Isidoro Yescas*
Cuando en diciembre del 2022 el gobernador Salomón Jara sostuvo un encuentro con los liderazgos del MULT, MULTI y Ubisort, su meta era ser el primer gobernador de Oaxaca que sembrara la semilla de la paz en la zona triqui, con una larga e interminable data de asesinatos, violencia y exterminio interétnico.
A punto de cumplirse tres años de aquel fallido intento, en su conferencia mañanera del lunes 6 de este mes, deslizó sobre la posibilidad de regresar a la zona, tal vez en Copala, dijo, para un encuentro similar.
El problema es que si su gobierno no cuenta con un plan, con una estrategia de corto y mediano plazo para la pacificación de la zona, estaría, literalmente, perdiendo el tiempo, al menos que lo que busque es, otra vez, la foto y la nota de ocho columnas.
Y,por supuesto, que lo necesita si se toma en cuenta que pese a las decenas de millones de pesos invertidos por el Poder Ejecutivo en consultorías de marketing y medios de comunicación nacionales, las encuestas lo siguen ubicando con bajos niveles de aceptación ciudadana.
De diciembre del 2022 a la fecha, las añejas rivalidades y venganzas entre militantes del MULT y MULTI, fundamentalmente, no han tenido tregua. Para colmo, la división ya visible en la estructura directiva del MULT es un ingrediente que ha dificultado aún más un acuerdo político en la convulsionada zona triqui.
Con todo, de primera intención Jara tiene ganas de insistir en otro convenio de paz (de papel) .
Y por cierto, otros gobernadores del viejo régimen (¿o sigue siendo el mismo?) como Heladio Ramírez (1986-1992) y Diódoro Carrasco (1992-1998) hicieron su lucha y llegaron hasta pernoctar en pueblos de la zona triqui.
Y desde entonces ya los esfuerzos de pacificación estaban en la agenda gubernamental.
*Maestro en Sociología y periodista.
X: @YescasIsidoro
Faceboock:IsidoroYescas
