Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 24 de agosto de 2020.- En México se discute la iniciativa denominada Pin Parental, por medio de la que grupos conservadores buscan que madres y padres de familia decidan que sus hijos no reciban educación referente a la sexualidad, a la reproducción o al género en los niveles educativos: primaria, secundaria y preparatoria.
En ese contexto, cuatro escuelas primarias de la zona oriente del municipio de la Villa de Zaachila y la Telesecundaria que se ubica junto al tiradero metropolitano, desarrollan un proyecto denomina Prevale-Ser, el cual utiliza herramientas como cuenta cuentos y dinámicas lúdicas para que niñas, niños y jóvenes se acerquen a temas que les ayuden a reconocer y rechazar la violencia.
Especialistas apoyan a la población infantil a conocer su cuerpo, reconocer a las personas adultas de confianza, y favorecen la creación de una red de apoyo que les permita identificar señales de riesgo frente a la violencia de la que puedan llegar a ser objeto.
“Con madres, padres y cuidadores, trabajamos para que reconozcan las señales de abuso, estrategias de prevención, los procesos de canalización y denuncia y, sobre todo, para que escuchen, protejan y crean en sus hijos e hijas”, refirió Carlos Camacho Hernández, punto focal de protección de niñas, niños y adolescentes en Sikanda A.C., organismo que encabeza el proceso formativo.
Las actividades se desarrollan con niñas, niños y adolescentes de 10 a 12 años que se encuentren cursando los dos últimos años de primaria, y de 14 a 17 años con quienes ya cursan la secundaria, ello mediante sesiones diferenciadas por sexo y algunas intergeneracionales que incluyen la participación de personas adultas.
Hasta el momento, y de acuerdo con los datos proporcionados por la organización, en total han participado 133 niñas, niños y adolescentes y 56 personas adultas, principalmente madres de familia que se han visto interesadas con el proceso formativo.
Camacho Hernández indicó que la niñez y la juventud tienen derecho a recibir una educación sexual integral laica y científica, a fin de contar con herramientas de autoconocimiento adecuadas a la edad y etapa de desarrollo que incidan de forma positiva en su salud y bienestar.
Lo anterior está garantizado en la Constitución de México y otras leyes que reconocen que entre más evidencia científica tengan sobre su cuerpo, tomaran mejores decisiones sobre él, retrasaran el inicio de su vida sexual y la inicien en condiciones más saludables y seguras cuando decidan hacerlo, contribuyendo en la reducción de la violencia sexual y los embarazos infantiles.
Por lo anterior, desde Sikanda dijo, se pronuncian en contra la iniciativa del Pin Parental, ya que restringir el acceso a la educación sexual integral puede dificultar la detección temprana y oportuna del abuso sexual infantil, impactar negativamente la salud sexual y reproductiva de niñas y mujeres; limitar el ejercicio de sus derechos; invisibilizar la diversidad de identidades y orientaciones sexuales y contribuir al acoso experimentado por niñas, niños y adolescentes en la entidad.
