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Opinión. Supercarreteras, un desastre en Oaxaca

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca, Oax., a 10 de noviembre de 2025.- ¿Enfrenta Oaxaca una especie de maldición para que sus habitantes y visitantes vivan un martirio con las tres supercarreteras?

Hace dos décadas se inauguró una de ellas; en el 2024 otra más y en el 2025 la tercera, pero las tres son un desastre que, en lugar de ayudar a agilizar la comunicación terrestre, la complican.

Pero eso no es lo peor, sino la negligencia de Caminos y Puentes Federales que, en lugar de coadyuvar a resolver problemas a los automovilistas y transportistas, los complica, con graves resultados como la pérdida de vidas humanas.

¿Cuánto se ha invertido en las tres importantes vías de comunicación? Un cálculo somero sería de 60 mil millones de pesos, pero los costos de su inutilidad serían aún más.

Más perjuicios que beneficios; más omisiones que aciertos los del gobierno federal; y también del estatal que hasta ahora no ha sabido transmitir las exigencias de los ciudadanos oaxaqueños a la autoridad correspondiente.

HACIA LO FATAL

En la supercarretera a la Costa, tramo Barranca Larga-Ventanilla, un caso que colmó las irregularidades ocurrió la noche del pasado lunes 3 de noviembre, en que se registró un accidente de fatales consecuencias.

Dos vehículos de motor colisionaron a la altura del kilómetro 71, con varias personas lesionadas, precisamente por montones de tierra y piedras que hay en la vialidad, debido a trabajos inconclusos.

Las llamadas de emergencia surgieron por todos lados y, a tiempo, personal del Heroico Cuerpo de Bomberos de Oaxaca acudió para prestar auxilio, pero ocurrió lo inédito: no podían pasar la caseta de peaje si no pagaban.

Increíblemente, el personal de Capufe impidió la atención pronta a una emergencia, preocupado más por cobrar la cuota que por salvar vidas. Y ocurrió lo inevitable: una persona perdió la vida y al menos seis más resultaron gravemente lesionadas.

Al día siguiente, el director de Bomberos reprochó, con sobrada razón, este tipo de impedimentos y acusó que no es la primera vez que ocurre en una vía federal de peaje.

¿Hubo respuesta de Caminos y Puentes Federales? ¿Se disculparon o pidieron perdón con la familia del fallecido y de los lesionados? ¿Han cubierto el seguro respectivo? ¿Ya mejoraron sus protocolos?

Pero la historia de la supercarretera a la Costa es larga, y también costosa: tan sólo en el tramo de 104 kilómetros se invirtieron más de 13 mil millones de pesos, de los cuales el actual gobierno federal aportó 10 mil 640 mil millones, mientras que administraciones pasadas destinaron alrededor de dos mil 530 millones de pesos.

Se inició en el año 2020 y fue inaugurada el 4 de febrero de 2024 por el entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador, que engañó a los oaxaqueños conque no pagarían peaje.

Ni lo uno ni lo otro; el único beneficio fue no cobrar los primeros meses, pero porque no había casetas de peaje. Mientras tanto, los baches y los derrumbes continúan, casi dos años después, como el primer día.

Generando con ello múltiples accidentes y, por supuesto, retrasos en el traslado que debiera ser de dos horas y media; pagando cerca de 500 pesos por transitar el tramo Barranca Larga-Ventanilla, en pésimas condiciones.

¿Cuándo podrán terminarla para que realmente sea una vía ágil para llegar o venir de la Costa. Nadie sabe pero las negligencias siguen.

HACIA EL ABANDONO

La supercarretera Oaxaca-Istmo tiene también un largo historial, desde el sexenio del priista José Murat y tuvo múltiples fallas y retrasos; retomada en el gobierno de López Obrador, fue por fin terminada e inaugurada por la Presidenta Claudia Sheinbaum el 24 de enero de este año.

Precisamente el tramo Villa de Mitla-Tehuantepec, de 169 kilómetros fue el más costoso y largo en tiempo para concluirse; según el gobierno de Oaxaca, tuvo una inversión global de 42 mil millones de pesos, dato de un boletín de prensa federal.

