Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 24 de agosto de 2020.- Mientras muchos niños y niñas con los recursos necesarios permanecieron pegados esta mañana al celular, al televisor o a la computadora, otros tuvieron que vivir en la calle el primer día de clases, vendiendo galletas y dulces.
Es el caso de Elisa y sus dos hermanos, para quienes el inicio del ciclo escolar 2020-2021 pasa desapercibido, como ha ocurrido en ocasiones pasadas para ellos frecuentemente. Ellos trabajan como vendedores ambulantes en el zócalo de la capital.
Una bolsa de dulces es con todo lo que la niña de seis años de edad cuenta para aprender matemáticas. Trabajar como vendedora no es una opción, es una obligación asumida para ayudar al sustento del hogar.
Para ella y sus hermanos, Eliezer de ocho y el otro de 12 años de edad, la educación es un derecho al que no tienen acceso, aún sin pandemia por Covid-19, por falta de televisor, internet y computadora o celular.
Ellos ayudan a su mamá, madre soltera que se ha hecho de un puesto informal en el zócalo.
Este lunes mientras miles de niños comenzaron clases a distancia con el uso de computadora, celulares, tabletas o televisión, o miles más en Oaxaca esperan desde sus hogares el regreso, los tres hermanos trabajan.
Elisa desconoce si estudiará la primaria, pero lo que sabe es que este 24 de agosto no podría iniciar el año porque no tiene celular y la única televisión en casa se descompuso, según cuenta la niña sobre las circunstancias en las que viven.
Sus maestras es la vida, la rutina del trabajo; el rechazo de la población a una compra, las miradas que los discriminan, o de lástima.
Cada día, junto a su madre y hermanos viajan de la agencia de San Martín Mexicápam de la capital, al Centro Histórico, donde la jornada laboral acaba cuando han obtenido el suficiente ingreso para sobrevivir por un día más, pues con pandemia o sin pandemia también salen a trabajar.
Como ellos, en cientos de comunidades oaxaqueñas, tampoco pudieron iniciar las clases formales, por falta de televisor o internet, y debido a la lejanía de alguna ciudad o cabecera distrital, donde hay las herramientas tecnológicas.
Mientras tanto en las zonas urbanas, los más ocupados fueron los padres, los hermanos mayores, los abuelos, para apoyar al hijo o la hija en sus clases por tv o computadora o celular, medida a la que se opuso la Sección 22 del SNTE apoyar.
Hasta el momento el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) no ha detallado en qué lugares y en qué porcentaje sí inició en ciclo escolar en la nueva normalidad.