Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, 8 de septiembre de 2019.- “Seguiremos incomodando a quienes no cumplan su deber”; “No quiero ser una cifra”; “Vivas nos queremos, libres sin miedo”; “No estamos solas, nos faltan ellas”.
En silencio pero con rabia, la marcha de mujeres para protestar en contra de la ola feminicida, que se ha extendido y crece día con día a lo largo y ancho del país.
Cerca de las dos de la tarde de este domingo partió la protesta, del Ángel de la Independencia al zócalo capitalino.
Justicia, alto a la violencia, aparición con vida de las desaparecidas; no más muertes, los gritos en cartulinas y en mantas.
El contingente fue encabezado por familiares de las víctimas, como la madre, hijo y tía de Celene quien fue asesinada por su esposo en marzo de 2018.
También la madre de Fátima, Lorena Gutiérrez, quien pide justicia por el feminicidio de su hija de 12 años; de igual manera está Sandra Soto, hermana de Serymar, asesinada por su prometido en 2017.
Otras familias y jóvenes acuden para sumarse a estas voces que demandan alto a la violencia contra las mujeres, como Julia León, quien la acompañó su hija de 18 años. Entre las voces también la exigencia de justicia para María del Sol Cruz Jarquín, ultimada hace más de un año en Juchitán, Oaxaca.
Después de dos horas, las manifestantes llegaron al Zócalo capitalino. Ahí, destacaron que el silencio de la marcha, como respuesta a las críticas que se hicieron a las movilizaciones de mujeres anteriores en los que hubo pintas, es para que la sociedad las escuche.
Frente a Palacio Nacional, corearon las consignas que fueron sus demandas: ¡No estamos solas, nos faltan ellas!; ¡Ni una más, ni una desaparecida más!, ¡Ni una más, ni una asesinada más!, ¡Ni una menos, todas vivas nos queremos!, ¡No más violencia contra las mujeres!, ¡Porque vivas, vivas estamos, vivas nos queremos!