Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 11 de marzo de 2021.- Hace más de tres años que Estela Galván fue víctima de violencia de género, al igual que otras tres mujeres mixes que fueron secuestradas y torturadas por pobladores armados de Tamazulápam del Espíritu Santo, quienes se apoderaron por la fuerza del manantial que dota de agua a la comunidad de San Pedro y San Pablo Ayutla.
Nada ha pasado al respecto. Pese a las denuncias que realizaron ante la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, que hasta hace uno días dirigía Rubén Vasconcelos Méndez, su demanda de justicia no tuvo eco, por el contrario, fue ignorada.
Elena ha declarado ante medios de comunicación que después del secuestro del que fue víctima se volvió histérica y nerviosa. Asegura que no quiere más derramamiento de sangre y sobre todo le hubiera gustado que el gobernador Alejandro Murat escuchara su relato.
MÁS CASOS
Recientemente, se ha unido a la saxofonista María Elena Ríos Ortiz y la periodista Soledad Cruz Jarquín para denunciar la impunidad que se vive en la entidad oaxaqueña y la nula justicia a la que se enfrentan las mujeres que han padecido en carne propia la violencia de género y feminicida.
“Estamos todas unidas” refiere en su lengua natal, al igual que otras mujeres como la cineasta oaxaqueña Ángeles Cruz, la escritora Gabriela Jauregui, y la periodista zapoteca Diana Manzo, quienes se unen al reclamo de justicia para las mujeres.
Lo hicieron mediante un video en el que también se escucha la voz de Leticia Loyola, madre de Zayra Leticia Morales Loyola, joven desaparecida desde el 23 de octubre sin que tengan noticias sobre el paradero, a pesar de que presentaron la denuncia correspondiente ante la Fiscalía y hay personas detenidas como sospechosas.
Así como la de Heidi Chincoya, prima de Martha Rosa joven estudiante universitaria desaparecida junto con su madre María Concha Rebollar en diciembre del 2018, y cuyo paradero es desconocido, aunque se detuvo a una persona presuntamente implicada.
“Solo por mencionar algunas mujeres víctimas de la violencia y de un sistema de acceso a la justicia ineficiente que da paso a la impunidad, lo que exige que las personas encargadas de atender esta problemática estén capacitadas en perspectiva de género, que conozcan las realidades de Oaxaca y de México y sobre todo que permanezcan ajena a los pactos de impunidad”, refieren las mujeres. Se trata de un esfuerzo colectivo, realizado en el marco del Día Internacional de la Mujer, con la intención de hacer escuchar su voz y gritar que están unidas por las que ya no están, por las que esperan su regreso y por las que vienen.