Lisbeth Mejía Reyes/Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 31 de julio de 2025.- El pasado lunes, las aguas negras de la red sanitaria cayeron sobre la camilla de un bebé que días antes «había estado muy grave».
Afortunadamente, el menor se encuentra estable, cuenta la médica residente Gladys Mendoza Rodríguez sobre uno de los últimos desperfectos y carencias en el Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso”, de la ciudad de Oaxaca.
Esta unidad médica de tercer nivel cumplió 60 años el pasado 5 de mayo, pero a su edad muestra graves deterioros por el abandono gubernamental o institucional que acusa la Subsección 07 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA).
El hospital es el que requiere ahora de terapia intensiva, pues además del deterioro de la infraestructura y de la falta constante de insumos se ha quedado sin alimentos.
Primero a través de un comunicado y este jueves en conferencia de prensa, el personal adscrito a la subsección y residentes dieron a conocer públicamente las constantes carencias y la exigencia hacia las autoridades estatales y federales para atenderlas.
Esta última también hecha en días pasados a través de escritos dirigidos al gobernador Salomón Jara Cruz, al director de los Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar), Alejandro Svarch Pérez, y a la coordinadora estatal del IMSS Bienestar, Elia Hernández. También a la dirigencia del sindicato.
Las crisis del hospital se ha agravado en el último año con la transición de esta unidad del ámbito estatal al federal, al IMSS-Bienestar, explicaron integrantes de la subsección y una médica residente.
«Estamos en un proceso de transición que nos ha venido a lesionar no únicamente los derechos laborales sino también la atención a la población oaxaqueña».
Desde hace siete meses, según testimonios citados por el personal, las autoridades dejaron de pagarle a los proveedores, entre estos la empresa que les otorgaba alimentos: Nutriblen.
Ante la falta de pago, la empresa ha dejado de darles insumos, lo que obligó al hospital a dejar de proporcionar alimentos al personal y a las y los becarios desde el 30 de julio.
Sin embargo, lo que queda son solamente latas de atún y de verduras que apenas alcanzan para dos días.
Marisol Ojeda Luna, jefa de nutriología, detalló que diamante se requieren de mil 400 raciones diarias para residentes, internos, personal adscrito y pacientes. Pero sin alimentos ya no hay posibilidades para sobrevivir en los próximos días.
«No es que estemos inventando, como siempre se dice», expresó Ojeda, al aclarar que ni siquiera hay fórmula láctea para los bebés.
Señaló que el gobierno estatal se ha escudado en que ya no tiene que intervenir en este hospital, pues es responsabilidad del gobierno federal.
Gladys, la médica residente, detalló que debido a las carencias del hospital, en pediatría se las tienen que ingeniar para tratar a los pacientes.
Ahora, con la falta de alimentos y de que varios pacientes pediátricos necesitan nutrición paraenteral, aumenta el riesgo de que estos se debiliten y sean susceptibles a infecciones.
Del menor a cuya cama cayeron las aguas negras el pasado 28 de julio, señaló que afortunadamente está estable, pero el área de urgencias pediátricas tienen cinco pacientes más tuvieron que reubicar en otra área que no es la adecuada, lo impide garantizar su atención óptima.
En conferencia de prensa y en un boletín del 29 de mayo, el gobierno estatal dijo que «se atendió de manera inmediata» el colapsó de la red sanitaria, aunque la calificó como «una eventualidad técnica» y aseguró que desde el 2024 y a la fecha se han invertidoen el hospital más de 25 millones de pesos, «en coordinación con los gobiernos federal y estatal».
