Redacción/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 27 de abril de 2020.- De acuerdo con el registro de violencia feminicida que realiza la asociación civil Consorcio Oaxaca, la Mixteca es la segunda región con el más alto índice de agresiones a mujeres en Oaxaca: 308 casos de los mil 950 registrados de 2016 a la fecha.
En un comunicado, el organismo informó que la violencia familiar es la categoría que registra el mayor número de agresiones a mujeres en la región con un total de 124 casos, de los cuales el 94 por ciento han ocurrido en la considerada Heroica Ciudad de Huajuapam de León, seguida por Tlaxiaco y Asunción Nochixtlán.
Expuso que los tres son los municipios más violentos de la región y cuentan con Alerta de Género desde 2018.
Asimismo, los casos de mujeres desaparecidas y feminicidios en la región también ocupan el más alto índice de agresiones a mujeres, cuyo registro es de 66 desapariciones y 46 feminicidios en lo que va de la administración de Alejandro Murat Hinojosa.
Detalló que las agresiones por violencia familiar van desde las amenazas e insultos hasta los golpes y heridas con arma blanca, quemaduras de fuego y con ácido.
En su mayoría los agresores se encuentran en estado de ebriedad y al momento de agredir, generalmente lo hacen en presencia de las niñas y niños que habitan el mismo hogar.
Informó que del total de los casos registrados en la Mixteca, se encontró que más del 70% de las agresiones a las mujeres son de parte de sus hijos (17%), parejas (18%) y esposos (36%).
Además de que su repetición cotidiana expresa la discriminación hacia las mujeres y las niñas en el trato y las relaciones dentro de la familia, en la comunidad y en el conjunto de la sociedad.
Consorcio Oaxaca añadió que en los últimos años la región de la Mixteca ha sido visibilizada mediáticamente por mujeres como Ángeles Cruz, directora de “La tiricia”, o “Cómo curar la tristeza” (México, 2012) cuya protagonista decide romper el círculo del abuso sexual infantil y no heredarlo a una generación más.
Asimismo, Yalitza Aparicio, quien con una destacada actuación en “Roma” (México, 2018) logró colocar en medios y redes sociales dos temas que siguen siendo vigentes para la lucha feminista: la desigualdad en el trabajo domestico y de crianza sostenido en los cuerpos de las mujeres indígenas así como la discriminación que invisibiliza y violenta los derechos de los pueblos originarios en los medios de comunicación.
De la misma manera, María Elena Ríos, quien con admirable fortaleza y valentía –aún estando al borde de la muerte por las agresiones que sufrió al ser quemada con ácido– decidió emprender una denuncia pública contra su agresor, el exdiputado Juan Vera Carrizal, “quien en el intento de acabar con la vida de la saxofonista y empresaria, sólo ha logrado poner en evidencia la corrupción e impunidad de las autoridades e instituciones estatales como cómplices en la reproducción de la violencia hacia las mujeres en la entidad”.
La asociación civil añadió que es importante mencionar que la realidad que viven las mujeres oaxaqueñas es reflejo de la inexistencia de una política pública integral, acciones que deberían realizarse para brindar seguridad, justicia y prevenir la violencia patriarcal en todas sus expresiones y tipos.
“Tampoco se han realizado las destituciones y sanciones penales a quiénes por negligencia y/u omisión como funcionarias y funcionarios no han cumplido con su obligación de garantizar el acceso a la justicia y que a lo largo del tiempo se han vuelto cómplices de la violencia feminicida en Oaxaca, dejando en evidencia la falta de voluntad política de esta administración”.