“Luego de 23 años, Oaxaca contará con una nueva infraestructura vial al Istmo de Tehuantepec con una longitud de 169 kilómetros, que mejorará la movilidad de las personas, productos y servicios, convirtiéndolo así en el motor de desarrollo del sur sureste de México.

“Esta obra histórica de 32 mil 977 millones de pesos, conectará a la capital del estado con esta región en un menor tiempo de traslado, que pasará de cuatro horas y media a dos horas y media, favoreciendo a más de 1.4 millones de personas”, destacó a su vez un boletín estatal.

Y todo bien, muy bien; un tiempo estimado de dos horas y media de traslado en esa vía rápida, con una decena de túneles; de bajo costo en las casetas de peaje; sin ninguna obra adicional o pendiente; bastante ágil… pero.

En el mes de junio pasado, supuestamente por las intensas lluvias del huracán “Érick” (que no impactaron con fuerza esa zona), colapsó el túnel “El Tornillo”; por fortuna no había automóviles al paso y no se registraron tragedias.

“El Consejo Estatal de Protección Civil informa que, la autopista (sic) 190 D Mitla-Tehuantepec continúa cerrada a la circulación por presentar deslaves tras el impacto del huracán ‘Erick’.

“Detalla que, de acuerdo con información proporcionada por el titular de la Secretaría de las Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jesús Antonio Esteva Medina, en el kilómetro 96+500 a la altura del túnel número 3, conocido como ‘El Tornillo’, en la ranchería de Santiago Quiavicuzas, se presenta un derrumbe”, dio a conocer el Gobierno del Estado el día 20 de junio.

“Las intensas lluvias y el terreno montañoso inestable han complicado las labores de restauración inmediata, por lo que las autoridades han decidido construir un desvío provisional para garantizar la seguridad de los usuarios”, difundió posteriormente la SICT.

Desde esa fecha, medio año, la supercarretera está cerrada y no hay, hasta el momento, una explicación técnica por qué sólo un túnel dañó el huracán y no los demás; por qué no hubo derrumbes en esa vialidad con el impacto del meteoro.

Y por si fuera poco, no hay hasta ahora, esperanzas de la reapertura de dicha vía rápida; ni rehabilitación del túnel ni apertura de un paso alterno. Así quedó en completo abandono la supercarretera que ahora sólo sirve para ir o venir de la zona Mixe.

¿Hay responsables de esta tragedia? ¿Hay fecha de inicio de las obras? ¿Hay esperanzas? Nada de nada, más que el silencio oficial.

NEGLIGENCIA ACUMULADA

Y la supercarretera Oaxaca-Cuacnopalan, también anda por las mismas; si bien no ha sido cerrada en su totalidad, hay un derrumbe que tiene varios meses, a la altura del kilómetro 206.

De hecho, se reportó desde marzo este fuerte desplome de toneladas de rocas sobre la vía, tanto que tuvo que ser cerrado ese paso y abrir uno provisional. Pero hasta la fecha, siguen los trabajos, lo que complica la circulación vial e incluso ha generado accidentes viales fatales.

La obra concluida en el sexenio de Diódoro Carrasco y Carlos Salinas, permitió la agilización del tránsito a Puebla y a la ciudad de México; efectivamente, ha tenido una serie de derrumbes, que se atendían a tiempo.

Uno de ellos en un túnel, por una falla geológica a la altura del kilómetro 100, pero por lo cual jamás estuvo cerrada en su totalidad; en su caso, se construyó un paso alterno.

En los últimos años, Capufe ha limitado el mantenimiento de dicha vía rápida, lo que ha complicado el tránsito; los derrumbes son cada vez más constantes y hay atención tardía. 

En la temporada vacacional de Guelaguetza, la caseta de peaje Huitzo literalmente colapsó, por la enorme cantidad de vehículos; hay la promesa de ampliar dicho espacio de cobro, pero sigue en promesa.

Sí, las carreteras federales principales, muy importantes para el desarrollo turístico y económico del estado. ¿Pero qué hacen nuestras autoridades para reactivarlas y que estén en óptimas condiciones?

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