Ismael García/Zona Crítica
Oaxaca de Juárez, Oax., 2 de marzo de 2020.- Terminó el sexenio de Alejandro Murat, una vez rebasados los tres años de su gobierno, pero sigue más ocupado en política futurista, y no en lidiar con la cruel realidad de pobreza y marginación de Oaxaca.
Terminó el sexenio de Alejandro Murat, que deja una cauda de nuevos millonarios, entre ellos Alfonso Martínez Córdova –con casa en Huatulco– y otros mexiquenses y capitalinos, que sólo vinieron a saquear al estado.
Terminó el sexenio de Alejandro Murat, pero no deja de hacer genuflexiones y guiños al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien ve ahora un futuro político, en una rara mezcolanza de intereses económicos, empresariales y sindicales. Y de multimillonarios negocios, sobre todo.
El parteaguas fue el 17 de febrero pasado, en la arena de la Ciudad de México, cuando la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) llevó a López Obrador a su décimo Congreso Nacional Ordinario.
Presentes en un estadio lleno, el único gobernador invitado: Alejandro Murat Hinojosa.
A la derecha de López Obrador –sintomático también– se situó el dirigente Pedro Haces Barba, y a su izquierda, el senador Ricardo Monreal. El primero, de antiguos y jugosos negocios con José Murat y con diversos gobiernos, entre ellos el del veracruzano Duarte.
El segundo, alfil y socio político también del ex gobernador de esta entidad, con quien maniobran desde hace muchos años asuntos políticos a su favor, desde el PRD, el PRI, Morena o como les plazca.
Ambos se han encargado de convencer a López Obrador de tener su propia “CTM”, que es CATEM, que además, con millones en la bolsa, prácticamente compró su partido político, Fuerza Social por México, con el cual darán batalla electoral a partir del próximo año, y que podría ser el reemplazo de Morena.
Pedro Haces ha sido acusado de todo, entre ellos hacer negocios con su empresa de limpieza y seguridad con varias entidades, como Oaxaca; cobrar millonarios contratos y brindar un pésimo servicio, la clave.
Pero además, ahora ha ingresado a la obra pública, incluyendo en Oaxaca, y ya no solamente es un gremio de transportistas –beligerante, con muchos militantes vinculados con hechos delictivos, como en Oaxaca–, sino de toda clase de trabajadores, cuya fuerza política “vendió” a López Obrador.
El Presidente de México sabe de los antecedentes de Haces Barba –pues permitió que le dieran una suplencia de senador–, pero también sus operadores políticos lo han consentido, ya que aportó millonarias cantidades a la campaña política presidencial.
José Murat-Ricardo Monreal-Pedro Haces, el triángulo principal del nuevo partido político, en el que se refugia paulatinamente Alejandro Murat, una vez negociada la impunidad en su sexenio y cargos políticos para él y su esposa.
¿El PRI México? También juega y Alejandro Moreno Cárdenas está supeditado a López Obrador, a sabiendas que su fuerza está minada y lo estará aún más a medida que se develen más actos de corrupción en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
¿El PRI Oaxaca? Jorge González Ilescas no tiene ni idea de lo que hace en ese instituto político y lo único que se le ha ocurrido en las recientes semanas es dar conferencias de prensa los lunes…. en contra de López Obrador y su gobierno, al que alaba Alejandro Murat.
No ha buscado a la perdida militancia, no realiza giras por el interior del estado, las reuniones de estrategia hace mucho que no se realizan, no tiene dinero más que el que le da el gobierno y las prerrogativas del IEEPCO, que ahora son muy pocas.
No puede ya maniobrar y comprar conciencias campesinas y populares con los programas sociales, pues todos los acaparó López Obrador. No sabe ni cómo reestructura el partido ni mucho menos cómo revivirlo.
La estrella naciente es CATEM Oaxaca, con Jaime Paz a la cabeza, exitoso empresario de la construcción favorecido por el gobierno y nuevo millonario, que ahora se da el lujo de viajar frecuentemente al extranjero, como esta semana en los Estados Unidos y meses atrás en Europa.
¿Y Raúl Bolaños Cacho Cué? En realidad, el actual senador por el PVEM es una moneda de cambio, es pieza decorativa que por ahora es útil para algunas maniobras políticas, pero cuyo futuro está condenado al ostracismo, después de terminar su cargo. No es, en absoluto, de interés de la clase política gobernante, cederle algún otro espacio. Desesperadamente, también se inclina a Monreal para ver si lo incluye en su proyecto político al lado de José Murat; su padre, el cónsul Raúl Bolaños Cacho, el único que intercede ante el ex gobernador y seguirá pugnando porque lo sigan considerando en su equipo.
Entonces, a cambio de ceder la gubernatura el próximo sexenio, la apuesta de Alejandro Murat es ser senador por Oaxaca, empeñado en seguir los pasos de su padre, aunque sea mal aprendiz; la apuesta de Alejandro Murat es que su esposa, Ivette Morán, sea “cuando menos” diputada federal, con el apoyo de López Obrador.
Sin embargo, el Presidente de México es un hombre rencoroso y se ha guardado muchos agravios del priismo oaxaqueño, que en su momento saldrán a flote, para decidir el futuro político del estado. Mientras tanto, la población, que se siga jodiendo. La plaza ya está cedida.