Isidoro Yescas*
Fue durante la pandemia que me animé a iniciar una faena que ahora, ya con los años encima, parece obligado continuar para no dejar pasar la oportunidad de contar mi propia historia de vida.
Como antecedente, importa señalar que la obligada encerrona domiciliaria provocada en el 2020 por la pandemia del Covid-19 derivó en las primeras 20 cuartillas de un borrador autobiográfico que se combinó con otra singular faena editorial que llevamos a cabo con Claudio Sánchez: me refiero a los 19 números de “Cuadernos de la Pandemia”, que circuló en versión digital del 2020 al 2021.
Por esta única ocasión dedico mi colaboración semanal a resumir mi trayectoria periodística y académica ya registrada en el texto citado y cuya redacción se interrumpió en el 2021, porque, haciendo cuentas, son dos de mis principales actividades desempeñadas a partir de la segunda mitad de la década de los setenta y que, sin duda, han marcado buena parte de mi pasión por la escritura.
El movimiento estudiantil-popular de los setentas fue el escenario de mi primera incursión en el periodismo, marcadamente militante. Y no podía ser de otra manera pues el periódico “Fuerza y Razón” (1975-76) del Consejo General de Huelga de la UABJO lo impulsamos con la finalidad de difundir las causas y objetivos que animaron las luchas por democratizar a nuestra Casa de Estudios.
Y algo similar ocurrió con el periódico “¿Qué hacer?”, órgano del Bufete Popular Universitario, brazo jurídico-político de la Coalición Obrero Campesino Estudiantil de Oaxaca (COCEO).
Del “¿Qué Hacer?” se editaron 8 números, todos durante 1977, la etapa más crítica del movimiento universitario y popular y año de la caída del gobernador Manuel Zárate Aquino.
Tres años atrás, en septiembre de 1974, había ingresado al Centro de Sociología de la UABJO de donde egresé en 1980 para enseguida incorporarme a la planta de investigadores del naciente Instituto de Investigaciones Sociológicas (IISUABJO).
Después de estas dos experiencias de lo que entonces también se conocía como periodismo marginal, me dediqué a escribir ocasionalmente artículos de opinión en medios locales como “El Informador de Oaxaca” y “Panorama Oaxaqueño”, hasta la aparición en 1980 del semanario “Hora Cero”, dirigido por el periodista Rafael Emilio Bermúdez.
Dos años después, un nutrido grupo de articulistas, entre periodistas y académicos, nos separamos de este semanario para fundar “Cambio” y más adelante “Meridiano 100”, también semanarios que si bien cumplieron una función social importante, no lograron consolidarse como empresa y terminaron por desaparecer.
Agotada esta etapa de ensayo y error, a fines de los ochenta ingresé como columnista (“Cuarto para las Doce”) y luego como articulista en el diario “Noticias”.
Como reportero, mi experiencia mas grata la viví en los años que cubrí la corresponsalía de la revista “Proceso” ( 1987-1992).
Fue también en la década de los noventa cuando recibí el Premio Estatal de Periodismo (1996) en el género de artículo de fondo.
Mi producción académica, que grosso modo se resume en poco más de 20 ensayos publicados en revistas especializadas y libros editados por la UABJO y otras instituciones, tuvo su punto de partida con mi tesis de grado de la licenciatura en sociología (1980).
En libros como “La Composición del Poder”, “Política y Poder en Oaxaca”, “La Insurgencia Magisterial en Oaxaca”, “Voces de la Transición” y “No se Olvida”, entre otros títulos, se revisaron y analizaron diversas expresiones de los movimientos sociales y procesos electorales desarrollados en nuestra entidad en las últimas tres décadas del siglo XX y las dos primeras del siglo XXI.
Casi medio siglo de andar y desandar entre el periodismo, la investigación sociológica y el análisis político: me bauticé en estas lides cuando frisaba los 20 años y hoy que estoy cumpliendo 70 todavía siento que vivo mi otoño juvenil, con ánimo para seguir escribiendo con libertad y sentido crítico, y con las mil gracias a la vida, a la familia y a las viejas y nuevas amistades.
- Maestro en Sociología.
- @YescasIsidoro