Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 19 de febrero de 2020.- El pasado 19 de septiembre circulaba en grupos WhatsApp -de emergencia e información- el ataque con ácido del que había sido víctima una joven y su madre en las céntricas calles del municipio de Huajuapan de León, municipio perteneciente a la región Mixteca.
Los primeros datos arrojaban que se había realizado en la vía pública, sin embargo posteriormente se supo que fue al interior de un domicilio y que la víctima respondía al nombre de María Elena Ríos Ortiz, además de su madre.
La indignación social no se hizo esperar, se trataba de una joven saxofonista de 26 años de edad que recientemente había acudido a un encuentro de música en la ciudad de Oaxaca.
Su rostro se hacía viral en las redes sociales, así como los primeros datos de las autoridades que explicaban que un sujeto desconocido y que se dio a la fuga era el responsable. María Elena y su familia sabían que el ataque había sido ordenado por alguien conocido.
EL PRESUNTO
El nombre de Juan Antonio Vera Carrizal, empresario gasolinero y ex diputado local por el PRI comenzó a sonar en las redes sociales como presunto responsable, familiares de la joven incluso reconocieron la relación sentimental que existió entre la joven y el sujeto señalado, misma que terminó María Elena debido a la violencia de la que era víctima.
Pese a lo anterior los datos anteriores no fueron tomados en cuenta por las autoridades estatales en materia de justicia, principalmente por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca.
A inicios del mes de diciembre, tres meses después de los hechos, una extensa nota en el diario “El Universal” revivió el caso y evidenció que no había avances en la investigación por parte de la Fiscalía General, a cargo de Rubén Vasconcelos Méndez, para dar con el responsable de los hechos.
Y peor aún, la joven no había recibido atención especializada para el tipo de quemaduras con ácido que dañaron la mayor parte de su cuerpo.
La información se volvió viral y transcendió fronteras, el tema fue retomado por medios de comunicación nacionales e internacionales.
Eso propició que el 14 de diciembre de 2019, la autoridad despertara de su letargo y concretara el traslado de la joven al Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados (CENIAQ) del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, en la Ciudad de México y posteriormente presentara “avances” en la carpeta de investigación.
PRESIÓN MEDIÁTICA
El 19 de diciembre y ante la presión mediática, el fiscal de Oaxaca, Rubén Vasconcelos Méndez, se comprometió públicamente a castigar a los responsables del ataque a la saxofonista oaxaqueña sin importar de quien se tratará, asegurando que no habría impunidad, pero negándose a hablar de los avances en el caso debido a la secrecía de la investigación.
Pese a las declaraciones del fiscal, la indignación de la población continuó y se promovió un boicot a las empresas gasolineras de Vera Carrizal ubicadas en la capital y en otras regiones de la entidad.
mientras que la petición de justicia en la plataforma change.org rebasó su meta en varias ocasiones con miles de adhesiones desde diferentes partes del mundo que respaldaron a la joven oaxaqueña.
Lo anterior luego de que el ex diputado negara las acusaciones en su contra y responsabilizará a la joven de su propio ataque, dando a entender que fue producto de los actos de la mujer y no responsabilidad del agresor.
LOS DETENIDOS
El 23 de diciembre, en una conferencia de prensa el fiscal anunció la detención de Ponciano H.Y., como autor material de los hechos; la familia de María Elena desmintió que se tratara del mismo sujeto que la atacó y cuatro días después la dependencia aclaró que era el padre y acompañante del autor material de los hechos, que responde al nombre de Rubicel H. R., a quien también se detuvo y se vinculó a proceso.
El tiempo siguió su curso y antes de que las investigaciones de la Fiscalía vincularan a Vera Carrizal con los hechos, el 4 de enero de este 2020 se dio a conocer que el empresario tramitó un juicio de amparo ante “actos privativos de libertad”, específicamente por una orden de aprehensión que pudiera existir en su contra al ser señalado como autor intelectual del ataque.
