Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 11 de abril de 2022.- Tres asesinatos, dos de ellos a la luz del día, precedieron los 100 días del gobierno de Francisco Martínez Neri en la ciudad de Oaxaca, quien cada vez más hace hasta lo imposible para parecerse a su antecesor morenista Oswaldo García Jarquín… además de protegerlo.
Sí. El presidente municipal de Oaxaca no tuvo nada que festejar en ese lapso y sí crecientes reclamos en todos los rubros, en un gobierno que prometió ser diferente que los priistas y del edil que le antecedió, surgido de Morena, pero que cada vez copia más los esquemas de la anterior administración municipal, incluyendo la corrupción.
¿Y LA SEGURIDAD?
Traer un mando militar de Ciudad Juarez, Chihuahua, como lo es Raúl Ávila Ibarra, no ha sido en absoluto garantía de que haya esquemas de seguridad en Oaxaca capital.
De hecho, así inició Oswaldo García Jarquín, con un jefe de seguridad traído de otra entidad del país, y al final de su mandato reculó y puso a Marcos Fredy Hernández, aunque no cambió mucho la situación de inseguridad en el trienio municipal anterior.
Largo sería el recuento de inseguridad en 100 días de Martínez Neri, entre los que se incluyen al menos cinco feminicidios y una veintena de crímenes, además de agresiones a periodistas.
Los más recientes, entre el sábado pasado y el domingo, en que mataron a tres personas en el fraccionamiento Trinidad de las Huertas y en San Juan Chapultepec acribillaron a otro.
En el colmo, el sábado por la tarde en pleno Andador Turístico del Centro Histórico, una mujer fue toqueteada por un sujeto, por lo que los transeúntes lo tuvieron que atrapar y golpear, tras lo cual llegó la policía municipal.
En contraste, medio centenar de uniformados encabezados por su secretario de Seguridad, coparon la terminal del ADO el domingo, para asegurar a 27 centroamericanos, a quienes dieron trato de delincuentes.
¿Pero cómo puede responder adecuadamente la policía municipal si están en el peor de los menosprecios con el chihuahuense Raúl Ávila Ibarra? Una muestra fue que por tres meses, estuvieron literalmente en casas de cartón, en tres puntos del Centro Histórico, quienes vigilan que no ingresen los ambulantes en el centro.
Tan mal la situación de los policías, que al menos tres veces han tenido que protestar en la Plaza de la Danza, una de las inconformidades atendidas por el edil y otra por Ávila Ibarra, pero la situación sigue igual y pronto resurgirán los reclamos.
DE LOS PEORES
A finales de marzo, al cumplirse tres meses de gobierno municipal, dos casas encuestadoras dieron a conocer sondeos sobre los principales presidentes municipales del país.
Y Francisco Martínez Neri salió en los últimos lugares de las casas encuestadoras Massive Caller y Mitofski, que además calificaron diversos rubros y en todos no le va bien al ex rector de la UABJO y ex diputado federal.
Los reclamos no paran y cada vez hay un mayor número de marchas y “plantones” hasta en la Plaza de la Danza, como lo hizo por dos semanas el Frente Popular “14 de Junio”.
Tan sólo la semana pasada hubo al menos cinco protestas, entre ellas la de ambientalistas que acusan nulas acciones municipales para proteger el arbolado urbano; la de mujeres que denunciaron discriminación y mal trato a comerciantes semifijos; la de ambulantes, que no cesan en reclamar falta de estrategias efectivas para reubicarlos.
AMBULANTAJE IGUAL
En el tema del supuesto orden en el ambulante, Martínez Neri también copia todos los esquemas de su antecesor García Jaquín, además de mantener en su gobierno a quienes han promovido la invasión de calles.
Mantiene, y sigue utilizando, a los policías y vallas para evitar el regreso de vendedores informales a espacios principales del Centro Histórico; incluso ello ha derivado en agresiones policiales.
Liberó dos o tres calles más que en el anterior trienio, pero eso ha originado que los ambulantes retirados, vayan a otras calles, como el andador semipeatonal de García Vigil, o la calle de Reforma, o la calle 20 de Noviembre, por mencionar algunos.
Copió también el “Miércoles sin ambulantes”, pero con tan mal tino y sin orden, que le originó dos protestas la semana pasada.
No hay, en absoluto, una estrategia definida de reubicación o reordenamiento; ha hallado supuesta corrupción en la venta de espacios en la vía pública, por parte de dirigentes de gremios, pero, ¿los ha denunciado ante la Fiscalía General del Estado? De ello no se sabe nada; simplemente tolera y mantiene los liderazgos de comerciantes informales.
BASURA Y DEMÁS
Por lo menos durante tres ocasiones ha tenido un paro de trabajadores del área de limpia y un cierre por más de una semana del tiradero municipal, en que depositan desechos más de 20 municipios.
Pero en todo ello, Martínez Neri optó por callar y sólo pedir a la población una nueva cultura del reciclaje, sin que diera las herramientas o la capacitación necesaria para ello; los días pasaron y las calles se mantuvieron, en marzo pasado, llenas de basura, al igual que los principales mercados.
En una supuesta acción para limpiar la basura del centro de la ciudad… creó otro basurero, en un espacio abandonado en inmediaciones del río “Salado”, desechos que aún siguen amontonados ahí.
El desorden es en todos los aspectos. No hay control en el Cabildo; no se bajaron el sueldo los funcionarios y concejales, como prometió, y sólo “donarán” parte de su sueldo a acciones sin precisar.
No hay obras de bacheo, no hay obras de infraestructura de ningún tipo, a pesar de que el recurso presupuestal ya fluye, pero eso sí, un gobierno alternativo, bajo Felipe Canseco Ruiz.
Sí, no hay obras ni buenas acciones, pero eso sí, un gobierno municipal empeñado en repetir los pasos de corrupción y desidia de Oswaldo García Jarquín, quien por cierto sigue impune y Martínez Neri ni siquiera lo ha mencionado por su nombre, por miedo, y sólo ha dicho que hay un probable desfalco de 300 millones de pesos… pero nada más.
