Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 7 de junio de 2022.- Integrantes de la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO) conmemoraron este martes los 44 años de la creación de esta agrupación de comunicadores.
En una ceremonia en la explanada de la Libertad de Expresión, en la calle Santos Degollado de la capital, destacaron la labor de este gremio, uno de los más longevos del país, así como sobre el escenario de violencia e impunidad que viven las y los comunicadores.
Carlos Cervantes, socio fundador de la APO, apuntó que desde el surgimiento de este grupo recibieron agresiones por medio de un pasquín que titularon “APO: Cueva de bandidos”, pues hubo sectores a los que no les gustó la organización de este importante gremio.
Luego de mencionar algunos episodios de los primeros para su consolidación, Carlos Cervantes fue tajante al mencionar que “es humillante” que se piense y que se acepte que el sector oficial (los gobiernos) deben dar dinero a los reporteros o a un periodista.
Es “humillante” que el sector oficial, recalcó, deba “completar” el sueldo, y quien lo recibe no es un verdadero periodista; antes, mejor renunciar por otro trabajo, agregó.
Por su parte, el columnista Adrián Ortiz Romero, lamentó que tan sólo en este año se han asesinado a 11 periodistas en México, entre ellos el de Heber López ocurrido el 10 de febrero de este año, lo que convierte al 2022 como el año más violento para el gremio en México.
“Hoy es un día para recordar a los compañeros caídos, para exigir a las autoridades que haga su trabajo, garantizar derechos y libertades”, expresó.
También señaló la falta de garantías laborales que actualmente la mayoría de los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación carecen; desde trabajos mal remunerados a la falta de seguridad social.
Las diferentes carencias hacen del periodismo un gremio aún más de riesgo, pues no solo se enfrenta a la violencia del crimen organizado, también al clima de impunidad de los tres niveles de gobierno ante las agresiones que se reciben, pero de las que son cómplices al no aplicar justicia y ni siquiera mostrar interés.
“Nosotros frente a ellos y frente a todos lo que quieren tener callado a los medios tenemos la fuerza de la palabra, no necesitamos armas y tampoco deberíamos necesitar chalecos antibalas, más bien necesitamos un clima de seguridad y certidumbre en que se respeten nuestros derechos y se garantice nuestro trabajo”, aseveró el columnista.