Inicio COLUMNA Opinión. UABJO: la disputa por la Rectoría (I)

Opinión. UABJO: la disputa por la Rectoría (I)

por Agencia Zona Roja

Isidoro Yescas*

A un año que se lleve a cabo el cambio de mando en la rectoría de la UABJO, el único interlocutor del Gobierno del Estado con los actores sindicales y políticos de esta casa de estudios será el asesor del jefe del Poder Ejecutivo y exjefe de gabinete, José Antonio Rueda.

Esta decisión adelantada, tomada no hace mucho en el Palacio Primaveral, estaría obedeciendo a tres  factores que ya están calentando el ambiente político presucesorio en la UABJO: la grosera intervención del rector Cristian Carreño en la reciente elección de directora en la Facultad de Medicina; su abierto apoyo a la actual dirigencia del STAUO para imponer sucesor a modo y el riesgo de una escisión en esta organización sindical cualesquiera que sea el resultado de la elección del nuevo Comité Ejecutivo; y el marcado interés del secretario de Gobierno, Jesús Romero López, para impulsar al subsecretario de Desarrollo Democrático de la Sego y poder tras del trono en la Facultad de Derecho, Carlos Pérez Campos Mayoral, como precandidato a la rectoría.

Para ponernos en contexto habrá que recordar que de 1988 a la fecha, la rectoría de la UABJO se ha alternado entre el STAUO y el Sindicato Universitario de Maestros y Académicos (SUMA), año que coincide con la aprobación de la Ley Orgánica vigente que abrió las puertas al voto universal, directo y secreto en la elección de rector, directores y consejeros(as) universitarios (as).

El primer ciclo de rectores del STAUO se inauguró con Miguel Angel Concha Viloria en 1988 y se cerró en el 2004 con el ascenso de Francisco Martínez Neri, del SUMA. 

De esta fecha hasta el 2022, ésta organización sindical de oposición al STAUO tuvo el control de la Rectoría hasta el año 2022, cuando nuevamente el STAUO recuperó el poder rectoral para Cristian Carreño.

Hoy, con un SUMA muy disminuido tal parece que el STAUO estaría conservando la rectoría, pero no al gusto, arreglos e intereses de Carreño sino derivado de los nuevos  reacomodos  y alianzas de grupos y liderazgos disidentes que ya lograron posicionarse en la Facultad de Medicina y que este 9 de mayo podrían dar la sorpresa en la jornada electoral para relevar a la dirigencia en turno que encabeza Enrique Martínez Martínez.

Si bien es cierto que Ricárdez tiene todo el apoyo del aparato oficial universitario  y de la propia dirigencia del STAUO,el opositor Aristeo Segura Salvador y su equipo de campaña han podido volver atractivo su proyecto alternativo de un nuevo  ejercicio del poder sindical, con énfasis en la transparencia en el manejo de las cuotas sindicales, y así  crecer exponencialmente al punto que no parece aventurado anticipar un escenario de empate técnico.  

Sin duda el punto relacionado con el manejo de las cuotas sindicales es de gran importancia pues de acuerdo al artículo XI de los Estatutos Internos del STAUO el Secretario General y el Secretario de Finanzas están obligados a presentar cada seis meses informes por escrito tanto a la asamblea como “ a cada miembro del sindicato, dejando constancia de su recepción”.

Si se cumplió o no con esta disposición es asunto que deberán aclarar las autoridades universitarias y dirigentes sindicales, pues lo que por ahora importa subrayar es que el tema  ya ha generado un fuerte controversia entre la base del STAUO y gane quien gane lo que estaría procediendo legalmente para aclarar montos y destino será, sin duda, la realización de una auditoría financiera. 

Regreso al punto de origen para insistir que la definición de la candidatura a la rectoría por parte del STAUO ya no estará en la cancha del rector Carreño y su camarilla, aún en el caso de que ganara Ricárdez, pues la derrota electoral en Medicina y la recomposición de alianzas políticas dentro de la UABJO ya es un hecho y los resultados en la elección del Comité Ejecutivo así lo estarían reafirmando. 

En todo caso a lo que habrá que estar atentos es a la probabilidad de un triunfo del bloque opositor . Y si esto ocurre la gran incógnita es si la patronal ( rectoría) y la dirigencia  saliente reconocerían su derrota, o por el contrario, optarán por  el  litigio en tribunales y al choque político, con todos los costos para la estabilidad institucional de la UABJO. 

*Periodista y maestro en Sociología.

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