Lo anterior fue calificado de aberrante por parte de la familia, que además cuestionó que con 3 mil 500 pesos -costo del procedimiento legal- el Juez Federal Cuarto de Distrito le otorgara la garantía de no ser detenido, ante la reciente presión social ejercida para lograr su captura y procesamiento penal como autor intelectual de los hechos que desfiguraron el rostro de la joven y dejaron severos daños en su cuerpo.
El 8 de febrero, integrantes de la 64 Legislatura de Oaxaca aprobaron un Punto de Acuerdo por el cual se exhortó al titular de la Fiscalía General del Estado, Rubén Vasconcelos Méndez, agilizar las investigaciones en torno a la agresión que sufrió María Elena.
Un día después, la Comisión Permanente del Congreso de la Ciudad de México (Cdmx) urgió a la Fiscalía General de Oaxaca proceder legalmente contra Vera Carrizal, por su presunta participación en el ataque, a la par que lamentaron que el Juzgado Cuarto de Distrito otorgara un amparo en contra del presunto autor intelectual a cambio de una garantía de tres mil 500 pesos.
ORDEN VS VERA
Debido a las fuertes críticas en torno al amparo, el 13 de enero se confirmó la orden de aprehensión en contra de Juan Vera, sin embargo, la tardanza de la Fiscalía de Oaxaca en solicitar dicho mandamiento y de dar cumplimiento a ello, habría permitido la fuga del acusado, consideró el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Horacio Sosa Villavicencio, que calificó el actuar de la dependencia como tardío y ventajoso.
El 22 de enero y desesperada por la presión mediática estatal, nacional e internacional, la Fiscalía cateó un domicilio de la familia Vera Carrizal, pero sólo halló a mujeres y niños, a quienes atemorizaron elementos armados, así lo dieron a conocer las hijas del empresario quienes se dijeron víctimas de acoso y abuso de autoridad por parte de las autoridades.
Al día siguiente del cateo fallido y ante lo que consideraron incapacidad de la autoridad local para resolver casos, así como la creciente impunidad, la Comisión Permanente del Senado de la República aprobó exhortar a la Fiscalía General de la República (FGR) que atrajera el caso de la joven saxofonista María Elena Ríos Ortiz, entre otros.
A inicio de este mes de febrero el expediente del caso de la joven fue filtrado a los medios de comunicación, presuntamente por personal de la dependencia encargada de la procuración de justicia, a partir de lo cual se supo que los autores materiales capturados señalaron a Vera Carrizal de haberles pagado 30 mil pesos para atacar a la joven, razón por la que la Fiscalía lo ha estado buscando en diversos domicilios sin éxito.
IMPUNIDAD LATENTE
De igual forma, personas cercanas a Juan Vera Carrizal, difundieron audios y videos en los que se escucha y se ve a la joven saxofonista María Elena mostrando su afecto amoroso al también ex diputado local y hoy prófugo de la justicia, con lo que pretendían limpiar la imagen del acusado públicamente.
Finalmente este 18 de febrero, después de cinco meses del ataque, en conferencia de prensa el fiscal general Rubén Vasconcelos ofreció una recompensa de hasta un millón de pesos para quien proporcione información veraz sobre el paradero del empresario gasolinero, acusado de tentativa de feminicidio y vinculado como autor intelectual de los hechos.
Mientras que el gobernador, Alejandro Murat Hinojosa, aseguró que hay indicios que el también ex diputado local está todavía en el país, por lo que pidió el respaldo ciudadano para dar con el paradero del hoy prófugo de la justicia
Pese a las declaraciones de la autoridad estatal, la realidad es que han pasado 163 días desde el ataque que le cambió la vida para siempre a María Elena Ríos Ortiz, joven de 26 años con un futuro prometedor en la música, cuyo cuerpo hoy presenta huellas imborrables de la violencia extrema ejercida en su contra, y por lo cual aún no obtiene justicia. La impunidad reina.