Redacción/Zona Roja.
Ciudad de México.- A 24 horas del asalto millonario a la Casa de Moneda en el corazón de la capital del país, no hay personas detenidas.
Las autoridades del gobierno de la Ciudad de México tampoco tienen claro si son tres o cuatro o seis delincuentes los que ingresaron al establecimiento en Paseo de la Reforma 295, en pleno corredor financiero capitalino. También indagan si hubo colusión con los empleados.
Sólo cuenta con imágenes de tres probables delincuentes que con extrema facilidad ingresaron la bóveda de la sucursal de la Casa de Moneda y tomaron mil 567 monedas de oro, con valor aproximado de 32 mil pesos cada una, y varios relojes conmemorativos, todo con un monto aproximado de 50 millones de pesos.
El atraco les llevó apenas ocho minutos y luego huyeron de manera discreta, al parecer a bordo de motocicletas.
Debido a que el protocolo de seguridad de la tienda fue activado tres minutos después del hecho, los empleados fueron presentados en calidad de testigos, pero su situación podría cambiar.
Peritos de la Procuraduría capitalina arribaron al inmueble, pero no pudieron entrar ya que autoridades locales declinaron la competencia del caso a la Fiscalía General de la República.
Fue como si se tratara de un capítulo de la serie “La casa de papel”, pues en ocho minutos, sin disparos, obtuvieron el millonario botín, sin derramamiento de sangre ni disparos.
El robo sucedió a las 10:30 horas, cuando tres hombres armados, de entre 25 y 30 años de edad, entraron al local, presuntamente amagaron al personal que estaba en el interior de la tienda que aún no abría al público y fueron directamente a la bóveda, la cual se encontraba abierta, sin detenerse siquiera en lo que se exhibía en las vitrinas, detalló el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta.
Un guardia dijo que fue despojado de su arma y los empleados Guadalupe López y Manuel Peralta señalaron que fueron obligados a ponerse en el piso, mientras que otra empleada, que atiende el mostrador, había salido por su desayuno.
Los ladrones –uno de ellos vestido con suéter y corbata, otro más con gorra oscura y el tercero con un suéter de color claro– permanecieron unos ocho minutos en el inmueble, para después salir y huir presuntamente en motocicletas.
Una de las líneas de investigación es que hubo deficiencia en los protocolos de seguridad.