escondido, con el crimen del ex presidente municipal de San Pedro Mixtepec y un doble homicidio en Matías Romero.
Y a ello súmele la grave crisis en Bahías de Huatulco, a raíz de la desaparición de jóvenes de Tlaxcala, que fueron halladas descuartizadas y ejecutadas en los límites de Oaxaca con Puebla.
También, la inconformidad policial que generó un paro de labores de tres días y que no ha sido resuelta del todo.
LAS CIFRAS OFICIALES
Es cierto que, en las cifras oficiales, Oaxaca está entre los cinco estados con menor incidencia delictiva.
Se basa en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que a su vez recibe reportes de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca.
Apenas en febrero pasado se registró un importante descenso de homicidios dolosos, con 43 casos, comparado a los 68 que se cometieron en enero anterior.
El año pasado fueron en total 877 homicidios dolosos, mientras que en el 2023 hubo un registro de 852.
En delitos en general, en el año 2023 se tienen registrados 42 mil 199, mientras que en el 2024 ocurrieron 37 mil 689.
Las autoridades destacan que la mayoría de los delitos siguen a la baja, como los robos, secuestros, feminicidios, con excepción de la violencia familiar, los homicidios y ahora las extorsiones.
Es cierto también que no tenemos un Guanajuato, Jalisco, Tabasco, Chiapas, Veracruz o Guerrero —algunos de ellos estados vecinos—, ¿pero estarán esperando a que eso suceda?
POLICÍAS INCONFORMES
El pasado 26 de febrero inició un paro de labores en la Policía Estatal, que literalmente se acuarteló en su sede en Santa María Coyotepec, tras lo cual no hubo ninguna sanción por insubordinación y por el contrario, les concedieron, entre otras cosas, poner al comisionado de la Policía Estatal y al jefe de Estado Mayor.
Si, justificables las peticiones, ¿pero por qué no se atendieron las demandas y se esperó hasta un grave paro de actividades? Y en el año 2023 ocurrió algo similar, como ha pasado también en años anteriores.
Si se supone que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tiene cientos de millones de pesos para el rubro de la seguridad, ¿en dónde están? Porque aplicados en equipamiento y haberes, no, pues precisamente esa fue la inconformidad inicial.
Y siguió la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial, el 6 de marzo, donde también hubo una inconformidad con un bloqueo temporal de vialidad.
¿Acaso José Manuel Vera Salinas —ahora en las filas federales de la Secretaría de Seguridad— aún tiene control en la corporación? ¿Acaso el gobierno de Oaxaca no tiene el control de sus policías?
Por supuesto que no están resueltas en su totalidad las demandas de los policías, y por supuesto que puede haber más insurrecciones.
ENREDO HUATULCO
La desaparición de varios jóvenes, algunos dicen ocho, otros nueve, ha sido noticia internacional, por la gravedad del caso, y poco a poco las autoridades ministeriales y policiacas han ido develando, por episodios, el misterio.
Fue el 2 de marzo por la tarde en que localizaron nueve cuerpos en un vehículo y afuera de éste, justo en los límites de Oaxaca con Puebla, jurisdicción de este último estado.
Ninguna entidad se quería hacer responsable del sitio en que fueron asesinados y, hasta ahora, no hay precisión del sitio en que los ultimaron; el secretario de Gobierno, Jesús Romero, en afán protagónico, cometió una pifia al mencionar, hace dos semanas, que había una persona detenida por este caso.
La Fiscalía General del Estado no lo ha confirmado formalmente y únicamente investiga el probable involucramiento de policías municipales de Huatulco y personal de Agencia Estatal de Investigaciones. Se presume que fue un ajuste de cuentas, ha dicho.
¿QUIÉN RESPONSABLE?
Efectivamente, la primera responsabilidad es del Estado, en cuanto a la seguridad de sus ciudadanos, pero en muchos casos ha fallado la política interna, a través de la Secretaría de Gobierno y la Coordinación de Delegados de Paz.
En el caso de los Coatlanes de este domingo, ¿nadie sabía que podía ocurrir una tragedia? ¿Nadie sabía del grave peligro entre los dos pueblos? ¿Es el único conflicto agrario álgido? Seguro que no y puede haber más tragedias.
Está también la responsabilidad de los ayuntamientos, ahora en su mayoría morenistas, que en absoluto han puesto de su parte para que haya una mejor seguridad para sus gobernados.
El caso más claro es el de Oaxaca de Juárez, quien renegó del Partido Verde y ahora se dice Morena cien por ciento, pero en los primeros tres meses ha tenido una serie de fallas, principalmente en el tema de la seguridad.
Ahí están las autoridades de Juchitán de Zaragoza, de Santo Domingo Tehuantepec, de San Blas Atempa, de Salina Cruz, de Matías Romero, de Santiago Jamiltepec, de Huajuapan de León, de San Juan Bautista Tuxtepec, de Ejutla de Crespo, de Ocotlán de Morelos, que simplemente no abonan en absoluto para la seguridad de la población.
En el caso de la zona metropolitana de la capital, ha habido un esquema de vigilancia tripartita, pero tampoco tiene resultados efectivos.
¿En dónde están los recursos que deben aplicar para la adquisición de patrullas y para el mejoramiento de las condiciones laborales de los policías?
Sí, la actividad delictiva es multifactorial y en el caso del Gobierno del Estado, tampoco vemos programas efectivos de prevención, desde las escuelas, desde las casas. No hay o no se ven más que en fotos para las redes sociales.
La sustitución de tal o cual funcionario no arregla en mucho la problemática pero las autoridades estatales deberán enderezar el rumbo, revisar a fondo la situación y hacer los ajustes necesarios. De lo contrario, Oaxaca seguirá en ruta a otros estados ya dominados totalmente por el crimen organizado.
